viernes, 30 de septiembre de 2016

La ética del camarada Ruperti

La moral y la ética son valores que se extraviaron bien temprano en la revolución bolivariana.

El pretexto pragmático de hacerlo todo por la revolución ha justificado la corrupción más aberrante y la degradación moral del régimen.

En ese “hacerlo todo” cayeron las operaciones más burdas de saqueo al tesoro público, la asignación de millonarios contratos sin licitación y sin contraloria, y hasta relaciones estables con redes del narcotráfico.

En su ceguera suicida los operadores del régimen en lugar de condenar la bancarrota moral del chavismo la celebran.

En lugar de luchar contra la corrupción, la justifican.

En lugar de hacer justicia y desprenderse de los vínculos con el narcotráfico, lo esconden.

Y en ese afán de justificar lo inmoral para defender la revolución fueron apareciendo elementos como Wilmer Ruperti que sin enfado se asimilaron a las elites del poder chavista para recibir sus bondades.

Así una nueva oligarquía de empresarios y contratistas corruptos fueron secuestrando a la Revolución bolivariana desde sus propias entrañas.

Y los políticos chavistas con una penosa fragilidad ideológica quedaron reducidos al simple papel de pedigüeños limosneando las sobras de los que manejan el dinero y el poder.

En el chavismo tienen que coexistir los empresarios corruptos y los arribistas con los chavistas de abajo los que aún creen de buena fe en ese culto.

Los chavistas de abajo son los que nunca participan en las secretas celebraciones orgiásticas del poder.

Esos no van a los sitios reservados para los corruptos y los pedigüeños.

Los chavistas de abajo son unos héroes porque están pelando, sufriendo como el resto de los venezolanos pero a cambio de nada todavía siguen ciegamente a la revolución.

Pero esa revolución que siguen no es la misma de Wilmer Ruperti.

El camarada Ruperti no sufre como el resto de los chavistas.

El Camarada Ruperti ha sido bendecido con un aguacero de contratos de PDVSA que le permite llevar la vida de un magnate mientras los camaradas de abajo solo comen una vez al día o ninguna.

La ética del camarada Ruperti es tan endeble como las odas del chavismo en contra de la corrupción.

La ética del camarada Ruperti está basada en un pragmatismo que le permite sin enfado decir que pagar con los beneficios que ha obtenido de sus contratos con PDVSA es...un deber patriótico.

Pero la ética bolivariana de Ruperti no parece coincidir con la ética del resto de los chavistas que no han sido favorecidos por la suerte.

Si los chavistas de base estuviesen de acuerdo con eso de que defender a los narco sobrinos “es un deber patriótico” entonces Nicolás Maduro y Cilia Flores le habrían encomendado a Jorge Rodríguez y Diosdado Cabello organizar una colecta pública de dinero para pagar por su defensa.

Un potazo para defender a los revolucionarios sobrinos de Cilia.

“Compatriota, dona una dia de tu salario para pagar por la defensa de los sobrinos de la primera Combatiente Cilia Flores, hoy víctimas de una conspiración del imperio contra la revolución bolivariana.”

O algo parecido.

Pero ocurre que la  gran mayoría de los chavistas de abajo se parecen en casi todo al resto de los venezolanos, menos en eso de ser chavistas.

Para esos chavistas no hay forma de conectar los fines de la revolución con la defensa de dos individuos acusados de narcotráfico.

Para esos chavistas no es posible asimilarse a la ética de Wilmer Ruperti que justifica pagar por la defensa de dos narcotraficantes como un deber patriótico.

Algo anda muy mal en el chavismo cuando narcotráfico y revolución ya no son contradictorios.

O cuando el código moral del chavismo es definido por los patrones éticos del camarada Wilmer Ruperti.


jueves, 29 de septiembre de 2016

¿Revocatorio en el 2016 o el 2017?

Los argumentos contra el revocatorio son tan insostenibles como el mismo régimen.

El gobierno no ha logrado producir una idea para cuestionar la legitimidad del revocatorio

Todo se reduce a tácticas para “convencer” a la oposición que tire la toalla y desista o acciones para sembrar el pesimismo y desmovilizar a la sociedad.

