lunes, 31 de octubre de 2016

El régimen aborta el cambio político con el falso diálogo

El diálogo es falso sencillamente porque no es sincero.

No hay transparencia.

Anoche quedó claro.

El régimen repite la misma fórmula del 2004 para abortar el cambio político.

Todo el pais apoya el diálogo sobre bases honestas y sinceras, no como subterfugio para darle más oxígeno a la dictadura.

Lo que ocurrió anoche y hoy en la madrugada confirma que la oposición representada en la MUD se siente presionada en buscar una salida política a la crisis que conjure el peligro de la violencia.

Eso pasa necesariamente por cumplir ciertas condiciones con evidentes riesgos políticos como el sentarse con el adversario para explorar opciones al conflicto.

El problema no está con la buena fe de la oposición.

El problema es que mientras la oposición acude con buenas intenciones ya el régimen de entrada, desde el mismo sitio de las reuniones, está manipulando para sacarle provecho a una jornada que debió ser constructiva.

Basta ver las transmisión de Venezolana de Televisión o la redacción final del documento de pre diálogo para entender que el régimen quiere reeditar su estrategia del 2004 para burlarse una vez más de la voluntad nacional.

Es correcto que la oposición no deje espacios vacíos para ir a plantear sus posiciones y demandas.

Pero no puede la oposición y la MUD ir a una negociación de manos atadas a suscribir una metodología y un cronograma que a todas luces favorece al gobierno.

A pesar de las buenas intenciones hoy hay más incertidumbre.

Quedan tan solo 70 días para poder hacer efectivo el revocatorio y no se ven señales que el gobierno lo vaya a aceptar,

Lo único que posiblemente acepte el gobierno son unas elecciones generales en el 2018.

Lo cual tambien seria una  estafa porque le extenderían el periodo a los gobernadores sin ningún motivo.

Hay que recordar, revisar y estudiar las lecciones de la mesa de negociaciones y acuerdos del 2004 para entender por dónde viene el gobierno.

Hoy queda muy claro lo que quiere el gobierno con el diálogo: posponer cualquier elección hasta que las pueda ganar.

Lo que hoy no está claro es que puede lograr la oposición con un diálogo que arrancó manipulado desde el comienzo.

La MUD debe resolver sus diferencias internas para recuperar el consenso en sus decisiones y reservarse el derecho de replantear las condiciones sobre las cuales asiste a ese diálogo.

La iniciativa del diálogo no es ni buena ni mala en sí misma.

Todo depende de hacia dónde dirige.

Si eso no está claro desde el principio podemos llegar rápidamente a ninguna parte.




domingo, 30 de octubre de 2016

No hay condiciones para el diálogo

Mientras el régimen siga manejando el falso diálogo como una estratagema para burlar la Constitución y la voluntad de la sociedad no es posible que haya diálogo.

El gobierno sigue maniobrando para usar el diálogo como una forma de amarrarse al poder.

Así es imposible dialogar.

Y menos negociar.

Hoy un representante de la MUD acudirá al encuentro avalado por el Vaticano en Caracas para tratar de entender por fin que es lo que quiere o propone el gobierno.

Pero hasta ahí.

No se pueden crear más expectativas sobre un proceso que hasta ahora solo ha probado la falta de sinceridad del régimen y su voluntad de ignorar la crisis política y social.

La mayoría de los partidos que integran la MUD y las fuerzas sociales del país quieren un diálogo sincero, genuino, honesto que aborde las opciones para salir de la crisis provocada por el régimen.

Pero quizás pedir un gesto sincero de honestidad del régimen es esperar demasiado.

Sin embargo, hay que apostar que en algún momento la sensatez y el sentido común se logren imponer por encima de los arrebatos suicidas y hormonales que en estos tiempos caracterizan a los operadores del régimen.

Si, el país entero exige diálogo.

Pero no para seguir en lo mismo.




sábado, 29 de octubre de 2016

Sentencia del TSJ sobre nacionalidad de Maduro busca calmar a los militares

Si algo hemos aprendido en estos 17 años de régimen bolivariano es que el gobierno no hace nada al azar.

