miércoles, 30 de noviembre de 2016

Los militares saben nada de política

Y si Padrino López o algún otro en el alto mando militar tenía dudas que lea bien el acuerdo aprobado por unanimidad en la AN condenando a las FANB por la masacre de Barlovento.

Hasta ayer la norma y tradición en el gobierno era tapar y echarle tierrita a todos los escándalos de corrupción y violaciones a los derechos humanos.

Por aquello de la solidaridad automática que más parece la complicidad entre felones.

Pero el impacto de las masacres de Barlovento y Cariaco ha sido tan dramático que ni siquiera la bancada oficial dudó a la hora de ordenar una investigación y condenar a las FANB por el abuso.

No hace falta remarcar que las FANB son el brazo armado del gobierno.

Y que la bancada oficialista aprobó investigar y condenar las actuaciones de una institución que está postrada al servicio del régimen.

Los militares oficiales nunca pudieron imaginar este giro.

En pocas palabras en el peor momento para el país, para el gobierno y las FANB la bancada oficialista se desmarca con sorprendente facilidad de una de sus muletas.

Aunque la decisión aprobada por  unanimidad por la AN fue la esperada por todo el país no es un gesto desprendido de los oficialistas.

Hay poderosas razones para que la bancada del gobierno haya lanzado al pajón a sus militares.

Se trata de pura supervivencia.

El fantasma que atormenta a operadores militares y civiles del régimen es la casi certeza de que el régimen está en sus días finales y alguien tendrá que pagar por el desastre.

Todo parece que comenzara por las masacres.

Es muy probable que al determinar las responsabilidades penales de la masacre de Barlovento se llegue hasta el General que dio la orden.

Lo que podría ser el inicio de otras investigaciones cometidas por otros altos operadores militares del chavismo.

Esto podría ser el comienzo de un breve periodo, pero decisivo periodo, en el cual el parlamento como poder civil trate de ponerle orden a unas FANB que se hunden en la anarquía y la corrupción.

El problema es que ahora habrá que lidiar con unos militares envalotandos con la política por la prédica irresponsable de Chávez hoy continuada por Padrino López.

Esos militares tendrán que descifrar a partir de hoy cómo y con que se come el acuerdo que la AN aprobó por unanimidad.

Qué fuerzas y que intereses más allá de la defensa de los derechos humanos se mueven para en menos de una hora poner de acuerdo a gobierno y oposición?

Una de las lecciones aquí es que en contra de todos los pronósticos si es posible que gobierno y oposición se pongan de acuerdo sobre temas delicados para el país.

Aunque solo sea por sus propios intereses pragmáticos.

La otra lección es que estos militares del alto mando hablan alto, pero saben nada de política.


martes, 29 de noviembre de 2016

Más presión sobre las FANB

Desde que Chávez decidió involucrar a las FANB en la política cambió dramáticamente su destino.

La que ha debido ser una de las instituciones pilares de la democracia es hoy una de las más sacudidas por la crisis política.

Con prácticas que han erosionado su moral hoy las FANB soportan la presión de quienes quieren seguir usándola para sus propósitos y de un pueblo que aún apuesta a su institucionalidad para salvar la república.

La forma como el chavismo vulneró los códigos y los protocolos de la institución armada se reflejan en un total relajamiento del orden y la disciplina.

Acusaciones de corrupción de sus componentes en el manejo de recursos públicos se combinan con notorios y reiterados casos de delincuencia común.

Aun así son los únicos que tienen las armas para hacer respetar la Constitución y las leyes.

A pesar de su crisis interna se espera que en un momento determinado las FANB reaccionen y fijen posición frente a la desgracia nacional como el resto de la sociedad.

Hay presión por todos lados.


lunes, 28 de noviembre de 2016

El diálogo muere de mengua…

Bien planteado el diálogo ha pudo ser una oportunidad.

Un momento de victoria para el gobierno, la MUD, y el país.

El gobierno lo asumió como su tabla de salvación para postergar los cambios y desacreditar a la oposición.

