I. EL 24. Por segundo año consecutivo no se realiza el tradicional desfile militar con motivo de la Batalla de Carabobo el 24 de junio. Indagamos las razones. El año pasado la razón fundamental fue presupuestaria. El Ministerio de la Defensa ya venía anticipando recortes en los recursos y se consideró una decisión estratégica no realizar el desfile debido al alto costo en adquirir y movilizar equipos militares. Este año la historia es un poco diferente. Me informan que además de evitar los altos costos, lo cual parece justificado, la razón esencial es el temor a una situación irregular con los soldados que podría haber empañado el evento. No, no me refiero a golpes de estado o intentos de magnicidio. Inteligencia militar recomendó abortar el desfile ante el “grave riesgo” de una protesta de soldados en pleno desfile exigiendo mejoras en sus raciones de comida y mejor trato en los cuarteles.
II. RECHAZADO. Diosdado Cabello no solo es uno de los políticos oficialistas más rechazados en la calle, después de Nicolás Maduro. El rechazo a Diosdado también lo expresan, en privado, oficiales que son obligados a soportar sus aburridos bodrios televisivos. Estas reuniones televisadas donde Diosdado se muestra rodeado de oficiales que le ofrecen su saludo militar no han sido autorizadas ni desautorizadas por Nicolás Maduro. Muchos de ellos luego se reúnen con el Ministro Padrino López para aclarar cualquier duda sobre sus lealtades. Es una muestra de la grave fractura que vive hoy las FANB.
III. EQUILIBRIO. Nunca ha sido tan difícil nombrar a un Ministro de la Defensa como ahora. La división que hay en las FANB es inocultable y a pesar del hermetismo ya trasciende el ámbito de los cuarteles. Permitir a los militares participar en la política abrió las puertas a la creación de grupos y facciones dentro de las propias formaciones militares chavistas. En esta oportunidad Nicolás Maduro tiene que tomar una decisión la cual, sin duda, afectará el equilibrio de poder interno en las FANB. Las opciones incluyen al almirante Franklin Montplaisier (ANB), al General Néstor Luis Reverol (GNB) e incluso prorrogar el periodo del General Padrino López. La sorpresa (!) seria Tareck El Aissami. Si el Ministro de la Defensa es un militar o un civil distinto a Padrino López es muy probable que Nicolás Maduro decida separar las funciones de Ministro y Comandante Estratégico Operacional, como era en tiempos de Chávez.
IV. LÍNEA. La burocracia oficial y militar tiene una orden: “A los opositores ni un vaso de agua.” Esto lo ordenó Maduro y lo repitieron otros operadores políticos como Diosdado Cabello y el General Motta Domínguez entre muchos otros. Por esto se han generalizado los atropellos en contra de dirigentes y activistas de partidos opositores por parte de oficiales y soldados que lo asumen como un deber patrio. Así lo hicieron un grupo de oficiales la semana pasada cuando trataron de impedir el acceso de la caravana por carretera liderada por Lilian Tintori para llevar medicinas a Tucupita. A pesar de la tozudez de estos efectivos la caravana llegó triunfante a Tucupita...en curiara.
V. HONOR. El reclamo que se le hace a los militares activos no es que se sumen a una aventura de golpe de estado. La crítica es que no defiendan la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que juraron defender, con la misma vehemencia que juran lealtad al chavismo y al socialismo. Es muy lastimoso ver a oficiales de alta graduación como corifeos de las consignas y dislates del gobierno y al mismo tiempo indiferentes ante el ultraje de la Carta Magna. En este momento, definitivo para supervivencia de la República, asumir la defensa de la Constitución es lo honorable y digno aunque eso cueste la carrera militar.-
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