Todo tiene un sentido.

Una lógica.

A veces no es fácil adivinarles las maniobras por la cantidad de intereses y facciones que están en lucha y se reparten el poder del gobierno chavista.

El último bastión que le queda al régimen para mantenerse en el poder son los militares.

El gobierno perdió apoyo popular y hasta la capacidad para movilizarse políticamente en la calle con el PSUV y sus aliados.

Los militares y los operadores que aún le reportan al régimen desde el TSJ y el CNE son los únicos sostenes de un gobierno que está técnicamente caído.

Pero hay que aclarar.

La gran mayoría de los militares de diferentes rangos y jerarquías se consideran chavistas.

Pero no todos son maduristas.

La gran mayoría de los efectivos de las fuerzas armadas hace uso de la beligerancia que les otorgó el régimen para expresar públicamente su rechazo al presidente Maduro.

Hay miles de razones para esto.

La corrupción de los superiores y del régimen, el deterioro de la calidad de vida de los militares y la desmoralización en general de pertenecer a una fuerza armada que nadie respeta fuera de los cuarteles.

Pero hay una razón que es particularmente enconosa para los militares.

La nacionalidad de Nicolás Maduro.

El régimen bolivariano se ha dado el lujo de falisficar actos de gobiernos, actas de nacimiento y de defunción, cambiar a su antojo decretos y leyes luego de publicados en la Gaceta Oficial.

Todo esto ocurre porque se trata de una dictadura que gobierna sin controles y sin contrapesos.

Uno de estos exabruptos es el misterio de la nacionalidad de Nicolás Maduro.

Ni siquiera el régimen logró ponerse de acuerdo y hubo tres versiones sobre su supuesto lugar de nacimiento.

Hasta que ayer el TSJ decidió echarse el muerto encima y pasando por encima de leyes, procedimientos y evidencias decretó una cuarta forma para nacionalizar a Nicolás Maduro: vía sentencia judicial express.

La decisión del TSJ no tiene sustento legal.

Es la respuesta política al virulento rechazo que se respira en la FANB en contra de Nicolás maduro.

Que haya corrupción, desmoralización y desmantelamiento de las FANB, eso lo rechazan pero lo entienden los oficiales.

Lo que ningún militar puede explicar es como seguir las órdenes de un Comandante en jefe cuya nacionalidad no solo es dudosa sino que es presumiblemente colombiana.

Ser dirigidos por un extranjero es pedirle demasiado a unos militares que han sido permisivos con el régimen.

Es como herir el amor propio de un soldado que ha sido formado bajo las ideas de soberanía, territorialidad y patriotismo, aunque ya nadie crea en ellas.

La decisión del TSJ busca atajar la ola de insubordinación que cree en los cuarteles con cualquier motivo, siendo uno de ellos la convicción de estar comandados por un extranjero.

No es casual que la sentencia del TSJ se haya producido horas después del histórico discurso de Padrino López a las FANB donde encarecidamente pide no atender los llamados de insubordinación.

La mala noticia para el régimen es que el remedio resultó peor que la enfermedad.  

Ahora la duda es mayor y Nicolás Maduro quizás no sea venezolano, nunca lo fue y todo es una farsa que tratan de ocultar en forma burda.

La sentencia del TSJ no resuelve el problema de fondo.

Deja muchas interrogantes sin contestar.

No habrá calma.

Ni en los cuarteles.




viernes, 28 de octubre de 2016

¿Por qué nos paramos hoy?

Hoy es el paro cívico nacional, concebido como una acción ciudadana de protesta en contra de la dictadura bolivariana.

Es la cesación de actividades por 12 horas para decirle al régimen y sus esquiroles militares que deben abandonar el poder para que Venezuela retorne a la libertad y la democracia.

Pero esta cesación de actividades es en realidad simbólica, porque el país está técnicamente parado desde hace tiempo.

