lunes, 31 de julio de 2023

¿A quién le interesa la Primaria de la falsa oposición?

La falsa oposición y sus candidatos presidenciales están empeñados en imponer la elección Primaria como el tema nacional del cual deben ocuparse todos los venezolanos. Esto es la consecuencia de la tesis negociadora y colaboracionista de prestarse para la farsa electoral del chavismo en el 2024, sin condiciones ni garantías. Pero fundamentalmente la falsa oposición necesita mostrar algún apoyo popular para aliviar los inevitables efectos de su tesis fallida. Para lograr esto es necesario convertir el asunto de la Primaria en el eje de la discusión y consecuencialmente llamar a la gente a votar bajo el engaño de que es posible derrotar al chavismo con votos.

Pero a pesar del insidioso discurso de la falsa oposición y sus candidatos justificando escoger un candidato unitario para ofrecérselo a Nicolás Maduro en el 2024 la realidad parece ir en una dirección diferente. Escoger un candidato sin previamente definir una propuesta política frente al régimen chavista no luce como una estrategia sostenible y coherente. Menos aún lo es empeñarse en hacerse parte de un fraude electoral y tratar de vencerlo a base de puro voluntarismo.

Todas las dificultades y las intervenciones que ha ejercido el régimen chavista en la elección Primaria han sido presentadas como una batalla épica y definitiva entre el bien y el mal. De esta forma se hacen llamados desesperados a los venezolanos para salvar la elección Primaria de su inminente fracaso, cuando en realidad lo que se quiere salvar es a la dirección política de la falsa oposición y la MUD de su inevitable bancarrota.

Sin duda, el régimen chavista tiene intereses directos en la Primaria de la falsa oposición. No tanto para impedirla o sabotearla pero si en modular y controlar su resultado. A través de las inhabilitaciones, las transferencias de dinero, la intervención de partidos y la concertación con operadores de la MUD vía negociaciones en México el chavismo tiene suficientes maneras de asegurarse un resultado conveniente.

Curiosamente los intereses de la Dirección Política de la falsa oposición se alinean con los del chavismo al no poder controlar los resultados de su propia elección Primaria y enfrentarse al inevitable triunfo de María Corina Machado si la elección se logra realizar en Octubre. La MUD intentó montar un “casting” para presentarle al chavismo un elenco de candidatos de los cuales uno sería el seleccionado “democráticamente” para levantarle la mano a Nicolás Maduro en el 2024. Esto será prácticamente imposible con una María Corina socavando las bases y arrastrando las clientelas de Acción Democrática, Voluntad Popular, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo. Esa es la verdadera emergencia que hoy enfrenta la Primaria de la falsa oposición.

El caos logístico y técnico que rodea hoy a esa elección Primaria no sería suficiente para suspender la elección. Los propios organizadores han reiterado que así sea “bajo una mata de mango”, la Primaria va y de ser así el resultado será uno que pulverice la Dirección Política de la falsa oposición y le arruine el show electorero al régimen chavista.

En este contexto la falsa oposición ya no tiene formas políticas ni legales para detener el efecto sobrevenido de la candidatura de María Corina Machado. Y a menos de 100 días para que se realice el evento es casi inevitable que el chavismo tendrá que volver a intervenir en la Primaria para ayudar a sus socios incapaces de hacer el mandado tal como se les ordenó. Esta nueva intervención podría venir en la forma de decisiones del Tribunal Supremo de Justicia chavista interviniendo a la Comisión de la Primaria, suspendiendo el mismo proceso, o inclusive delegando toda tu organización en el Consejo nacional Electoral chavista. Las opciones abundan y los argumentos de la pseudo legalidad chavista para justificarlas ya han sido anunciados (apoyo a las sanciones, traición a la patria, etc.)

El problema de todo esto que hemos expuesto es ¿A quién realmente le interesa? ¿A quién le puede interesar que la falsa oposición esté fajada con el régimen chavista en hacerse parte del fraude electoral del 2024?

En nuestra opinión los venezolanos que se fueron de Venezuela (¡casi 8 millones!) ya votaron y lo hicieron en contra del chavismo y de la falsa oposición. Por eso se fueron. Los 300 mil que dice la Comisión de Primaria que se inscribieron para votar, de ser cierta la cifra,  se pueden repartir entre los ingenuos y quienes están directamente e indirectamente conectados a los partidos de la falsa oposición. Pero  jamás serán representativos de los 8 millones que están buscando cómo iniciar una nueva vida en otros países y no se sienten identificados ni asociados a la tesis electoral de la falsa oposición.

Los venezolanos que están en Venezuela en su gran mayoría escasamente tienen tiempo para las tareas diarias de supervivencia en un país donde falta todo, incluyendo la comida y el agua, y la vida no está garantizada. Esos venezolanos ven con desconfianza e indiferencia todo este circo de la falsa oposición al ritmo de jingles, slogans y promesas recicladas en un país que se cae a pedazos.

Solo hay dos segmentos de venezolanos que hoy están interesados en la Primaria de la falsa oposición. Los propios falsos opositores y sus candidatos presidenciales para tratar de demostrar que aún tienen apoyo y el chavismo para asegurarse un candidato opositor amaestrado a la medida de sus intereses. Más allá de chavistas y falsos opositores, más allá de quienes han hecho de la política su modus vivendi, más allá de quienes viven de traficar ilusiones están los venezolanos de verdad, los que se fueron y los que se quedan, todos refugiados en el más absoluto escepticismo como única defensa frente a esta infame estafa electoral continuada.- @humbertotweets

jueves, 27 de julio de 2023

Bases chavistas inhabilitan a Nicolás Maduro

Cuando hablamos de chavismo nos referimos a ese complejo ecosistema de bandas y grupos que coexisten y operan dentro del régimen que hoy preside Nicolás Maduro. Allí hay clanes de filiación civil y militar unidos en el propósito de saquear hasta el último céntimo que quede en el tesoro nacional. Estos grupos de operadores políticos que actúan como ejes del régimen se articulan  sobre otros elementos de menor jerarquía en la pirámide en cuyo último eslabón se encuentran las llamadas bases chavistas. Estas no son más que muchedumbres de clientelas usadas para perpetrar fraude electoral, llenarle los mítines a Maduro o ser parte de la audiencia amaestrada en el programa de TV de Diosdado Cabello.

Estas clientelas chavistas actúan como un verdadero lumpen parasitario que es pagado con cajas CLAP y bonos a través del Carnet de la Patria. En otras palabras, estas bases chavistas son vagos a quienes el régimen les paga para hacer bulto en sus eventos y actuar como rompehuelgas y esquiroles cada vez que hay protestas en la calle.

Pero aunque sean muy chavistas y se les pague por su trabajo mercenario estas clientelas no están exentas de las precariedades y penurias de vivir en Venezuela. Así como el resto de los venezolanos estas bases chavistas están sometidas a los mismos padecimientos de sobrevivir en un país sin electricidad, sin agua, y donde el salario no alcanza para comprar comida. De esto no se escapan los miembros del PSUV y los soldados de las FANB, por muy chavistas que sean.

Y aunque el régimen gasta grandes sumas de dinero para convencer a sus bases de que Venezuela no está bien por culpa de las sanciones internacionales, la mayoría de sus huestes que les vienen acompañando desde 1999 lucen fatigadas y desmoralizadas. Lo que es más grave chavistas, civiles y militares, que solo reciben migajas de sus jefes ya no dudan en mostrar públicamente su descontento con el régimen. Esa es la energía que ha potenciado las cada vez más numerosas protestas en la calle y los reclamos que los soldados les hacen a sus comandantes. Las clientelas chavistas que están pasando hambre como el resto de los venezolanos se cansaron de comer patria y ahora quieren comer comida de verdad.

