lunes, 8 de febrero de 2016

Sorpresa: Es posible un acuerdo gobierno-oposición


Todo parece indicar, hasta ahora, que el choque de trenes es inevitable.
Mejor seria decir el choque de poderes entre el gobierno y la AN.
El tono del discurso y la calidad de las propuestas hacen presagiar lo peor. Literalmente.
Los analistas coinciden que la radicalización de las posiciones del gobierno y la oposición podría llevar a ambos bloques a un suicidio político y al país al colapso definitivo.
Estamos frente a una situación inédita en la cual gobierno y oposición se necesitan mutuamente, para subsistir.
Pareciera que tanto gobierno como oposición están tan ocupados en sus propias agendas que ignoran deliberadamente la gravedad de la crisis.
Sobre esto reflexiono acertadamente el periodista Manuel Isidro Molina el domingo.
La necesidad práctica de supervivencia política debería conducir a un acuerdo mínimo.
Lo otro es caos.
Un caos que sin lugar a dudas se llevaría por delante gobierno, oposición y lo que queda del país.
El problema del gobierno esta dejando de ser ideológico-filosófico para tomar una dimensión mas practica.
El gobierno sabe lo que hay que hacer en la economía.
Todo el mundo lo sabe.
Pero el gobierno no quiere tomar las medidas de ajuste porque no quiere absorber solo el costo político de esas decisiones.
El gobierno le sigue enviando mensajes desesperados a la oposición para que comparta el escenario de la impopularidad.
La oposición, obviamente, no tiene el menor interés de ser parte de ese sacrificio.
Allí hay más interés en explorar las vías jurídico-políticas para cambiar al gobierno.
Este enfrentamiento puede quedar rezagado con la volatilidad de la explosiva situación social que se vive.
En aras de un sentimiento elemental de supervivencia política alguien tiene que ceder. ¿O ambos?
¿Quien toma la iniciativa?
En la afanosa búsqueda de información que nos ayude a entender lo que pasa en nuestro país nos encontramos con un interesante artículo publicado hace unos días en The Economist.
El referido articulo ha sido reproducido quizás en forma automática o mecánica -acrítica?- por varios medios.
Pero ninguno, hasta el día de hoy, ha hecho referencia a dos piezas de información relevante contenidas en el reportaje (ver especialmente último y penúltimo párrafos).
Según el referido reportaje ya hay conversaciones informales entre la oposición y el chavismo -no define cual chavismo- sobre la forma de abordar la transición política.
A esto agrega que las posibles bases de una negociación serian el apoyo del gobierno a un mecanismo Constitucional para el cambio político -enmienda, revocatorio- a cambio de un apoyo de la oposición al programa de ajuste económico.
No sabemos que tan avanzadas pueden estar esas conversaciones.
Tampoco sabemos si los interlocutores de ambos bloques tienen la fuerza real para comprometer a sus representados.
De resultar cierto esto seria una sorpresa en contra de todos los vaticinios del choque definitivo de trenes.
Lo que si esta claro es que con negociación o sin ella en ambos casos habrá costos políticos para gobierno y oposición.
Y el factor tiempo los aumenta en forma exponencial.
A mayor retardo, más dolor.
Ilusos si están pensando que saldrán librados de esta sin un solo rasguño o sin ceder en parte de su agenda.
Eso, es imposible.

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