Por su parte la MUD lo vio como la única posibilidad de que el gobierno se sentara a discutir su propia liquidación.

El país entero esperaba mucho más.

Una oportunidad para reconciliar los extremos y sin demeritar ninguna posición política avanzar en la solución de crisis puntuales.

Lo menos que se esperaba es que en medio de la pugna entre gobierno y MUD la miseria se convirtiera en una forma de castigar al pueblo para mantenerlo como rehén de este conflicto político.

Mientras en forma pública y privada tanto gobierno como MUD admiten que el diálogo no irá a ninguna parte en la calle el pueblo espera impaciente por comida y medicinas.

El diálogo muere de mengua y con él la ilusión de un cambio político y económico democrático en el corto plazo.

Se perdió el tiempo.



domingo, 27 de noviembre de 2016

¿Podemos confiar en estas FANB?

El pecado original de estas FANB es que desde el principio fueron prostituidas al servicio de una causa política.

Desde allí en adelante todo se vino palo abajo.

Corrupción, contrabando, narcotráfico se convirtieron en prácticas frecuentes en el mundo militar con la complicidad y el amiguismo de militares indiferentes.

El deterioro moral ha llegado a nivel que los militares hacen lo que les da la gana.

Masacres como la de Barlovento y Cariaco así lo demuestran.

Dos masacres en menos de una semana!

¿Se puede confiar en unas FANB cuyos efectivos están involucrados en los más despreciables actos criminales?

¿Dónde está la fibra moral militar que podría recomponer el putrefacto tejido que hoy descompone a las FANB?

¿Se puede confiar en estas fuerzas armadas arrodilladas ante la inmoralidad?

Honestamente, ¿se puede confiar en ellos?



sábado, 26 de noviembre de 2016

¿Luchar y esperar hasta el 2018?

Freddy Guevara discretamente lo dijo.

Henry Ramos Allup lo acaba de confirmar.

Sería una tragedia espantosa que el gobierno llegara al 2018.

Ellos que están en el corazón del dialogo saben porque lo dicen.

No hay Revocatorio y el gobierno trancó todas las salidas democráticas.

En otras palabras lo que dicen Guevara y Ramos Allup es que la estrategia de la MUD no ha sido exitosa, “por ahora.”

Hay malestar y desesperanza en la calle.

No solo por la impotencia en remover democráticamente al régimen.

Es la desesperación de un país que sucumbe en ruinas y donde todo, absolutamente todo colapsa.

Si las cosas siguen como hasta ahora, sin mayores cambios, se podría decir que en teoría nos separan más o menos 24 meses de la próxima elección presidencial.

Hipotéticamente sería la próxima oportunidad para cambiar democráticamente  de gobierno.

Si todo sigue igual la probabilidades son que la ley de la inercia política favorezca a la oposición y su candidato triunfe en esas elecciones.

Pero en Venezuela 24 meses son como la suma de 24 eternidades multiplicadas por 100.

Es demasiado esperar de un país que cada dia amanece a punto de ebullición.

Por eso se dice que los tiempos de la calle no son los mismos de los políticos.

El gobierno y la MUD podrían coincidir en un pacto implícito para esperar hasta el 2018 y ver que pasa.

El gobierno seguirá en el desmadre de siempre dejando en suspenso la decisión de finalmente ir o no a esas elecciones si el panorama no le favorece.

La oposición hará lo suyo para tratar de mantener movilizada la calle y viva la esperanza electoral hasta el 2018.

No tiene otra opción.

Desde esa óptica tendría sentido para ambos bandos esperar y luchar hasta el 2018.

Eso podría funcionar si la gente no se amotina antes en las calles.

O si el colapso económico no derriba al gobierno.

O si no se atraviesa un golpe militar.



viernes, 25 de noviembre de 2016

Venezuela en la geopolítica del horror

Es cierto que en la comunidad internacional se ve con simpatía la causa democrática venezolana.

Pero esa simpatía no termina de traducirse en una solidaridad activa que conduzca a una presión para provocar cambios en Venezuela.