El reclamo cada vez más fuerte de su propia gente es lo que está paralizando la capacidad de operar de Nicolás Maduro. Es la presión de sus propias clientelas chavistas las que inhiben a Nicolás Maduro de acudir a eventos públicos, aunque estos sean altamente planificados, supervisados y controlados, so pena de exponerse al abucheo y el desprecio público tal como ocurrió hace unos días en el estado Zulia. Es el temor a una agresión espontánea de algún militar descontento lo que le impide a Nicolás Maduro presidir los desfiles militares.

No hay duda que el 90% de los venezolanos rechaza y desprecia al régimen de Nicolás Maduro. Pero ese rechazo de nada vale si no se puede expresar y reconocer en forma institucional mientras el chavismo tenga secuestrado el Estado venezolano. El rechazo que verdaderamente cuenta en este momento es el de los propios chavistas, civiles y militares, contra Nicolás Maduro y su régimen.

Estas clientelas no solo están descontentas sino que en muchos casos están armadas. La presión que ejercitan sobre el régimen está operando como una suerte de freno inhibitorio o de verdadera inhabilitación contra Nicolás Maduro quien si eventualmente hay elecciones en el 2024 tendrá que evaluar seriamente hacer su campaña a distancia, lejos de las indignadas muchedumbres chavistas quizás a través de la internet o de un muñeco de plástico (¡súperbigote!) para protegerse de un ataque como los que ya ha sufrido en el pasado.

Tal como lo explicamos la semana pasada, sin dinero suficiente para poner en la calle y apaciguar a sus ariscas y realengas clientelas el chavismo se vería forzado a suspender las elecciones del 2024. Y de mantenerse el fraude electoral en el calendario chavista veremos una campana inusual con un candidato oficialista que sin poder salir a la calle y escondido en un closet es proclamado ganador por el Consejo Electoral chavista.- @humbertotweets 

“En tiranía no se vota”

Fue la propia María Corina Machado quien con acierto y vehemencia hace unos años acuñó la frase “En tiranía no se vota”. Por eso ella fue reconocida como coherente, a diferencia del resto de la falsa oposición, y atacada como radical por los chavistas. No votar en tiranía era un llamado que al mismo tiempo lograba caracterizar la ausencia de garantías y condiciones para unas elecciones transparentes en Venezuela y sintetizaba la voluntad y la posición política de millones de venezolanos renuentes a formar parte de ese concierto dudoso orquestado por el chavismo y su falsa posición.

Pero esa posición razonada y principista de María Corina Machado hoy ha cambiado a una desaforada campaña que llama frenéticamente a votar para sacar al chavismo del poder. ¿Qué pasó? Aún la falsa oposición con Gerardo Blyde a la cabeza insiste en rogarle a Jorge Rodríguez que haga algunas concesiones para unas lecciones más o menos justas. Pero lo concreto es que la ausencia de condiciones y garantías para unas elecciones confiables, que inspiró la consigna de María Corina, no ha cambiado.

En medio de la mayor incertidumbre y el ventajismo del gobierno, que han caracterizado todas las elecciones en Venezuela desde 1999, María Corina Machado, desmarcándose de su otrora coherencia, hoy se declara fervorosa partidaria de las elecciones,  sin garantías ni condiciones. Sin sentirse obligada a dar una explicación por su acrobático viraje María Corina hoy recorre el país seguida con pasión, no por venezolanos esperanzados, sino más bien por clientelas partidistas ilusas y animadas que la siguen para  montarse en el próximo autobús del oportunismo.

No se debe olvidar que la inmensa popularidad de la que goza María Corina Machado, entre quienes creen en elecciones, fue precisamente su rechazo a votar en tiranía mientras no haya condiciones ni garantías en Venezuela. Sin esa posición radical en contra de las elecciones María Corina no podría recorrer Venezuela bañada en popularidad, aunque hoy lo haga para renegar de su discurso de ayer.

Cuando a María Corina se le pide una explicación de su pirueta acrobática como un intento racional y realista de enfrentar electoralmente al Estado chavista con gran sonrisa y emoción, en el mejor estilo críptico, esotérico y nebuloso de los mantras de Voluntad Popular, ella responde y repite “Hasta el final, hasta el final”. Aún hoy no sabemos qué quería decir Leopoldo López y los operadores de VP cuando evadían explicar sus posturas y solo atinaban a repetir el mantra “Vamos bien, vamos bien”.

Quizás tampoco logremos saber el verdadero significado que la expresión “llegar hasta el final” tiene en la desconcertante y laberíntica mente de María Corina Machado. El único final del cual podemos tener certeza todos los venezolanos es el de las ilusiones electorales mientras, a pesar del discurso romántico y encantador de María Corina, una vez más,  quien organiza las elecciones sea el mismo que cuenta los votos y proclama los resultados. @humbertotweets

 

 

 

lunes, 24 de julio de 2023

Votar en la Primaria es apoyar la falsa oposición negociadora y colaboracionista

Todo aquel que nos convoque a oponernos electoralmente al gobierno de Nicolás Maduro en los términos expresados en la Constitución de 1999 está practicando una oposición falsa al régimen, por ilusoria e irreal. ¿Por qué? Porque en Venezuela no existe un Estado nacional venezolano que garantice el derecho a la participación política y la alternabilidad en el poder. Por el contrario, lo que tenemos es el Estado chavista que define en base a su estricta conveniencia lo que se puede y lo que no se puede hacer.

Es el Estado chavista a través de los poderes ejecutivo, judicial, legislativo, electoral y militar quien define los moldes y los límites de la legalidad en Venezuela. En estas condiciones se han celebrado todas las elecciones bajo el régimen chavista. Dentro de la más absoluta oscuridad y el ventajismo el chavismo es quien organiza las elecciones, cuenta los votos y adjudica los cargos. Y si hay reclamos estos, por supuesto, serán resueltos y decididos por el mismo chavismo. Esa es la legalidad que impera en Venezuela y a la cual tanto el chavismo como la falsa oposición nos exigen que nos sometamos, sin derecho a reclamo. Este es el abecé de la política venezolana. Si esto no se entiende, pues no se puede entender nada.

Es obvio el interés y el beneficio para el chavismo al imponernos a todos los venezolanos su particular legalidad. Dentro de ese marco solo hay una opción legal para ejercer la política y esto es el sometimiento. Cualquier intento por subvertir la tiranía será aplastado “legalmente” por ilegal.

Por eso a nadie debería sorprender que el chavismo después de 23 años siga “ganando” elecciones. No es que gane elecciones, es que el Estado chavista tiene el poder político y militar para adjudicarse los resultados que le dé la gana. Esto incluye los mendrugos burocráticos que el chavismo le lanza a su falsa oposición en forma de gobernadores, alcaldes y concejales los cuales son celebrados como victorias épicas sobre el chavismo. No se repara que en realidad esas migajas cumplen un importante papel legitimador del régimen que absorbe y subsume a su falsa oposición.

Racionalmente hablando ¿Cómo se puede esperar algún día un resultado distinto mientras el chavismo organice las elecciones y cuente los votos? En 1999 era muy difícil mostrar y dimensionar la naturaleza criminal del Estado chavista. Inclusive toda la élite política opositora negaba su existencia y optaba por creer que se estaba simplemente frente al mal gobierno de Hugo Chávez que cambiaría democráticamente luego de 5 años.