Aunque el gobierno sigue blandiendo su mazo amenazando con usar el TSJ o el CNE para impedir el revocatorio hoy se ve con más claridad que la amenaza era solo eso, una amenaza.

El propósito intimidatorio de la amenaza se ha ido diluyendo con el paso de los días a tiempo que aumenta la rabia y la indignación en la calle.

Ahora el gobierno se enfrenta a sí mismo.

Tiene que resolver si cumple sus amenazas o no.

Por lo que se ve en la calle es muy probable que a pesar de las condiciones casi imposible que estableció el CNE la oposición, en contra de todos los pronósticos, logró recoger más del 20% de las firmas en todos los estados.

De ser así el régimen recibiría un golpe mortal.

No será fácil insistir en hacer el revocatorio 90 días después usando un argumento técnico frente a la masiva avalancha de firmas en contra.

Ese será el último bastión de lucha del régimen.

Tratar por todos los medios de burlar la voluntad de la sociedad una vez más y empujar el referéndum para después del 10 de enero.

Pero esa intención representa ya un cambio en la posición del chavismo oficialista.

Revocatorio, ¿en el 2016 o en el 2017?

Esa es la conversación que hoy domina en el PSUV y el gobierno.


miércoles, 28 de septiembre de 2016

Maduro está enterrando la revolución

La solidaridad automática del chavismo con Nicolás Maduro llega a sus límites.

Se trata de los límites de la supervivencia y la racionalidad.

Aunque algunos operadores como Diosdado y Jorge Rodríguez se muestran inflexibles en público tras bastidores están tratando de negociar, como ya se sabe.

Lo que quieren negociar es su salvación de una casi segura sentencia judicial a menos que sean favorecidos por las bondades de una justicia transicional.

Pero hoy todo es especulación.

Difícil predecir cómo se comportan estos chavistas llegado el momento de las definiciones.

Lo que está claro es que ha llegado el momento de pensar no solo en salvar su propio pellejo, como es natural.

También es hora de pensar en cómo salvar el maltratado legado de Chávez.

El sentimiento de muchos chavistas es que Maduro está enterrando la revolución.

Amarrar la suerte de todo el proyecto político del chavismo y sus operadores a la de Nicolás Maduro es suicida.

Llega el momento en que el chavismo debe pensar en sacrificar a un hombre para tratar de salvarse a sí mismo.

El desprestigio de Maduro no solo arrastra a su gobierno y al PSUV, también se lleva consigo a la revolución con todas sus insignias.

Y de seguir así al final no quedará nada que defender.

Nada.

martes, 27 de septiembre de 2016

La oposición continúa en la ofensiva

Mientras el gobierno estaba “ligando” que la oposición renunciara al revocatorio por desaliento ante unas condiciones ilegales y casi imposibles de cumplir la MUD anuncia que movilizará a la sociedad para buscar las firmas en los términos que plantea la Constitución Nacional.

La respuesta de la MUD al régimen se puede desagregar de la siguiente forma:

  1. Ocurre justamente en el momento en que todas las encuestas reflejan un rechazo de más del 80% a Nicolás Maduro.
  2. Más allá de lo que haga el régimen para tratar de salvar a Maduro este es insalvable en la opinión de la gente y lo que está ocurriendo es que su rechazo comienza a ser ampliamente extensivo a todos los líderes del PSUV y a entidades aliadas como las FANB.
  3. La mayoría de los venezolanos, incluyendo los chavistas, quieren salir de Maduro. La respuesta de la MUD no solo mantiene “momentum” sino que lo amplía al estar en sintonía con la expectativa que hay en la calle.
  4. Buscar las firmas “bajo protesta” de las condiciones inconstitucionales del CNE más las acciones de presión al régimen para que cumpla con la Constitución permiten que algunos sectores de oposición radical efectivamente participen en esta jornada aunque hayan sido críticos de la MUD en el pasado.
  5. La MUD logra reencuadrar el debate político fundamental en términos de un dilema para el régimen: Cumple o no cumple con la Constitución. Esto será clave a la hora de calibrar el futuro comportamiento de las Fuerzas Armadas.
  6. La oposición logra poner en evidencia la parcialidad del CNE y cuestiona su integridad para manejar este y futuros procesos electorales. Esto será determinante para el expediente que se sigue armando en la OEA contra el el régimen venezolano.
  7. La MUD logra resolver, aunque sea temporalmente, las fricciones internas e incluso avanza en la conformación de un frente amplio con otras fuerzas sociales para luchar por el revocatorio. Fracasa la apuesta del régimen para tratar de quebrar la unidad de la oposición.
  8. Lo más importante de todo es que la MUD envía un mensaje  claro a la sociedad de esperanza en el futuro y compromiso de luchar “hasta el final” para lograr el cambio democrático.