Con instituciones degradadas y que no funcionan.

Con una economía colapsada.

Con mercados vacíos donde no se consigue comida.

Con unas fuerzas militares y policiales que no son capaces siquiera de defender a sus efectivos, menos al resto de los ciudadanos.

Con un régimen sin planes ni políticas y que improvisa a cada momento.

Con un país donde no hay suficientes unidades de transporte por falta de renovación y mantenimiento.

Con un país donde no se produce lo que se come como manda la doctrina socialista.

Con un país que ha entregado su soberanía a Cuba.

Venezuela está de hecho colapsada, paralizada.

La jornada de protesta de hoy es para ponerle un freno a la dictadura.

Pero también para recordarnos a nosotros mismos que este modelo de país destrozado y paralizado durante el régimen bolivariano no es el modelo de lo normal.

Hoy nos paramos para decirle al régimen y decirnos a nosotros mismo que esto tiene que cambiar.

Ahora y para siempre.




jueves, 27 de octubre de 2016

¿Por qué no hubo represión en Caracas ayer?

Primero lo primero.

La toma de Venezuela fue un extraordinario éxito para la oposición y el país en general.

Millones de venezolanos se lanzaron a la calle a exigir, una vez más, la salida de la dictadura.

Pero esta vez con más gente y más presión.

Es evidente que la oposición mantienen su “momentum” en la calle.

Prueba de ello es que ayer por primera vez en muchos años no hubo contramarcha del oficialismo.

A pesar de todos los esfuerzos públicos que hicieron para concentrar empleados de PDVSA La Campiña para apoyar al régimen la gente, aún pagandoles, no apareció.

Muy mal signo para un gobierno que ya ni siquiera cuenta con el apoyo de sus activistas pagados.

Pero mientras millones salían a protestar contra la dictadura en las calles y avenidas de Caracas otros tantos eran perseguidos y masacrados en los estados.

En las primeras horas del día fue notoria la ausencia de militares y policías en Caracas a diferencia de otras oportunidades como en Agosto y Septiembre cuando las protestas fueron brutalmente reprimidas.

Curiosamente mientras en Caracas la manifestación contra el régimen avanzaba con contratiempos menores como los bloqueos policiales de puntos de acceso a la ciudad capital, en la mayoría de los estados se vivía una batalla cruenta entre las policías del gobierno y el pueblo.

¿Por qué?

Porque el chavismo oficialista está dividido.

Hay un grupo que ya está listo para conceder y tirar la toalla ante la avasallante presión popular.

Estos quieren tratar de cuidar lo poco que queda del chavismo y negociar algunas garantías y protecciones para algunos de sus representantes.

Pero hay otro grupo de chavistas en el gobierno que están involucrados en casos patentes de corrupción y tortura para quienes será muy difícil negociar algún tipo de perdón o beneficio cuando venga la transición.

Estos operadores son los que más se han radicalizado y los primeros que se están alineando con Diosdado Cabello en su jugada suicida.

Ayer, una vez más, quedó en evidencia la división del chavismo en el gobierno.

Quienes controlaban militar y policialmente Caracas tenían órdenes expresas del General Vladimir Padrino López de no caer en provocaciones y evitar la violencia la cual, en caso de ocurrir, se sumaría al saldo ya negativo de abusos del régimen.

Por el contrario en las regiones, con los gobernadores se juegan otros intereses.

Arias Cárdenas, Ameliach, Vielma Mora, El Aissami, todos ellos tienen sus propias agendas e intereses al margen del gobierno y el PSUV.

Varios de estos gobernadores se ven desde ya fuera de las negociaciones gobierno-oposición y temen que el cogollo del PSUV en Caracas los haga pagar por los crímenes del régimen.

Porque ciertamente por toda la corrupción, el saqueo y los asesinatos de estos 17 años alguien tiene que pagar.

De eso no hay duda.

¿Pero quienes pagan?