Desde entonces ha pasado el tiempo y con la evidencia en la mano los venezolanos hemos aprendido que lo que tenemos al frente es algo más que un simple mal gobierno. Lo que tenemos es un régimen político cuya cúpula ha dicho y ha demostrado hasta la saciedad que en nombre de una divinidad mesiánica y revolucionaria jamás entregará el poder. Lo de jamás es un desiderátum aunque ellos le otorguen rango de ley histórica. Sin duda, el chavismo no tendrá la disposición de entregar el poder a menos que sea por la fuerza, y no por la fuerza de unas elecciones precisamente. 

Esto es lo fundamental en la política venezolana del presente. Con esa materia hay que trabajar para modificarla o destruirla, pero no hay otra. De esto son conscientes los veteranos zorros videos de la MUD y los dueños de las franquicias partidistas. Ellos, maestros de las artes electoreras, saben mejor que nadie que mientras las condiciones no cambien es imposible ganarle una elección al chavismo en su sistema electoral. Entonces, no será por ignorancia o torpeza que insisten con denodada necedad en la misma fracasada vía electoral como quien se empeña en darse cabezazos contra la misma pared. ¿Cuál podría ser el beneficio o el secreto placer en esa extraña conducta patológica? ¿Qué podría ser lo que la falsa oposición en forma exclusiva ve que el resto de los venezolanos mortales e indoctos no vemos?

La imagen que comienza a emerger es la de una oposición que finge oponerse al régimen, pero que en realidad se presta para validarlo participando en elecciones y negociaciones. Al validar al régimen esta falsa oposición obtiene el beneficio de validarse a sí misma y ser tolerada por el chavismo como inocua e inofensiva. De esta forma se cierra el círculo donde quien se oponga a esta mascarada política y electoral será atacado por ambos bandos. Desde este ángulo la falsa oposición justifica sus posturas colaboracionistas, negociadoras y electoras como las únicas opciones posibles para oponerse al régimen.

Si los mismos voceros de la falsa oposición admiten que estamos frente a unas elecciones sin condiciones ni garantías que auguran el mismo resultado de siempre entonces hay que preguntarse ¿cuál es el sentido de volver a votar bajo engaño como lo hemos hecho en estos 23 años? ¿Qué es lo que en realidad se busca con escoger en una Primaria a un candidato opositor que no podrá competir contra Nicolás Maduro?

Podría existir otra razón mucho más pragmática que involucra a todos los componentes de esa falsa oposición. Conscientes todos del ventajismo del régimen el objetivo de esa Primaria no sería tanto escoger al candidato opositor sino más bien llevar gente a votar para mostrar ese resultado como un voto de confianza y apoyo a esa dirección política. O sea la misma dirección política que ha fracasado desde 1999, que no ha rendido cuentas de su equivocada tesis electoral, ni siquiera del fraude del gobierno interino, ahora invocará el apoyo 500 mil o un millón de votos para legitimarse como la única oposición posible y básicamente seguir en lo mismo, votando, negociando y colaborando con el régimen chavista.

Al comienzo de su campaña, antes de estar inhabilitada por el chavismo, María Corina Machado justificó la elección Primaria como un proceso para renovar la dirección política de esa oposición. Esa declaración sería una temprana aceptación de la inutilidad e inviabilidad de medirse electoralmente con el régimen en estas condiciones. Esto podría explicar que aun ganando la elección Primaria y sin poder ser inscrita como candidata María Corina aspire a legitimarse como la líder de esa oposición.

Lo que no se puede explicar fácilmente es porque ella quisiera convertirse en la líder de los escombros de esa oposición en bancarrota conformada por Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo. Esa falsa oposición y su tesis electorera, a la cual María Corina se abraza hoy sin ninguna explicación, están condenadas a hacerle el juego al régimen chavista aunque ahora se muestren con una cara amable, gentil y bondadosa.- @humbertotweets

jueves, 20 de julio de 2023

¿Se atreverá el chavismo a suspender las elecciones del 2024?

Es cierto que el régimen chavista necesita de unas elecciones trucadas para legitimarse, no ante un pueblo que lo desprecia o una comunidad internacional indiferente, sino ante sus propias clientelas y sus Fuerzas Armadas. Solo importa demostrarle a esos dos segmentos que el chavismo aún tiene poder y no es, como muchos en el régimen sospechan, un cascarón vacío que se sigue resquebrajando.  Y la única forma de justificarse ante ellos mismos es decir fuimos a unas elecciones con la oposición, nos contamos y ganamos.

Los detalles de las trampas y el fraude quedan como menudencia irrelevante ante los ojos de clientelas y militares chavistas que también son cómplices y para quienes lo único que importa es que cualquier instancia del régimen proclame ese resultado como “legal” para aceptarlo y defenderlo como tal.

Desde el punto de vista del fraude electoral el chavismo lo tiene todo, o casi todo, muy bien calculado. Y sabemos que es así porque es el propio Diosdado Cabello quien nos ha venido informando a través de su programa de televisión, paso a paso, como se viene instrumentando esta nueva maniobra electoral. Como si estuviese leyendo un guión Cabello nos anunció con semanas de anticipación lo que ocurriría en la Primaria de la falsa oposición. Las captahuellas, las inhabilitaciones, y la inminente suspensión de la Primaria por falta de recursos.

También ha insistido Diosdado Cabello que el candidato de la falsa oposición será electo por consenso. Pero ¿Acaso Cabello dispone de una bola mágica para predecir el futuro con ese nivel de precisión? No exactamente. Pero no hay que ser adivino para inferir que el desarrollo lógico de tener una candidata inhabilitada que gane la Primaria será justamente la selección de otro candidato de la falsa oposición…por consenso.

En el lado opositor todo marcha según lo que espera el régimen. Donde las cosas parecen desafiar los guiones del chavismo es en el terreno de la economía. La realidad es que el país está en escombros y la lucha por la supervivencia involucra a chavistas y no chavistas. Pero a quien debe temer el régimen es a sus propias clientelas, civiles y militares, porque estas tienen acceso a armas y logística para hacer justicia por su propia cuenta y, por qué no, hasta su propia revolución.

Las sanciones de los Estados Unidos contra Venezuela no han impedido que el régimen chavista siga vendiendo petróleo en los mercados negros con el auxilio de China, Rusia e Irán. Sin embargo, pareciera que los recursos que recibe el régimen solo alcanzan para pagar por la operatividad de su burocracia y las aún cuantiosas comisiones por corrupción. En eso se va el dinero que llega.

Mientras tanto amplios sectores de la población, chavistas incluidos, no reciben lo suficiente para comer dos veces al día. Aquí están los militares y sus familias. A ellos se les pide que sigan apoyando al régimen y que hagan cualquier tipo de “emprendimiento” para que se ‘redondeen” los ingresos. El mejor reconocimiento de que las privaciones también se sienten en los cuarteles.

En estas condiciones el régimen no podrá ir a unas elecciones en el 2024. El chavismo necesita poner mucho más dinero en la calle por la vía de dádivas, bonos, CLAP, Carnet de la patria o lo que sea para neutralizar el descontento de sus propias bases civiles y militares. Con clientelas desganadas y desmoralizadas el chavismo no tendrá suficiente recurso humano para perpetrar su mascarada electoral del 2024. Y la macolla del régimen (Maduro, Rodríguez y Padrino López) lo sabe.

Aun en el supuesto de que, producto de las gestiones de la falsa oposición y los Estados Unidos, se le liberen fondos al régimen chavista antes de que termine el 2023 no creemos que al chavismo le quede tiempo suficiente para articular planes populistas para “poner dinero en la calle” con un impacto relevante para Diciembre de 2024.

Una medida que podría beneficiar al régimen en el corto plazo sería asumir como propia la dolarización. Curiosamente el régimen está empeñado en combatir el dólar cuyo uso se ha hecho masivo en Venezuela inclusive por parte de chavistas, civiles y militares, para protegerse de los efectos negativos de su propio gobierno.