Pero el arma clave y no tan secreta de la oposición es tratar de  movilizar a toda la sociedad para hacer de la recolección un referéndum adelantado, masivo y contundente contra el régimen.

Será muy difícil para el gobierno insistir en violar abiertamente la Constitución y desconocer la voluntad de millones de venezolanos que quieren una transición en paz.

Difícil, casi imposible.

lunes, 26 de septiembre de 2016

Las condiciones del CNE cambiarán el 28 de octubre

Hoy la MUD anunciara que va a ir a la recolección de firmas en Octubre bajo protesta.

La oposición aprovechará la oportunidad de recoger las firmas en todo el país para ejercer presión sobre el CNE para que éste rectifique y acepte que el 20% de  las firmas sean las de todo el país y no calculadas por estado.

Hay razones jurídicas sólidas y abundantes antecedentes y jurisprudencia para apoyar el argumento.

Si el CNE y el gobierno insisten en aplicar el criterio del 20% por estado sería otra violación a la Constitución Nacional.

Pero esta violación es diferente.

A diferencias de las otras, esta es impunemente visible antes los ojos del país y el mundo.

Hasta un niño de 3er grado podría leer el artículo 72 de la Constitución e inferir, sin mayor esfuerzo, que las firmas para solicitar el revocatorio contra Nicolás Maduro deben ser recogidas en todo el país porque su crn cunscripcion electoral fue todo el país, no 23 estados.

Y si hasta un niño lo puede atender así es muy probable que Almagro, los embajadores de la OEA y hasta los soldados en los cuarteles tampoco tengan dificultad en entenderlo.

El problema lo tendría el gobierno para explicar la violación.

Si es que efectivamente el gobierno decide violar la Constitución y esto no es más que otro pote de humo.

El gobierno tiene más o menos 30 días para rectificar en su intento de aplicar una condición abiertamente inconstitucional.

La oposición tiene 30 días para movilizar a toda la sociedad en la recolección de las firmas y obligar al régimen a rectificar.

Pero una vez más hay que insistir.

Aunque el conflicto tiene ribetes legales y jurídicos la esencia del problema es política.

Si la sociedad se moviliza en forma masiva y contundente a firmar contra Nicolás Maduro es muy probable que la oposición termine logrando más de 4 millones de firmas en todo el país.

Sería absolutamente irrelevante, que el CNE en la noche del 28 de octubre se empeñe en decir que no hay revocatorio porque la oposición no alcanzó el 20% de las firmas en Amazonas donde quizás faltaron 5 o 10 personas por firmar.


La movilización del país el 26, 27 y 28 de octubre firmando contra Maduro y su régimen será decisiva para cambiar la condiciones ilegales aprobadas por el CNE y presionar para que el revocatorio efectivamente ocurra este año.

Sólo quedan 30 días para luchar y lograrlo.

domingo, 25 de septiembre de 2016

Si se recogen a firmas Maduro debería renunciar

El 90% del país rechaza a Nicolas Maduro

Si los chavistas lo saben ¿Por qué el empeño en mantenerlo?

Defender a Maduro es la operación política más costosa que alguna vez haya emprendido el chavismo.

Y posiblemente sea la última.

Ya el 90% de rechazo que tiene el presidente comienza a erosionar la base de apoyo del PSUV y los militares.

Muchos comienzan a preguntarse si no será mejor sacrificar a un hombre que a toda la revolución.

En ese empeño necio de aferrarse con Nicolás Maduro al poder el chavismo oficialista se ha saltado todas las leyes y ha reducido la Constitución Nacional a menos que un bien de uso higiénico.