El gobierno venezolano se ha jugado todas sus posibilidades para cambiar la correlación de fuerzas desfavorables en la comunidad internacional y revertirla a una situación prácticamente bajo su control.

La participación de Venezuela en los asuntos de política interna de Colombia y Cuba han convertido a la dictadura bolivariana en un factor clave para la geopolítica del caribe.

Algo que poderosos actores como Estados Unidos y el Vaticano no pueden obviar a la hora de mirar el diálogo que se desarrolla en Venezuela.

Frente a la crisis humanitaria que se sufre en Venezuela está en contraposición el interés más importante para los Estados Unidos y el Vaticano en amarrar un acuerdo de paz a juro, como sea, rápido, en Colombia.

La ayuda de Venezuela ha sido esencial para este proceso de pacificación.

No por las declaraciones de solidaridad  ni las gestiones de buenos oficios.

Venezuela ha cedido parte de su territorio para convertirlo en “zona de aliviadero” de la guerrilla colombiana y “zona franca” para el tráfico de droga.

La guerrilla colombiana ha dejado de operar del lado colombiano honrando así los acuerdos de paz pero manteniendo intacta la fuerza de sus operaciones de narcotráfico y extorsión ahora desde territorio venezolano.

Un cambio de gobierno en Venezuela seguramente reivindicaría una política de defensa del territorio y acabaría con este pacto implícito que beneficia a la guerrilla.

En el caso de Cuba analistas norteamericanos aseguran que la inserción de la isla en el sistema de relaciones capitalistas del hemisferio necesitará de dinero, mucho dinero.

Por supuesto, Venezuela hasta ahora ha mantenido una subvención petrolera que estaría financiando ese proceso de transición económica en Cuba.

Un nuevo gobierno en Venezuela posiblemente acabaría con esta beca que tiene Cuba y daría al traste con los cálculos de los EEUU a la hora de responder de dónde saldrán los dólares para financiar la transición económica en la Isla.

La situación con Cuba tendrá cambios que no se pueden pronosticar porque dependerán de las relaciones entre la nueva administración Trump y el gobierno ruso de Putin.

Las relaciones USA-Rusia y su desarrollo determinarán si últimamente Rusia sigue apoyando a Venezuela y si los Estados Unidos decide cambiar su política con Cuba y Venezuela.

Por esto se entiende que cualquier solución a la crisis política en Venezuela no vendrá en avión.

Cualquier solución a la crisis política dependerá de la capacidad propia que tengan las fuerzas democráticas en desafiar al régimen y su estrategia geopolítica del horror.



jueves, 24 de noviembre de 2016

¿Quien capitaliza el descontento en la calle?

La situación de caos e inestabilidad no beneficia a nadie.

Pero esa es la realidad.

No hay comida, ni medicinas suficientes para atender la demanda.

Las colas en las tiendas se quintuplican.

Enfermedades y muertes aumentan en los hospitales.

Desesperanza e impotencia con bastante rabia es lo que se respira en la calle.

Todo menos resignación.

Por su parte gobierno y MUD parecen profundamente divididos en facciones irreconciliables.

Unos porque se niegan a entregar el poder.

Otros porque antes de llegar al poder ya se lo están repartiendo.

Crisis social y económica combinada con un dramático vacío político y ausencia de gobernabilidad es una peligrosa situación que puede arrollar sin distingos a gobierno y oposición.

Alguien está capitalizando la ira que reina en la calle.

No es el gobierno, tampoco la MUD.



miércoles, 23 de noviembre de 2016

Sociedad civil no debe repetir errores de la MUD

Hoy hasta los representantes más moderados de la MUD admiten que la MUD se equivocó.

Por eso ya llevan dos días de catarsis analizando dónde están y hacia dónde van.

El problema de diseño de la estrategia de oposición de la MUD fue pensar desde el principio que la MUD sola era capaz de derrocar a la dictadura.

Ingenuidad.

El régimen bolivariano con casi 20 años en el poder no es cosa fácil de deponer.