Creemos que las circunstancias están configurando una realidad que arrastrará al chavismo a tomar la decisión de suspender o posponer las elecciones del 2024. El régimen intentará justificar esta medida ante sus clientelas como necesaria por ser Venezuela el centro de las sanciones y la guerra económica por parte de los Estados Unidos. El argumento sería que Venezuela no puede ir a unas elecciones en situación de guerra, entonces la suspensión de las elecciones sería refrendada y ratificada como “legal” por todas las instancias del Estado chavista.

Con característico estilo ladino y socarrón Diosdado Cabello ha venido repitiendo el mismo estribillo en respuesta a la falsa oposición “...elecciones libres, pero libres de sanciones”. Es una forma de preparar el ambiente de opinión para lo que viene, porque según esa lógica mientras haya sanciones no puede haber elecciones. Seguimos esperando por el día que Cabello le anuncie a sus huestes en su programa lo que parece inevitable para el chavismo y es la suspensión indefinida de las elecciones de 2024, por razones de fuerza mayor.- @humbertotweets 

Pesimistas y aguafiestas

            La única diferencia entre las elecciones del 2024 y las últimas es que hoy hay más incertidumbre en torno al proceso y menos venezolanos en el país como resultado de la emigración. Pero en estas condiciones que conducen a un resultado que se puede fácilmente predecir la falsa oposición insiste en hacerse parte de ese remedo de acto electoral.

Lo otro que ha cambiado es que ante el fracaso y el descrédito de la MUD la candidatura de María Corina Machado se perfila como la segura ganadora contando incluso con el apoyo de las clientelas de los partidos del G4. Pero aun ganando la elección Primaria, como parece será, la candidatura de MCM no podría ser inscrita para competir contra Nicolás Maduro sumando más incertidumbre a una salida emocionante, pero sin rumbo definido.

Cuando repasamos con los más entusiastas promotores de María Corina lo que ha sido la experiencia electoral de estos 23 años y se demuestra que esas reglas de juego hoy siguen intactas no pueden ocultar su impotencia y su incomodidad. Impotencia para refutar la evidencia e incomodidad para explicar cómo en base a buenos deseos se pueden cambiar las realidades.

Hay un segmento considerable de la población venezolana que hemos llegado a la conclusión de que mientras lo fundamental del sistema electoral no cambie el resultado seguirá siendo el mismo. De muy poco vale someter nombres de la calidad y la popularidad de María Corina Machado a una estructura electoral que se mantiene intacta. Menos valor aún tiene el argumento resignado de quienes dicen que se trata de una candidatura simbólica para dejar una vez más en evidencia el carácter tiránico del régimen. Nos han sobrado candidaturas simbólicas a lo largo de estos 23 años y una más no hará la diferencia a la hora de confirmar lo que propios y extraños ya saben. Estamos frente a una tiranía que finge elecciones y se sostiene por la fuerza.

Fue precisamente María Corina Machado quien correctamente acuñó la frase “En tiranía no se vota”. Pero hoy al igual que la dirección de la MUD se niega a rendir cuentas de su fracasada estrategia desde 1999 María Corina tampoco parece dispuesta a explicar por qué ahora en tiranía si se vota, sobre todo cuando lo esencial del juego electoral en Venezuela no ha cambiado.

Muchos de quienes ayer atacaron a MCM por “radical” y abstencionista hoy la apoyan y celebran a rabiar su regreso a la fórmula electoral. Como no hay forma de racionalizar esta nueva ilusión que irreversiblemente llevará a otro desengaño los más entusiastas solo atinan a acusar a los escépticos de pesimistas y aguafiestas. Pero hay que recordarles que después de 23 años de experiencia acumulada ya no queda más espacio para las ilusiones y las fantasías que anuncian salidas milagrosas.

El primer acto de rebeldía consciente frente a la tiranía es poner los pies en la tierra y tratar de entender la realidad en la que estamos para poderla cambiar. Ese es el paso del más brutal realismo político que han dado quienes se han visto obligados a emigrar y quienes se quedan en el país atrincherados en el abstencionismo militante como forma de lucha. No más fantasías ni ilusiones, aunque el precio sea la endeble etiqueta de pesimistas y aguafiestas.- @humbertotweets

 

 

 

lunes, 17 de julio de 2023

Sin la ayuda del chavismo la MUD no llegará a Octubre

            Repasando algunas ideas para entender lo que ocurre en Venezuela. El chavismo es ese complejo ecosistema de grupos criminales, civiles y militares, que se coordinan en la plataforma del Estado chavista. Es un grupo minoritario, pero armado,  que se impone sobre la población civil venezolana desarmada. La falsa oposición es un grupo de franquicias partidistas y operadores políticos que fingiendo enfrentarse al régimen chavista le hacen el juego a todas sus estafas electorales. Esto quiere decir que son tan falsa oposición los del G4 que sin vergüenza negocian con el chavismo como aquellos que no se toman la foto en público para no ensuciarse pero que al igual que los otros llaman irresponsablemente a votar conscientes de que la vía electoral bajo el régimen chavista es inútil.

Para el chavismo ha sido más que una bendición el contar con una falsa oposición hecha a su medida en estos 23 años. La falsa oposición cumple muy bien su papel a la hora de vender la ilusión del cambio por la vía electoral lo cual es vital para que el régimen chavista tenga un viscoso barniz de legitimidad que sirve a los efectos de su propaganda. Además la existencia de esa falsa oposición le permite al chavismo liberar y canalizar las tensiones y el malestar social para que tengan un desahogo que solo opera como terapia de grupo porque nada cambia y todo sigue igual.

Con sus palabras ambos bandos reniegan el uno del otro y no admiten que se benefician. Pero son solo palabras. Más allá de los insultos que intercambian Nicolás Maduro y Jorge Rodríguez por un lado, y Leopoldo López y Henrique Capriles por el otro, en la práctica lo que hay es un tráfico de favores y prebendas para cuidarse mutuamente las espaldas. Y así ambos siguen haciendo su papel. Uno aparentando rigor y dureza contra su socio y el otro fingiendo oponerse a ultranza. Bajo ese engaño la falsa oposición le ha sacado el jugo a ser oposición y el régimen chavista pues también recibe los beneficios de unos opositores parlanchines, pero complacientes.

En esta oportunidad la falsa oposición se preparaba para cumplir con su parte y proveerle al chavismo de otro candidato beligerante pero dócil a la hora de levantarle la mano a Nicolás Maduro. Para que la maniobra funcione se necesitaba un mínimo de credibilidad y mostrar algo de apoyo popular. Muy difícil después de dos décadas de estafa electoral. Con más de 8 millones de venezolanos fuera de Venezuela y el escepticismo masivo de quienes se quedan no era fácil para la falsa oposición fabricar un candidato con las características que pedía el chavismo. El ala dura de la falsa oposición (G4) inventa la tesis de la elección primaria para escoger un candidato unitario que sería apoyado por todos.

Así la elección Primaria no es más que una simple trampa cazabobos para meter a los opositores de cabeza en la fiesta y el cotillón electoral del chavismo sin antes explicar el fracaso repetido y sistemático de esta fórmula en estos 23 años. Los cálculos eran que por el efecto de los aparatos de clientelas partidistas la elección debía quedar más o menos cerrada entre Manuel Rosales (habilitado) y Henrique Capriles (inhabilitado), dejando por diseño legal la opción de Rosales como el único resultado probable de esa consulta.