Las condiciones que ha puesto el gobierno para reunir las firmas del revocatorio a través del CNE son tan difíciles y casi imposibles de cumplir que de lograrse se trataría de una victoria de proporciones épicas.

Hasta ahora se se han comentado de las dos más polémicas. La exigencia del 20% de las firmas por cada estado y la dramática reducción de captahuellas a 5392 cuando en las internas del PSUV usaron más de 8 mil.

Pero vienen más medidas del mismo calibre para hacer de la recolección de firmas una misión, prácticamente, imposible.

Se habla de limitar drásticamente el horario de la jornada, quizás hasta incluyendo descansos, almuerzos y siestas para los empleados del CNE.

Se dice que una vez vencido el horario cerrarán abruptamente los puntos de recolección aunque haya millares de personas en la cola.

A esto hay que sumar las tácticas intimidatorias que aplicará el régimen para impedir que la gente vaya libremente a firmar.

El problema de esta jornada es que no es igual que una elección normal donde la integridad física del elector está, técnicamente, protegida por el secreto del voto.

En el caso del Revocatorio se presume que cualquier persona que esté haciendo cola para firmar esta declarando públicamente su rechazo al régimen y podría en consecuencia ser objeto de agresiones físicas, persecuciones y retaliaciones.

También hay la posibilidad que el gobierno mande, intencionalmente, a sus activistas para firmar en forma errónea o retardar el proceso.

Todos, todos los recursos del gobierno estarán disponibles para evitar que la oposición logre el 20%.

Porque si lo logra sería muy, muy difícil mantener la tesis de esperar casi 90 días para convocar el referéndum en 2017 en un absoluto fraude a la Constitución.

El punto es que los obstáculos son tan grandes que efectivamente no lograr el mínimo de las firmas en esas condiciones es una posibilidad.

Pero esa posibilidad no debe detener el intento de lograrlas.

Porque si no se logran no será por la falta de voluntad de los electores, será por alguna manipulación técnica del CNE.

Será el CNE diciéndole al país que aunque en 22 estados se consiguieron las firmas tan solo en uno faltaron 5 o 10 firmas para lograr el 20% y por lo tanto no hay referéndum.

Ese no será un buen dia para estar en el pellejo de las rectoras.

Sobre eso hablaremos más adelante.

Pero, si a pesar de todos estos obstáculos, si en contra de todos los pronósticos la oposición logra reunir el 20%, bueno se habrá ganado entonces el derecho a pedir ese mismo día la renuncia de Nicolás Maduro.

Conseguir las firmas en esas condiciones es un mensaje al régimen diciéndole con claridad que no tiene apoyo ni en su casa ni en los cuarteles, que sería mejor adelantar la transición y ahorrarle al país un final de tragedia.

Esa será la conversación del 28 de octubre en la noche.

sábado, 24 de septiembre de 2016

Alguien pide socorro desde el CNE

La presión sobre los operadores del régimen en el TSJ y en el CNE está alcanzado un nivel emocionalmente insoportable.

A los magistrados del TSJ y a las rectoras del CNE les han obligado a fabricar decisiones ilegales y fraudulentas que les acarrea responsabilidad penal.

Es muy probable que a estas alturas varios de estos funcionarios comienzan a preguntarse qué tan lejos están dispuestos a llegar para complacer a su jefes sabiendo de antemano que hay un cambio político al voltear la esquina.

Las declaraciones de la rectora del CNE Socorro Hernández en el programa de TV Vladimir a la 1 fueron brutalmente reveladoras.

Allí la rectora Hernández visiblemente nerviosa e incómoda tuvo que desahogar la angustia que le atormenta desde hace meses al saberse parte de un fraude que la podría llevar algún dia a la cárcel.

La pregunta del periodista Vladimir Villegas “¿Que pasaría si se logra el 20% de las firmas en todos los estados menos en uno, hay o no hay revocatorio…?” provocó que la rectora Hernández discrepara de la posición oficial.

En forma escueta Socorro Hernández respondió con un "...debe haber referéndum...".

