domingo, 2 de septiembre de 2018

El problema de Venezuela no es solo de los venezolanos


¿Que es la “comunidad internacional” ¿Los países miembros de la ONU? ¿Los estados miembros de la OEA? ¿Los países aliados de los EEUU? La llamada comunidad internacional no es más que una ficción inoperante. Lo que hay son imperios y estados cada uno con sus agendas e intereses.
Nuestros llamados genéricos para una intervención militar internacional en Venezuela igualmente se han diluido en el eco genérico que no llega a ninguna parte. Hay cierto acuerdo en un grupo importante de países sobre la crisis política, económica y social en Venezuela.
Pero ese acuerdo tiene diversas gradaciones. Hay países que lo ven como una simple crisis de gobierno más o como una mera crisis económica. En lo que sí parece existir coincidencia es en la ausencia de un claro sentido de urgencia para detener el colapso de la república de Venezuela.
En los distintos foros internacionales donde la calamidad de Venezuela ha sido denunciada los viscosos tiempos de los diplomáticos han ofrecido una respuesta retórica que no va más allá del usual lenguaje relativista de esos escenarios.
Algunos países han aplicado sanciones financieras individuales jerarcas civiles y militares del régimen con la esperanza que esa “presión” les obligue a dejar el poder. ¿Ingenuidad? ¿o acaso el más siniestro y obsceno cálculo político?
La situación de Venezuela es la del colapso de una república virtualmente sin economía, sin instituciones, sin control de su territorio y ahora sin gente. Nada de esto logró despertar el sentido de urgencia de esos países, incluso de los vecinos, para intervenir directamente y detener a tiempo el efecto destructivo de la tiranía chavista.
Tuvo que ocurrir el ahora inevitable y descontrolado desplazamiento masivo de venezolanos fuera de su territorio y llegar abruptamente a otros países para que ahora si se comience a dimensionar la gravedad de la tragedia.
En la displicente visión de la diplomacia alimentada por la propaganda de la izquierda siempre ha privado aquella falacia de “El problema de Venezuela deben arreglarlo entre los venezolanos.” Dicho así suena como una genuina expresión de proclama soberana de no ser por el hecho incontrastable que el régimen chavista ha secuestrado todos los poderes, conculcado todas las libertades y la única garantía para una alternabilidad real de poder no sería otra que las vías de fuerza ante el evidente agotamiento de las formas electorales.
Con el desplazamiento masivo de venezolanos a todos los rincones de sur américa el problema de Venezuela se ha convertido de pronto en un problema para todos adquiriendo una dimensión más real y desestabilizadora en cada uno de esos países.
En nombre de esa soberanía, inoperante e inexistente, países vecinos de Venezuela se abstuvieron pérfidamente de intervenir. Esperamos que ahora que el problema también es de ellos hagan algo mejor y más rápido. @humbertotweets

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