Ese era el cálculo del G4 hasta que María Corina Machado se atravesó con su candidatura y sin explicar para nada porque ahora en tiranía si se vota comenzó a cosechar apoyos, ilusiones y simpatías. La situación en Venezuela es tan dramática que dentro del mundo de quienes orbitan en torno a partidos políticos hay que agarrarse de cualquier esperanza para salir del chavismo, por ilusa que parezca. Y decimos que no son la mayoría porque la onda expansiva de la ilusión que inspira María Corina Machado aún no conmueve la fibra de quienes saben que no hay salida electoral posible con el chavismo. Pero sin duda el entusiasmo que despierta su candidatura entre quienes aún sueñan con la fantasía electoral es definitivamente abrumador al punto que hoy la Primaria de la falsa oposición parece destinada a celebrarse en Octubre de este año para coronar a Machado.

Por supuesto lo último que quisieran ver tanto la falsa oposición como el chavismo es un triunfo avasallante de María Corina Machado, aunque a la final no pueda ser inscrita como candidata. En este sentido resulta evidente que al G4 le salió mal la jugada y perdió el control de su propia Primaria.

El chavismo siempre solícito y oportuno a la hora de ayudar a sus socios falso opositores no dudó en intervenir para formalizar la inhabilitación de María Corina Machado y proveerle de un piso legal al G4 para eliminar esa candidatura al quedar claro que ella no podrá ser inscrita para competir contra Nicolás Maduro. Pero ya parecía demasiado tarde y la Comisión Electoral de la Primaria, fiel vocera del G4, despejó el asunto ratificando que María Corina y cualquier inhabilitado podrá participar, contarse y hasta ganar. Que se hará con ese candidato ganador inhabilitado nadie lo sabe. Al respecto Jesús María Casal solo atinó a parafrasear la infinita sabiduría del legendario Eudomar Santos…como vaya viniendo vamos viendo.

Si el chavismo deja correr las cosas como van esto va a directo no al mero triunfo de María Corina Machado en Octubre, sino a una masiva victoria de proporciones épicas, aunque ella según la legalidad chavista no pueda ser inscrita como candidata. Esto le crea un grave problema a la falsa oposición cuya dirección política queda desautorizada por sus propias bases y no podría ya cumplir cabalmente sus compromisos con el chavismo. Pero esto es si y sólo si el chavismo no hace nada de aquí a Octubre.

Las condiciones están dadas para que el chavismo vuelva a intervenir en la elección Primaria para nuevamente ayudar a sus socios falso opositores. Bien sea suspendiendo la elección Primaria o creando una comisión reorganizadora sobre las mismas bases jurídicas que soportaron la intervención de las franquicias partidistas. Al reventar “legalmente” la Primaria el chavismo le habrá vuelto a enmendar la plana a sus incompetentes socios falso opositores. Esta medida le facilitará a la falsa oposición el camino para producir un candidato de consenso con las características de, por ejemplo, Manuel Rosales como la figura que evitó cuidadosa y tácticamente caer en el fango de la elección Primaria.

En suma, le toca al régimen chavista emprender una nueva arremetida para sacar definitivamente a María Corina Machado del juego y ayudar a sus socios de la MUD. Pero lo hará de forma tal que sea la falsa oposición quien ejecute la maniobra y pague en primera instancia por el alto costo de la misma. Igual el tiempo va pasando y las opciones se agotan. Si el chavismo no lo hace se encontrará en Octubre con un socio totalmente pulverizado e inútil, con o sin Primaria, y con un incómodo e impredecible referente en el mundo opositor.

Mientras lo fundamental en la política venezolana no cambie, solo seguirán abundando las evidencias de que la vía electoral no es el camino más corto y expedito para sacar al chavismo del poder.- @humbertotweets

jueves, 13 de julio de 2023

El debate donde no hubo debate

            Hasta los asesores vinculados a los candidatos opositores han tenido que admitir que el debate no cumplió con las expectativas. Es una percepción que expresan muchos quienes,  aún con escepticismo, se atrevieron a presenciar, vía redes sociales, este torneo floral celebrado en Narnia y no en la UCAB.

Al igual que la tesis de embarcarse en participar en unas elecciones a juro, sin condiciones ni garantías de transparencia, la idea de la elección Primaria unitaria y subsecuentemente un debate entre los candidatos fue una propuesta con fallas de diseño condenada irremediablemente a fracasar.

El llamado debate entre los candidatos de la falsa oposición no fue útil para comprender la originalidad de sus propuestas sino más bien para presentar una lista desordenada de promesas desconectadas de la realidad que intentan competir con las de Nicolás Maduro.

Todos los candidatos, sin excepción, le hicieron ofrendas al populismo abundando en todo lo que ellos quisieran hacer pero evadiendo cuidadosamente la explicación de cómo lograrlo. ¿Cómo gobernar un país con un Estado y una legalidad que ellos no controlan ni pueden cambiar? ¿Cómo lograr la multiplicación de los panes si no hay forma de hacer pan?

El llamado debate estuvo cubierto desde el comienzo por la duda no resuelta ante la audiencia sobre cómo se aborda en el terreno de la realidad práctica el tema de los candidatos inhabilitados.

Todos los participantes en el debate de la falsa oposición coinciden en aceptar las condiciones no transparentes y desventajosas del sistema electoral chavista. En eso no hubo diferencias y menos confrontación. Hubo un tímido intercambio a la hora de discutir que se hace con un candidato que no podrá ser inscrito ante el CNE.

A menos que el Estado chavista decida intervenir nuevamente en la Primaria opositora lo más probable es que en medio de este ambiente de caos e indefiniciones en Octubre escojan por abrumadora mayoría a María Corina Machado como candidata de la falsa oposición. ¿Y entonces?

Entonces habrá llegado el momento de despejar la incógnita que la propia Machado ha dejado deliberadamente en el aire ¿Qué significa llegar hasta el final? ¿Insistir en forma simbólica en una candidatura que no podrá ser inscrita ante el CNE?

¿O será acaso el momento más crudo y nauseabundo de pragmatismo político cuando los dueños de las franquicias de la falsa oposición una vez más se quiten con desenfado la camisa de la vergüenza y decidan por consenso quién será el candidato de ellos frente a Maduro? De cualquier manera la falsa oposición luce entrampada por sus propias debilidades populistas, demagógicas y electoreras.

Tomando en cuenta que este es el primer “debate” que se celebra desde el 2012 habría sido una excelente oportunidad para que estos dirigentes de la falsa oposición rindieran cuenta y discutieran sobre el fracaso de la estrategia opositora frente al chavismo desde 1999. Pero nadie quiere hablar de eso. Todos coinciden en apostarle a las ilusiones y la fantasía del discurso metafísico como formas narcóticas de hacer política, pasar el tiempo y anestesiar el dolor. Por eso no es probable que algún día haya un debate real entre los candidatos de esa “oposición”.

No, al menos mientras todos ellos tengan la misma visión de cómo salir de esto.-    @humbertotweets

El chavismo dinamitó la Primaria de la falsa oposición

            Vuelve el resabiado mal hábito de seguir subestimando al adversario. A propósito de la inhabilitación arbitraria de María Corina Machado como candidata presidencial saltaron los epígonos y opinadores profesionales a calificar la decisión como una torpeza del régimen que solo habría servido para magnificar el liderazgo de Machado. Al examinar el contexto y el impacto de la decisión no se podría decir que se trata de un error cometido por un régimen que ejercita la arbitrariedad con brutalidad.  

A diferencia de estos opinadores profesionales, que siguen ensimismados subestimando al chavismo, nosotros vemos por el contrario a un régimen que sigue en forma disciplinada y rigurosa un libreto para sostenerse en el poder. Muy lejos de ser una torpeza la inhabilitación de María Corina Machado es una jugada muy bien calculada, entre otras que vendrán, para dinamitar la elección primaria de la falsa oposición.