Se requiere de una estrategia amplia e inclusiva de otros sectores de la sociedad.

La MUD estaba preparada eficientemente para operar con éxito como una alianza electoral en caso de elecciones.

Pero lo que hay planteado en el horizonte es una lucha política larga y compleja donde las elecciones no figuran por ninguna parte.

Ahora al final del año la MUD siente la presión y admite que efectivamente los objetivos no se han logrado y como se ven las cosas no se lograrán en el futuro inmediato.

Por su parte el gobierno sigue haciendo fiesta con el diálogo.

El régimen juega al enredo.

Por eso, aprovechando la crisis en la alianza opositora el régimen abre la puerta para que otros sectores se incorporen al diálogo.

¡Es otra trampa!

Es simplemente un esfuerzo para terminar de empastelar el diálogo lo cual le daría tiempo y oportunidad al régimen en el 2017.

Algunos sectores de la sociedad civil marginados de las decisiones del gobierno y la MUD, desesperados por la tragedia nacional ya han pisado el peine de buena fe.

Se habla de incluir por separado en el diálogo a empresarios, trabajadores, estudiantes, partidos  minoritarios, colectivos, etc.

De ser así los intentos de la oposición se verán diluidos en una conversa sin fin que no tendrá sentido ni resultados.

El régimen juega a la estrategia militar más milenaria y efectiva de todas: Divide y vencerás.

No, lo que la sociedad civil y las fuerzas sociales y políticas de oposición al régimen deben hacer es nuclear primero en un Frente Unitario de Ciudadanos para coordinar las tareas de derrocamiento del régimen.

Una vez que ese Frente Unitario o Junta Patriótica o como se le quiera llamar esté conformado entonces sí se podrían unificar criterios y acción para llevar una sola voz a dialogar con el régimen desde una posición de poder y no de debilidad.

Primero lo primero.

Los ciudadanos que están contra el régimen tienen que sumar fuerzas para poder avanzar.

No se pueden repetir los errores de la MUD



martes, 22 de noviembre de 2016

Terquedad del régimen y debilidad de la MUD provocarán implosión política

Parece que llegó la hora de poner los pies en la tierra.

No se trata de propagar más desesperanza de la que ya hay en la calle.

Se trata de ser realistas.

Se nos fue el año 2016 en intentos fallidos de deponer al régimen.

Esto no se ha logrado y parece que no se logrará en lo inmediato.

Al menos no por la vía normal, democrática.

La mayoría del país, el 80% de los venezolanos, y esto incluye a chavistas, quieren un cambio de presidente y un cambio de gobierno.

Entonces los del lado de acá somos la mayoría.

Pero el asalto a los poderes públicos no permite que esa mayoría se exprese y pueda accionar los mecanismos democráticos para el cambio.

Tenemos la calle, pero la presión popular no parece ser suficiente para concretarse en acciones que derroquen la dictadura.

Sin embargo, la combinación de presión de calle más crisis social y económica es una mezcla que obligó al gobierno a tirarle un señuelo a la MUD para ganar tiempo.

La apuesta del régimen es que con un poco de tiempo de su lado tendría más dólares para enfrentar y tratar de ganar unas elecciones.

Deseos no preñan, dice.

Mientras eso se resuelve la estrategia del régimen es diferir cualquier conteo electoral que pueda perder (esto no incluye la cayapa electoral que montarán en amazonas).

Como este diferimiento hiede a golpe de estado el régimen promovió un falso diálogo para lograr cierta aquiescencia de la comunidad internacional y el Vaticano a su siniestra intención.

Ahí se nos ha ido el tiempo y muy posiblemente ahí se irá buena parte del 2017 hasta que finalmente se diga que materialmente no es posible hacer ninguna elección.

Ni siquiera las de gobernadores que fue metida en el mismo saco del diferimiento.

Mientras la MUD revisa su estrategia para ver qué salió mal y por qué, el gobierno sigue cruzando los dedos casi seguro que muy pronto cruzará la barrera del 10 de enero y seguramente todos los otros lapsos para continuar en el poder.