Esto se sale de lo que hasta ahora ha sido la posición del CNE oficialista en cuanto a exigir que el 20% de las firmas sea por cada estado y no de todo el país.

Por supuesto, mañana la rectora puede cambiar su opinión.

Es muy probable que el gobierno la presione y le exija retractarse en público.

Lo importante es NO hacerse ilusiones con la idea que el CNE podría, eventualmente, cambiar su criterio absurdo del 20% por estado.

Eso seguirá tal como está.

Lo importante aquí es apreciar que la presión que se ejerce sobre el régimen está provocando nerviosismo en sus operadores y podría llevar incluso a un ablandamiento en su comportamiento, dadas ciertas condiciones.

Las declaraciones de la rectora Hernández contradicen totalmente el criterio del CNE.

Pero al mismo tiempo reflejan la desesperación de una de las operadoras más emblemáticas del régimen pidiendo socorro desde un barco que comienza a naufragar.  

viernes, 23 de septiembre de 2016

Negar el revocatorio es la implosión

La vocación suicida del régimen es definitiva.

La decisión del CNE aprobando condiciones imposibles para convocar el Referéndum Revocatorio niega cualquier salida pacífica, legal y Constitucional a la profunda crisis política que vive Venezuela.

Y al hacerlo, el CNE parece estar sellando en forma definitiva el destino del régimen.

La ironía es que el Revocatorio fue concebido bajo la influencia de la ideología chavista en 1999 como mecanismo para resolver democráticamente una crisis política.

Hoy ese mecanismo es brutalmente negado a la sociedad por un régimen que se sabe amenazado por el rechazo popular.

El Revocatorio podría ser una válvula de escape no solo a la crisis política que vive el país sino también una forma honorable para que el chavismo deje el poder.

Pero dejar el poder es algo que no considera el chavismo oficialista. El daño que han hecho, el dinero que se han robado rebasa cualquier expectativa de perdón inclusive en el marco de la llamada justicia transicional.

Esa certeza de saberse perseguidos y condenados por una justicia imparcial es lo que infunde pánico en operadores del régimen para llevarlos a posiciones extremas y suicidas tales como las asumidas por las rectoras del CNE y los magistrados del TSJ. Ese miedo justifica llevarse al país y sus instituciones por delante.

Negar el referéndum revocatorio, por temor a perder el poder, no resolverá la crisis de legitimidad que enfrenta el régimen. Esta medida solo le otorgará unos meses más de gobierno nominal antes de su inevitable implosión.

Para ese momento el régimen tendrá que enfrentar no solo el contexto social y económico adverso sino también la rabia incontenible de la calle sin cauce institucional para desahogar su frustración.

A esto se suma la conspiración de factores internos del régimen, con vocación menos suicida,  que comenzarán a saltar del barco que se hunde para apostar a su propia supervivencia.

Negar el revocatorio no resolverá los problemas terminales del régimen.

Es como darle aspirina a un enfermo con cáncer.

Y es exactamente lo que acaba de hacer el CNE.

@humbertotweets

jueves, 22 de septiembre de 2016

¿Por qué la oposición debe aceptar las condiciones del CNE?

El CNE aprobó anoche condiciones casi imposibles para convocar el revocatorio.

La recolección del 20% de las firmas es por estado y se limita brutalmente la cantidad de máquinas captahuellas.

El analista Eugenio Martínez ya había advertido un día antes que “ CNE busca condiciones técnicas que hagan imposible lograr el 20%, pero lo suficientemente atractivas para que MUD se arriesgue a intentarlo.”

Las condiciones aprobadas por el CNE son tan sesgadas y arbitrarias que ni siquiera lucen atractivas para la MUD.

Por el contrario, se trata de severas limitaciones que podrían incidir negativamente en el proceso de recolección de firmas.

Sólo basta que un estado, digamos Amazonas, por ejemplo, no alcance el 20% de las firmas para que la solicitud del Revocatorio sea negada.

Esta limitación del 20% por estado es abiertamente inconstitucional. Y esto se entiende porque el Presidente Maduro fue electo por todo el país, no por estados.

Esto quiere decir que a circunscripción electoral del Presidente de la República no son la suma de los estados sino la totalidad del país.