Es una jugada bien orquestada porque se apoya en el talón de Aquiles de toda esa falsa oposición, María Corina incluida, al aceptar incondicionalmente la legalidad del Estado chavista. Este es el punto en el cual se inicia y muere toda discusión de cambio y transiciones. Lo hemos visto cientos de veces cuando el chavismo invoca su legalidad para imponer su voluntad.

El ejemplo más significativo de todos, que nunca fue debidamente debatido, fue la forma como el Estado chavista apuntó y desmembró “legalmente” a la Asamblea Nacional del 2015. Frente a esto la falsa oposición no supo qué hacer y tuvo que resignarse a las consecuencias de aceptar la legalidad del régimen.

Hoy el país está incendiado por los cuatro costados con protestas ante la falta de comida, agua, gasolina, electricidad, etc. Hay problemas y conflictos dentro de las Fuerzas Armadas chavistas, y quizás estemos en las puertas de un telúrico reacomodo interno, aunque no lo sepamos. Pero la atención de la falsa oposición y sus operadores mediáticos está centrada en la inhabilitación de María Corina y en la forma como tendrán que escoger legalmente un candidato para oponérselo a Maduro en el fraude electoral del 2024.

La inhabilitación de la candidatura de María Corina Machado dinamitó la Primaria de la falsa oposición porque prácticamente pone a ganar la elección a una candidata que, de acuerdo a la legalidad chavista la cual todos ellos aceptan, no podrá ser inscrita ante el Consejo Nacional Electoral. Es prácticamente un jaque mate a la Primaria porque cualquier camino que tomen lleva al fracaso.

Si insisten en que el candidato ganador debe ser postulado entonces este candidato según las disposiciones legales del chavismo no podrá ser inscrito. El chavismo no tendrá ninguna vergüenza en decirle al mundo y a sus huestes que han ganado, esta vez por forfait debido a la ausencia de contendor. Y si se impone la tesis de escoger a otro candidato que no haya ganado a Primaria la gente que votó se sentirá una vez más estafada por la falsa oposición. En cualquiera de los dos casos el escenario más probable para Octubre de 2023 será uno de mayor desesperanza, desengaño y confusión

Pero por si acaso la inhabilitación de María Corina Machado no fuera suficiente para hacer estallar la Primaria de la falsa oposición el chavismo aún cuenta con dos poderosas cartas para lograr el mismo objetivo. Una es cerrarle los grifos de masas de dinero que se transfieren desde el régimen hacia la falsa oposición a través de operadores híbridos, boliburgueses y bolichicos. Sin dinero local para pagar por la Primaria solo les queda esperar donaciones de organismos multilaterales y gobiernos pero las cuales podrían ser fácilmente interceptadas al entrar al sistema bancario nacional. Y sin dinero no hay Primaria.

La última carta es la suspensión “legal” de la Primaria vía decisión del Tribunal Supremo de Justicia, por las razones que sea, frente a lo cual la falsa oposición tampoco tendría un plan que no sea ir a quejarse de su propia incapacidad ante organismos internacionales.

Lo fundamental de la política venezolana no ha cambiado. Mientras el Estado chavista se esconda tras su propia pseudo legalidad, escoltado por la Fuerzas Armadas, no hay vía electoral posible. Los intentos de la falsa oposición seguirán fracasando inútilmente porque se ajustan con precisión al guión chavista que jamás podría funcionar sin la colaboración de sus socios falso opositores.- @humbertotweets 

lunes, 10 de julio de 2023

¿Hacia dónde nos lleva la falsa oposición?

Creo que esto ya lo hemos visto antes. Lo que está pasando en esta coyuntura nos recuerda viejos episodios cuando la dirección política de la MUD se embarca en intentos improvisados, pide apoyo popular, pero, eso sí, nunca rinde cuentas de sus decisiones políticas. En el 2013 la falsa oposición pidió acompañar y votar por Henrique Capriles Radonski. El pueblo respondió masivamente, pero no hubo forma de auditar el resultado electoral, ni de defender la voluntad de los electores frente al avasallante mega fraude electoral del chavismo. Tal como esperaba el chavismo Capriles y la dirección política de la MUD reconocieron los resultados y mandaron a la gente a bailar a sus casas. Nunca hubo un debate de cara a los venezolanos sobre la tesis de participar en esas elecciones, y menos sobre renunciar a pelear por el resultado.

En el 2017 el pueblo y los estudiantes respondieron afirmativamente al llamado de los partidos de salir a la calle a luchar contra el régimen. La desproporción del enfrentamiento entre unos muchachos con piedras y escudos de cartón frente a las bazucas, rifles y tanques del chavismo dejó como resultado una masacre cuyos victimarios jamás pagaron. Por supuesto el Estado chavista es el primer responsable de esta carnicería donde se fusilaron jóvenes a quemarropa, pero la falsa oposición luego de alentar durante meses esa confrontación suicida dejó que las protestas se extinguieran guardando un silencio vergonzoso y, por supuesto, haciendo mutis sin dar explicaciones ni a los familiares de las víctimas ni al país sobre su proceder.

Pero hubo otro evento en el 2017 que fue vendido como un conveniente pote de humo a los venezolanos. El Referéndum o la consulta nacional. Aquí una vez más se le pidió a la gente salir a votar y respaldar las tesis contenidas en tres preguntas que en síntesis proponían a) Rechazar la Constituyente de Nicolás Maduro; b) Exigirle a los militares y a los funcionarios en general reconocer la Constitución de 1999 y respaldar la Asamblea Nacional del 2015; y c) Renovar los poderes públicos mediante elecciones transparentes y la conformación de un gobierno de unidad nacional. En ese momento se decía que la Asamblea Nacional del 2015, y más específicamente la MUD, necesitaban de un claro e irrevocable mandato popular para emprender esa ruta. La gente respondió y votaron más de 7 millones de venezolanos en respaldo a esas tesis. Luego la falsa oposición no sólo no supo qué hacer con eso sino que al igual que con todas sus salidas fracasadas también esta fue tirada al cesto del olvido, sin mayores explicaciones.

Los últimos episodios de esta cadena de fracasos han sido el gobierno interino y las negociaciones. Siguiendo el mismo patrón de conducta la falsa oposición pide apoyo para validar sus políticas improvisadas, pero luego al estrellarse con la realidad no se siente obligada a rendir cuentas. En ese preciso punto volvemos a estar hoy.

Sin evaluar todos los desaciertos anteriores se le pide a los venezolanos salir a votar en una elección primaria para escoger el candidato unitario que enfrentaría a Nicolás Maduro. Al principio se le decía a la gente que si el candidato es unitario (apoyado por todas las franquicias partidistas) y si la mayoría de la gente vota (si no hay abstención) entonces se le podría ganar a Maduro. Pero ahora la inhabilitación política de María Corina Machado por parte del régimen parece haber trastocado las premisas originales.

Según el Jesús María Casal presidente de la Comisión de Primaria María Corina puede continuar como candidata en esa elección y hasta ganar. Al preguntársele qué va a pasar cuando el chavismo no permita su inscripción por estar inhabilitada Casal, interpretando correctamente el espíritu improvisado, irresponsable y espontáneo de la falsa oposición, sólo atina a responder “...bueno, eso será resuelto después.” ¿En serio? ¿Cómo? ¿Cuándo?

La realidad es que llegado el momento la dirección política de la falsa oposición tendrá que escoger un candidato para presentárselo a Nicolás Maduro que no podrá ser ninguno de los inhabilitados por el régimen. Esto, si de verdad insisten en ser parte del fraude electoral del 2024 como parece. De ser así, ¿Cómo queda entonces la candidatura ganadora de la Primaria muy probablemente en la persona de María Corina Machado? ¿Qué lugar le pueden dar a María Corina al tiempo que escogen un candidato por el cual nadie voto? Pero, lo más grave ¿cómo quedan los electores que de buena fe acudieron a votar y luego se les dice que la candidata que escogieron no puede ser legalmente y hay que escoger a otro?