Pero, hay un pero.

La crisis y el deterioro social y económico no se detiene.

Por el contrario se agudiza cada hora sin que se vea con claridad que podría hacer el gobierno para evitarlo.

Ante la terquedad del régimen en negar cualquier salida democrática y la debilidad de la oposición política Venezuela queda suspendida en un  vacío donde cualquier cosa puede pasar.

Por esto en otros análisis hemos asomado el escenario de la implosión o el derrumbe desde adentro.

Esto podría ocurrir en un escenario de caos total donde ni gobierno ni MUD estarían en condiciones de capitalizar y canalizar esa energía desatada en la calle.



lunes, 21 de noviembre de 2016

Las tareas y las prioridades de la MUD

Se habla mucho en estos días de las diferencias internas en la MUD.

De hecho hay enfoques totalmente contradictorios sobre cómo enfrentar a la dictadura.

¿Calle?

¿Diálogo?

¿O quizás una combinación de ambos?

Estas diferencias son naturales entre partidos con agendas políticas disímiles.

El reto para la MUD es encontrar lo que los une y definir una estrategia unitaria y eficiente para derrotar a la dictadura.

Eso quizás pasa por un proceso de análisis y catarsis sobre los errores que se han cometido y la forma de superarlos.

Errores en la forma de comunicar los alcances del diálogo.

Errores a la hora de informar los resultados.

Errores al desconvocar las manifestaciones de calle.

Pero siendo todo esto cierto no es menos cierto es que con todos sus errores la MUD ha logrado llevar a la oposición a una posición de avance estratégico.

Muy a pesar de los errores.

Aun así la MUD en su conjunto no puede seguir ignorando sectores y fuerzas sociales que son necesarios para derrotar a la dictadura.

Esta discusión debería incluir una valoración si es una alianza estrictamente electoral lo que se necesita en esta coyuntura o más bien un frente de unidad nacional que sea inclusivo de diversas fuerzas políticas y sociales.

Ojala que en las reuniones que sostendrán en las próximas horas haya quien proponga un horizonte de lucha realista y de largo plazo, que supere la ilusión del cortoplacismo electoral.

Porque elecciones NO hay.

Ni habrá mientras el régimen esté contra las cuerdas.

Para que haya elecciones primero hay que recuperar la democracia.

Las tareas para derrocar la dictadura deberían ser las prioridades en cualquier debate interno de la MUD.

Todo lo demás sería un ejercicio terapéutico innecesario.



domingo, 20 de noviembre de 2016

Los tiempos bíblicos del diálogo

Los negociadores del gobierno y la MUD en el proceso de diálogo tienen que lidiar con numerosas presiones internas y externas.

Tratar de negociar con una dictadura que está en fase terminal y se resiste a morir es muy complejo.

Los chilenos saben de eso.

Aquí se logró mover algo con la presencia del vaticano en la mesa.

Pero el costo político para la oposición parece más elevado que el que paga el régimen moribundo.

La gloriosa oposición que movilizó más de un millón de personas a la calle en septiembre hoy parece perder la confianza de millones también.

El gobierno no puede perder más en términos de credibilidad y confianza porque ya lo perdió todo.

Mientras los negociadores tratan de encontrar un espacio donde puedan funcionar las tesis del gobierno y a oposicion el tiempo pasa y desespera.

Cada hora en la mesa de negociaciones parece un año.

Debe ser agotador.

Pero en la calle cada hora se siente como una eternidad.

Un sufrimiento de nunca acabar mientras los negociadores hacen su trabajo.

Bien por aquellos que aún creen que al final se sacará algo positivo de ese diálogo.

Ojala.

Muy mal para quienes enfrentan la pesadilla diaria de un país en ruinas.

Para ellos una solución negociada en tiempos bíblicos no resuelve nada.

La MUD debe replantear los términos y las expectativas del diálogo.

Porque la crisis no se está desarrollando en tiempos bíblicos, sino en tiempo real.

Si no que se asomen a la ventana.