¿El Presidente? ¿Los Ministros? ¿Los gobernadores? ¿Los generales del alto mando? ¿Las rectoras del CNE? ¿Quien?

La lista y los miedos crecen cada minuto.

Y esos miedos son los que han provocado que varios operadores del régimen saboteen desde todo ángulo no sólo el diálogo sino cualquier salida democrática que implique entregar el poder.

Los estados donde hubo represión policial y militar  innecesaria  ayer son los que desde ya integran el grupo de Diosdado Cabello quien alentó la violencia como una estrategia para radicalizar a la mayoría chavista.

Muy hábilmente Diosdado, que tiene la mano metida en las decisiones claves del régimen, no dice “vienen por mi”.

Con extrema astucia ha convencido a varios operadores del chavismo que la solución es “patria o muerte” y dice “vienen por todos nosotros” como una forma de blindarse cuando llegue la hora de rendición de cuentas.

La represión de ayer fue salvaje, brutal e inhumana tal como lo muestran las imágenes que corren por las redes sociales.

Muestra el pragmatismo y la sangre fría de quienes están dispuestos a hacer lo que sea para salvar su pellejo.

El problema para los radicales “patria o muerte” del chavismo en el régimen es que el tiempo se agota.

Y muchos comienzan a sacar cuentas que unos delitos pesan más que otros.

Sobre todo los de lesa humanidad que pueden ser ventilados en instancias internacionales.




miércoles, 26 de octubre de 2016

Hay problemas en las FANB

Y muchos.

No solo son las pésimas e insalubres condiciones en los cuarteles.

Ni la disminución de las raciones de comida.

Ni recibir barritas de chocolate en lugar de una comida completa.

Ni el uso de equipo militar inservible para prácticas y simulacros.

Ni los actos de insubordinación permanente que de ser castigados no habría suficientes celdas de castigo.

A todo esto se suma la decepción y el desengaño de los soldados con un régimen que dice defender a los más humildes pero que solo ha servido para enriquecer a unos cuantos.

Y en esos cuantos, numerosos generales.

La fibra de lealtad de los militares con la revolución está rota desde hace mucho tiempo.

Y lo más grave es que el malestar y la indignación ahora se dirige a los generales corruptos que prostituyeron la institución.

Por eso el discurso del general Vladimir Padrino López ayer no puede pasar por debajo de la mesa.

No fue un discurso para los políticos.

Fue un mensaje agónico y desesperado de Comandante que mira impotente como se desmantela la institución entre la insubordinación, la corrupción y el caos.

Sería ingenuo pensar que los militares venezolanos son químicamente puros y están vacunados contra el peligroso virus del descontento.

De ser así Padrino López no habría hablado ayer ni Diosdado Cabello estaría pidiendo “calma y cordura” donde justamente hay malestar y descontento.

Los militares, a pesar de su uniforme, son venezolanos que tienen familias civiles que padecen las mismas miserias que el resto de la sociedad.

Pero para ellos la frustración es doble porque también tienen que cargar con los insultos en la calle de quienes los ven como títeres del régimen.

Esa contradicción de tener que defender a ciegas una dictadura en la cual ya no creen parece estar llegando a un punto de definición.

Esta situación parece estar resolviendose con la gran cantidad de militares de diferentes jerarquías que conversan sobre cómo aplicar las premisas del artículo 350 de la Constitución.

Así como el régimen ha desarrollado un golpe de estado y una dictadura inédita, atípica, con barniz democrático desde 1999, de la misma forma se puede anticipar que la sublevación de los militares contra la dictadura será inédita.

No esperen movimientos de tanquetas o desplazamientos de contingentes de una guarnición a otra.

No. Esta vez, muy posiblemente, será una huelga de brazos caídos para rehusarse a cumplir órdenes que van en contra de la Constitución y el estado de derecho.

Llegado el momento el alto mando militar y en especial el General Padrino López no podrán ignorar el reclamo de sus oficiales y soldados.

Hay una profunda crisis en el mundo militar.

Hay problemas.