Todo indica que estamos frente a una nueva estafa de la falsa oposición. Pero esta promete ser la madre de todas las estafas. Insistir tercamente en llevar a la gente a votar bajo engaño, tanto a la Primaria como al fraude del 2024, sólo dejará más desesperanza y desilusión. La pregunta para calibrar y valorar el espectáculo circense que tenemos al frente es la misma y no otra. ¿Cómo sirve toda esta tragicomedia para sacar al chavismo del poder? ¿Ayuda en algo? .-@humbertotweets

jueves, 6 de julio de 2023

¿Le abrirá el Estado chavista un juicio Militar a María Corina Machado?

            La inhabilitación política de María Corina Machado para postularse como candidata a la presidencia de Venezuela ha producido una ola de indignación en Venezuela y no menos protestas por parte de líderes internacionales. Se trata de una decisión torpe, como muchas que ha tomado el régimen chavista, para sacar del juego a quien parecía iba embalada a ganar la elección primaria de la falsa oposición. Pero es algo que no debería sorprender a estas alturas -¿o sí?- a quienes siguen y viven el drama político Venezolano.

No es la primera vez que el régimen chavista toma una decisión en contra de la prudencia y el sentido común. Veamos.  Este es el mismo régimen político que no se inmuto a la hora de asesinar a Juan Pablo Pernalete, Oscar Pérez, Fernando Albán a inclusive al General Raúl Isaías Baduel otrora símbolo de la revolución chavista.

Este es el mismo régimen que mutiló la Asamblea Nacional del 2015, montó un parapeto de Asamblea Constituyente y se adueñó “legalmente” de las franquicias partidistas. No vamos a decir lo que ya todo el mundo sabe y es que este es el mismo régimen chavista que organiza elecciones fraudulentas, cuenta los votos, adjudica los resultados y proclama al ganador sin derecho a reclamo o auditorías bajo el amparo de su Consejo Electoral y sus Fuerzas Armadas.

El Estado chavista ha sido expulsado de la OEA, acusado de delitos de lesa humanidad ante la Corte Penal Internacional y las sanciones internacionales parecen un inútil saludo a la bandera que tampoco logran detener la acción depredadora del régimen. ¿Por qué el chavismo sigue abusando con impunidad? Sencillamente porque puede hacerlo. Porque el chavismo tiene todas las estructuras políticas, jurídicas y militares del Estado a su servicio al punto de sustituir al Estado nacional venezolano por el Estado mafioso chavista.

Entonces ¿Por qué si el Estado chavista ha demostrado con creces los niveles de barbarie que está dispuesto a alcanzar aún hoy hay gente sorprendida por lo que le han hecho a María Corina Machado? Sorprende que hoy haya gente sorprendida gritando desesperada ¡fin de mundo! ¿No es esa inhabilitación, sumada a la de Henrique Capriles, la inminente intervención de la Comisión de Primaria y hasta la designación del candidato presidencial de la falsa oposición cosas que el chavismo cómodamente puede hacer en forma “legal”?

La desesperación que hay en Venezuela para salir del chavismo es tan grande que a veces la gente se agarra de cualquier ilusión para creer que ahora milagrosamente, por efecto de la simpatía y la popularidad, con votos, se podrá sacar al chavismo del poder. La evidencia histórica nos demuestra todo lo contrario, pero creer una vez más no cuesta nada. Y es esa disposición vulnerable de los venezolanos que aún quieren creer de buena fe la que los operadores de la falsa oposición usan en su beneficio para estafar con la engañosa vía electoral que ellos saben perfectamente no conduce a ninguna parte.

La indignación que ha producido la inhabilitación de María Corina Machado no se puede comparar con la de los venezolanos ante las masacres de jóvenes en el 2017, ni contra el asesinato selectivo de civiles y militares. Y no pasó nada. La emoción y la esperanza que hoy inspira María Corina es la misma que en su momento inspiraron Rosales, Capriles, López y Guaidó. Uno a uno han sido pulverizados por la realidad y por su propia incapacidad para hacer oposición de verdad. Todos tuvieron sus 15 minutos de fama hasta que esta se desvaneció ante la terca realidad. Y esta no es otra que en Venezuela nos enfrentamos a un Estado criminal que no dejará el poder con elecciones.

Quien crea que los niveles de barbarie del chavismo tienen límite se equivoca. Con ellos siempre habrá nuevas profundidades. Por eso, a pesar de lo que ha pasado no se puede descartar la inaudita, pero plausible, medida de abrirle un juicio militar a María Corina Machado no tanto para sacarla de un juego electoral que ellos controlan como para intimidar a sus propios militares mostrando lo que son capaces de hacer. Lo que no hay que perder de vista es la vara de medida del chavismo. Después de lo que le hicieron al General Raúl Isaías Baduel cualquier cosa, por absurda que parezca, es posible.- @humbertotweets 

¿A quién favorece sacar del juego electoral a María Corina Machado?

Hace unos días justamente cuando estaba a punto de comenzar a escribir mi artículo semanal sobre la inminencia del triunfo de María Corina Machado en la primaria de la falsa oposición me enteré de la decisión torpe de su inhabilitación por parte del chavismo. De todas formas voy a desarrollar esas ideas en esta oportunidad porque el tema mantiene su interés.

Antes de su inhabilitación María Corina Machada iba embalada a convertirse en la ganadora de esa elección primaria. Ahora que sabemos que a pesar de su inhabilitación de todas formas podrá competir no hay duda que sus posibilidades de triunfo se han multiplicado y sin duda fácilmente ganara esa elección.

En las primeras reacciones de rechazo e indignación a su inhabilitación se ha señalado al régimen chavista como el principal beneficiario. Según esta tesis el Estado chavista con todos los recursos institucionales para influir en el resultado electoral le tendría miedo a medir a Nicolás Maduro con María Corina Machado y eso habría justificado la inhabilitación.

Sin negar que el chavismo se beneficia, al despejarle el camino a su candidato de oponentes incómodos, no se puede perder de vista que hay otros intereses orbitando dentro de la propia falsa oposición en contra de la candidatura de María Corina Machado.

La misma postulación de un candidato provisional por parte del Partido de Manuel Rosales Un Nuevo Tiempo no se puede desconectar de esta cadena de eventos ya que casi ocurrieron en la misma semana. ¿Estaba esperando Rosales por la inhabilitación de María Corina para entonces sí proceder a postularse?

Otra forma de explicar la inhabilitación de María Corina es que se trata de un “favor” que el chavismo le habría otorgado a un sector de la falsa oposición que ya habría llegado a la conclusión de que la victoria de la candidata de VENTE sería irreversible. La idea habría sido ponerle trabas legales para su participación.

Pero ya la Comisión de Primaria ha dicho que aun inhabilitada María Corina Machado podrá continuar como candidata y contarse en Octubre. De manera que si el objetivo era sacarla de juego, aun no lo han logrado. Llegado el momento la MUD tendrá que resolver cómo postular a un candidato que a diferencia de María Corina no esté inhabilitado.

Sin duda todo esto favorece en primera medida a todos los candidatos habilitados (permisados) por el gobierno para participar y los convierte en las opciones lógicas para sustituir a la ganadora, independientemente de los votos que hayan obtenido en la primaria.

Por supuesto, el otro gran beneficiario es el propio gobierno quien se asegura que su socio opositor le ponga un candidato parlanchín pero que sin mayor dificultad a la hora de anunciar los resultados le levante el brazo a Nicolás Maduro.

