Es lo menos que se puede esperar y pedir de una elección. Cualquiera. Votar, que se cuenten los votos, y que se entreguen las actas con los resultados.
Esa sería en
definitiva la única garantía que tienen electores y candidatos de la pulcritud
de ese resultado.
Esto es algo tan
propio y automático de la tecnología electoral que casi nadie piensa en pedirlo
porque está implícito en toda votación.
En todas partes, sí.
Menos en Venezuela donde el órgano electoral controlado por una mayoría
favorable al gobierno no entregó a tiempo su copia de las actas lo cual les
permitiría a los testigos de los partidos cotejarlas para confirmar los
resultados que anunció el presidente del CNE en la madrugada del 29 de julio.
Muy pocas personas
creen en la veracidad de los resultados anunciados por el presidente del CNE
Elvis Amoroso.
Quizás si hubiese
facilitado el 100% de las actas en forma oportuna algunas personas más y hasta
observadores internacionales las habrían aceptado como ciertas aunque no
necesariamente coincidan con la percepción empírica en la calle.
El problema es que
presentarlas en forma extemporánea, aunque ahora soporten los números
anunciados por Amoroso, pulverizan cualquier rastro de posible credibilidad.
La percepción de la
mayoría de los candidatos, los electores y los observadores internacionales
invitados por el CNE es que no entregar las actas de las mesas electorales a
tiempo es algo definitivamente extraño y anormal.
Hasta en países
como Rusia y Nicaragua, cuyos procesos electorales han sido cuestionados, se
entregan actas de las mesas de votación.
No entregar las
actas electorales a tiempo ya de por sí es una invitación abierta a la duda y a
pensar que algo se oculta.
Pero, entregarlas
con retraso tampoco resolverá la duda aunque ayuden a cuadrar los números
contenidos en el primer boletín emitido por el CNE.
Solo un cotejo de
los números de las actas con el 100% de los papelitos físicamente depositados
en las cajas podría despejar las dudas y hacer de este un resultado aceptable.
Asumiendo que los
papelitos aún existen.- @humbertotweets
No hay comentarios.:
Publicar un comentario