Sería ilusorio esperar que el Tribunal Supremo de Justicia reconozca que se ha cometido un delito contra la Constitución.

Tan iluso como lo fue esperar condiciones distintas de las rectoras del CNE.

Ahora, la pregunta que debate la oposición es ¿se debe ir a un proceso que ha sido totalmente manipulado, es ilegal e inviable?

¿Se debe ir a la recolección de firmas con la casi certeza que quizás uno o dos estados fallen en recoger el 20% y esto determine la muerte del Revocatorio?

La respuesta, en mi opinión, es sí.
Aunque haya la posibilidad de perder y se esté frente a un proceso injusto e ilegal se debe ir con todas las fuerzas a tratar de lograr el 20% de las firmas en cada estado.

¿Por qué?

Porque estamos frente a un problema político, esto no es ni técnico ni jurídico.

Técnicamente el proceso tal como lo plantea el CNE es inviable.

Jurídicamente viola tantas normas de la Constitución Nacional que es nulo de toda nulidad.

Pero políticamente hablando, más allá de ganar o perder un proceso viciado, se trata de una nueva oportunidad para movilizar a la sociedad en  contra del régimen.

Hay quienes dicen que el único beneficio de ir a recoger las firmas en esas condiciones es sólo el consuelo de dar una batalla épica para perder honorablemente.

Creo que el mérito de buscar las firmas en estas condiciones es poner una vez más en evidencia la pérdida total de legitimidad del régimen y su caracter antidemocrático y dictatorial.

Pero hay otro argumento.

Abandonar a estas alturas la petición del revocatorio porque hay el riesgo cierto de no lograr las firmas equivale a la posición del régimen de no contarse en ninguna elección porque sabe que la va a perder.

No es esta precisamente una razón para darle aliento a las masas.

Por supuesto, también hay la pequeña posibilidad que las firmas se logren y el régimen trate de anularlas.

O que sólo faltan 100 o 200 para lograr el objetivo en algunos estados.

Mientras en la oposición se filtran estas angustias, desde el gobierno parecen tener un análisis diferente.

El gobierno calcula que a pesar de las trabas puestas por el CNE la rabia en la calle es tan fuerte que hay una gran posibilidad que la oposición logre vencer los obstáculos y consiga las firmas necesarias en todos los estados.

Por eso, a la decisión infame del CNE se le agregó una última cláusula la cual dice que el Revocatorio  será “a mediados del primer trimestre de 2017”.

En otras palabras, es posible que ustedes consigan las firmas pero el esfuerzo será en  vano porque Revocatorio no habrá en 2016.

Una cosa es decir eso hoy y otra decirlo el 29 de octubre de este año si la oposición en contra de todos los pronósticos logra reunir, efectivamente, el 20% de las firmas por cada estado.

Si la oposición convierte la jornada de recolección de firmas de octubre en una batalla de vida o muerte o en un referéndum en sí mismo contra el régimen, y lo gana, sería muy difícil insistir en convocar el Revocatorio 90 días después.

Esta opción no hay que verla como un lance de dados o en términos de “vamos a ver si recogemos las firmas. Quizás lo logramos.”

Esto hay que verlo como una táctica política calculada.

A pesar de que el objetivo es difícil, casi imposible, hay que hacer todos los esfuerzos necesarios para lograrlo, entendiendo desde ya que si no se logra se trata de una extraordinaria oportunidad para dinamitar la legitimidad del régimen en lo interno y destruir su credibilidad en el plano internacional.

Todo esto pa ocurriría en un contexto social y económico totalmente adverso para el régimen en el último trimestre de este año lo cual agudizará la crisis política y eventualmente podría potenciar las posibilidades de la oposición.  

En resumen, si la MUD se lanza a la búsqueda del 20% de las firmas en las condiciones casi imposibles que fijó el CNE debe definir una estrategia política audaz que vaya más allá de lo meramente electoral.

La MUD estaría obligada a incluir esta acción como parte de una estrategia más ambiciosa y amplia para derrotar al régimen que trascienda el mes de octubre e integre a otras fuerzas sociales a esta lucha.

Solo así tendría sentido salir desde hoy a buscar el 20% de las firmas en cada estado.