Negarlos no ayudará en nada al régimen.




martes, 25 de octubre de 2016

Sin transparencia no es posible avanzar

La MUD no puede repetir los errores del régimen.

Uno de los más graves es la oscuridad y falta de transparencia en el manejo de la agenda pública característico de toda dictadura.

De ellos se espera. Son por naturaleza arbitrarios e irracionales.

Se entiende que hay elementos de táctica y estrategia que no se puede comunicar públicamente para no alertar al adversario.

Pero los sustancial, los aspectos de fondo deben estar muy caros desde el principio.

Los temas de gobernabilidad, legitimidad y respeto a las garantías constitucionales deben quedar muy claros desde el comienzo.

Sobre todo con un régimen mentiroso y tramposo al cual no se puede creer ni su partida de nacimiento.

El país le ha dado y le sigue dando un voto de confianza a la MUD.

Pero esa confianza no es un cheque en blanco.

Ese aval está condicionado a entender hacia dónde vamos.

O mejor dicho, hacia dónde nos llevan.

Lo menos que los ciudadanos pueden esperar de la MUD es transparencia.

Claridad en las intenciones y los objetivos.

Lo de ayer fue preocupante.

Que hayan enviado a Chuo Torrealba a las sesiones de diálogo con el gobierno y la Iglesia para luego decir vía redes sociales que no sabían de eso...es poco serio.

Si estamos de acuerdo que la derrota del régimen pasa por la unidad de todas las fuerzas sociales del país lo menos que se puede esperar es la unión sincera de las fuerzas políticas opositoras con respeto a las diferencias lógicas y naturales.

La MUD tiene que mejorar la capacidad de comunicación entre sus miembros y entre ellos y la sociedad.

La ausencia de transparencia y el abuso del secretismo y la maledicencia solo le hace el juego a los laboratorios del régimen.

No caigamos en esa trampa.

No caigan en esa trampa.

Nunca antes habíamos estado tan cerca de derrotar al régimen.

No permitamos que las ambiciones personales desplacen la agenda nacional para el cambio democrático.

Sin transparencia será muy difícil generar confianza para acumular fuerzas y derrotar la dictadura.

Sin transparencia todo es más difícil.




lunes, 24 de octubre de 2016

Los delincuentes asaltaron la Asamblea Nacional

Lo que se vio ayer en la sede de la Asamblea Nacional es una pequeña muestra de lo que viene en las próximas semanas.

El régimen desesperado por retener el poder juega al caos y a la violencia.

Es su última carta.

Es el recurso final de quién sabe ya lo ha perdido todo, o casi todo.

Por alguna razón ayer se cruzaron los cables oficialistas en la AN.

Mientras Jorge Rodríguez liberó y movilizó a un grupo de malandros a la sede de la AN para amedrentar a los diputados de la oposición por otra parte los representantes del mismo régimen le reclamaban el saboteo y tratan de desmarcarse de las imágenes vergonzosas que recorrieron el mundo.

Patético.

Una pequeña banda de 50-60 antisociales sacados de los calabozos de Policaracas trataron de sabotear la sesión de la AN.

Se auto definieron como pueblo y entraron campantes a la sede del parlamento ante la mirada complaciente del general Zavarse y su cuadrilla de GNB que estaban allí para supuestamente proteger la inmunidad de los parlamentarios.

Luego de los saqueos e intentos de linchamientos a opositores (Caso de Jesús Montilla capturado in fraganti en cámara tratando de entregar al abogado Carlos Bravo a la jauría enardecida) le tocó a Jorge Rodríguez que recibir el reclamo de Héctor Rodríguez y acudir a la sede del parlamento a sacar a sus malandros.

Pero ya el daño estaba hecho.

Por si hacían falta pruebas, ayer las imágenes del asalto a la sede de la AN recorrían el mundo confirmando, como efectivamente ya se sabe, que Venezuela está gobernada por una dictadura.

Y que esta dictadura no escatima en usar delincuentes para sus siniestros propósitos.