A esto y más se llega por embarcarse en unas elecciones sin condiciones ni garantías. Por eso es bueno recordar las palabras de la propia María Corina Machado en el pasado reciente. “En tiranía, no se vota". ¿O si?.- @humbertotweets

lunes, 3 de julio de 2023

VENEZUELA: Frente al chavismo no hay salida electoral

Frente a una crisis inédita y terminal como la que sufre Venezuela siempre será necesario recapitular y replantear eventos del pasado para establecer con mayor precisión dónde estamos parados y hacia dónde podemos avanzar. El común de los venezolanos ocupados en sus tareas diarias de supervivencia, dentro y fuera de Venezuela, no tendría el tiempo ni la disposición para enfrentarse críticamente a masivas campañas de propaganda y desinformación, tanto del chavismo como de la falsa oposición. Y esta última pues tampoco quiere que le recuerden su cadena de fracasos porque pone en evidencia a todos sus dirigentes.

¿Qué nos ha arrastrado al punto en que la camarilla chavista gobernante destruye la nación, recibe el rechazo del 90% de los venezolanos, pero no hay una fuerza política, social o militar que le derrote y le expulse del poder?

Desde 1999 los partidos políticos de la llamada oposición han ensayado numerosas tácticas para enfrentar al chavismo y veinte años después el resultado no podría ser más desastroso. La necia repetición de errores combinada con el interés de promover una inercia cohabitadora según la cual el régimen caerá algún día de alguna forma le ha permitido al chavismo atornillarse y prácticamente blindarse frente al riesgo de entregar el poder. Pero ¿cuáles han sido esos errores?

I. Fracaso en caracterizar correctamente al régimen. Quizás el error más grave porque de este derivan todos los demás. Desde 1999 el régimen chavista inició una transformación del Estado nacional venezolano en otro que es el Estado chavista con su propia Constitución y legalidad la cuales le son impuestas al resto de los venezolanos. El Estado chavista controla todos los poderes públicos (ejecutivo, legislativo, judicial, electoral y militar) y está en posición de hacer lo que le dé la gana “legalmente”, simplemente porque puede hacerlo. Cualquier intento de sacar al chavismo del poder con sus propias reglas de juego está condenado a fracasar porque ellos siempre tendrán la última palabra a la hora de establecer lo que es legal y lo que no. La oposición de la MUD asume que se enfrenta a un mal gobierno (en este caso el de Nicolás Maduro) que puede ser desplazado por vía electoral y en esa lógica está dispuesta a dejar intacta y convivir con la estructura del Estado chavista. Esa oposición podrá seguir criticando y enfrentando electoralmente al gobierno, pero mientras no se aborde con seriedad la discusión de cómo confrontar con el Estado chavista todo seguirá igual.

II. Cortoplacismo. La falsa oposición es incapaz de diseñar una estrategia de largo plazo para disputarle el poder al chavismo. No lo hizo en 1999, ni en los años siguientes, menos lo hará ahora. Todas las propuestas de esa oposición están contaminadas de cortoplacismo, por eso nunca podrán vislumbrar otra salida que la electoral aunque ellos mismos sepan que no conduce a ninguna parte. El trabajo paciente de organizar sindicatos, gremios y establecer una presencia dentro de las fuerzas armadas ha sido abandonado por costosas campañas electorales con música y slogans mediocres que intentan convencer a la gente que el cambio está al voltear la esquina y solo basta ir a votar. El cortoplacismo es la engañosa envoltura en la que vienen bien presentadas las fantasías y las ilusiones para hacernos creer una vez más en una promesa fallida. A este error inmediatista podemos atribuir con propiedad que importantes núcleos disidentes dentro de las Fuerzas Armadas hayan sido embarcados en los últimos años en aventuras irresponsables que condenaron sus posibilidades desde el principio.

III. Voluntarismo. Conectado con los dos anteriores el voluntarismo es el ejercicio iluso y fantasioso de la política. Según esta idea equivocada a fuerza de voluntad se puede cambiar la realidad. Esta desviación metafísica de la política acusará de pesimista a todo aquel que le llame la atención por su desconexión con la realidad. Los sintagmas más frecuentes han sido “El gobierno está caído, solo hay que ir a votar”, “Con un candidato unitario ganamos”, “Si no hay abstención pierde el chavismo”, “El pueblo sacara al chavismo del poder”, “Los militares serían incapaces de disparar contra el pueblo”, “Si estamos del lado de la justicia estamos destinados a ganar”, etc. etc. La lógica engañosa de un pensamiento positivo y voluntarista totalmente abstraído de la realidad ha sido la culpable de que muchos militares y civiles estén hoy presos y otros haya sido ajusticiados “legalmente” por el régimen. Esa prosa demagógica fue la que irresponsablemente empujó a cientos de miles de indefensos jóvenes venezolanos directamente a las manos de sus carniceros en el 2017.

IV. Subestimar al adversario. Es consecuencia de todo lo anterior. La falsa oposición parte de la idea equivocada de estar en una democracia golpeada que hay que rescatar para lo cual solo basta llevar gente a votar si se quiere derrotar al chavismo. En defensa de esta tesis muestran con orgullo las gobernaciones que el chavismo le ha adjudicado electoralmente y las presentan como triunfos. No pueden mostrar con el mismo entusiasmo la elección de la Asamblea Nacional del 2015 cuando el chavismo la escamoteó y dijo muy claro quién manda. Lo de subestimar al chavismo en sus intenciones y capacidades es una tara vieja. En su momento los falsos opositores dijeron “Chávez no llega a 3 años”, “Maduro es bruto”, etc. etc. Por eso no se puede desestimar cuando Diosdado Cabello dice que los chavistas no entregarán el poder ni por las buenas, ni por las malas. Esa amenaza hay que tomarla muy en serio a la hora de hacer política en Venezuela en lugar de meter la cabeza bajo tierra y decir que Cabello lo dice para que la gente se asuste y no vaya a votar.

Nada de esto ha cambiado. La oposición sigue empeñada en los mismos errores. El Estado chavista sigue siendo el poder político y militar realmente existente en Venezuela auxiliado por la coyuntura internacional (Estados Unidos más preocupado por suministro confiable y sostenible de petróleo venezolano) y por la torpeza de la falsa oposición. Entonces, ¿Cuál es el sentido de ir a votar? ¿Una demostración simbólica más a sabiendas de que el régimen proclamará legalmente un resultado diferente? ¿En que ayuda al propósito de derrocar al chavismo que se nos diga que el candidato o la candidata de la falsa oposición estuvo a punto de ganar pero que el ganador es Nicolás Maduro? ¿No hemos visto ya esa película? ¿No ha pasado lo mismo con todos los candidatos presidenciales de la falsa oposición durante estos 20 años? ¿Qué ha cambiado?

Si para algo debe servir la arbitraria inhabilitación política que el régimen chavista le aplica a María Corina Machado no es para seguir llevando a la gente a votar bajo engaño. Esa inhabilitación es un recordatorio, para quienes lo hayan olvidado, que el Estado chavista es un ecosistema de mafias que jamás entregará el poder por las buenas, según su propia legalidad. Y bajo el imperio de esa “legalidad” a la cual tanto María Corina Machado como el resto de la falsa oposición han decidido subordinarse, al ser parte del juego electoral, aún quedan más episodios pendientes tales como reestructurar la Comisión Electoral de Primaria y -¿por qué no?- hasta postular al candidato de la falsa oposición que se enfrentará a Nicolás Maduro. Todo legalmente.

Habrá que pensar en otros caminos y construir políticas distintas a las que han fracasado, pero frente al Estado chavista no hay salida electoral. @humbertotweets