lunes, 30 de octubre de 2023

El reacomodo de la falsa oposición

            Una forma de interpretar lo que pasó el domingo 22 de octubre en la Primaria de la falsa oposición es caracterizarlo como una verdadera revuelta de las bases y clientelas de los partidos de la MUD contra sus cúpulas. El apoyo a la opción de María Corina Machado se mostró más como un voto castigo y de rechazo contra una dirigencia que ha fracasado sistemáticamente en sacar al chavismo del poder en los últimos 24 años.

            La cúpula de la MUD siempre se distinguió por asumir las tesis de la vía electoral y las negociaciones con el régimen, todo bajo la estricta legalidad chavista, como sus formas de hacer política. Una política que ha condenado a los venezolanos a vivir en la barbarie como resultado de un perverso círculo vicioso de negociaciones-elecciones-negociaciones del cual no hay forma de librarse. Al menos dentro de la legalidad del Estado chavista a la cual la falsa oposición ha decidido someterse y someter a todos los venezolanos.

            Fue precisamente alzándose contra esas políticas electoreras y negociadoras que María Corina Machado se estableció como un liderazgo alternativo al de la MUD. Fue ella quien grabó innumerables videos argumentando correctamente en contra del voto bajo el fraudulento sistema electoral chavista y quien acuñó la popular consigna “En Tiranía No Se Vota”. Por eso todos los voceros de MUD sin dudar la calificaban de extremista y radical.

            Sin embargo, a pesar del discurso crítico y beligerante a las políticas de la MUD era evidente que María Corina Machado no tenía ningún interés en romper con ella. Más bien se mantuvo junto con su partido Vente Venezuela siempre orbitando en el entorno de la MUD marcando distancia, pero un distanciamiento que comenzaba a perfilarse como diferencias de forma y no de fondo.

            El apoyo de Vente Venezuela en la Asamblea Nacional 2015 para salvar la responsabilidad política de Juan Guaidó, cuestionado por su pésima gestión frente al Interinato, fue un mensaje claro de identidad con Voluntad Popular, el partido de Leopoldo López. Aunque la forma escogida para proteger a Guaidó era el voto salvado resultaba claro que el partido de María Corina se movía por otros intereses más prácticos y no por el de establecer responsabilidades administrativas y políticas en la malversación de recursos de ese llamado gobierno interino.

            A finales de 2022, con una extraordinaria popularidad bien lograda en base a su distanciamiento de la MUD, María Corina Machado anuncia su candidatura en la elección Primaria convocada por la falsa oposición. El haber estado hasta ese momento distanciada pero no disociada de la MUD permitió que los partidos organizadores del evento no la vieran como un adversario peligroso y su participación fue completamente subestimada. Eran los días en que los cálculos y las apuestas favorecían a Manuel Rosales como candidato in pectore del régimen chavista y de la cúpula de la MUD.

            Con la candidatura de María Corina Machado se producen dos reacciones notables. Por una parte los cuadros locales, las clientelas, y las bases de los partidos de la MUD comienzan a migrar masivamente para apoyarla y por la otra se propaga un gran desconcierto en muchos de quienes históricamente le habían respaldado en su tesis anti electoral y ahora se encontraban ante una defensora del voto como forma viable para salir del chavismo.

            Lógicamente, si María Corina Machado pretendía contarse y ganar la Primaria de la falsa oposición no podría hacerlo desde su original tesis anti electoral. Ella tuvo que rápidamente pivotar su posición política a una que por primera vez coincidía formalmente con la MUD: Si es posible sacar al chavismo con votos. Aunque ella haya defendido hasta hace unos meses la tesis contraria.

            El trasvase masivo de las clientelas de los partidos hacia la candidatura de María Corina se podía apreciar diariamente con miles de activistas que con orgullo se despojaron de su franela de Primero Justicia o de Voluntad Popular para lucir el limpio azul de Vente Venezuela. No habría otra forma de describirlo sino como una verdadera bola de nieve que crecía sin parar cada día. El avance rápido y contundente de sus apoyos prácticamente la liberó de tener que responder por qué ahora sí es viable votar en tiranía, aunque nada de lo político y electoral haya cambiado. Se trata de una pregunta que va a lo fundamental del problema porque involucra las extraordinarias capacidades que moviliza el chavismo para perpetrar sus fraudes electorales a través de su tinglado jurídico, político y militar. Aunque la pregunta sigue en el aire las respuestas que se ofrecen sólo apuntan a confiar en el carisma de María Corina y su gran capacidad para encantar multitudes como las fórmulas para alterar los términos fundamentales de la ecuación.

            Es incierto si el chavismo va a mantener la arbitraria inhabilitación de María Corina Machado como candidata presidencial de la falsa oposición o si por el contrario se inclinara a habilitarla y en su lugar apelar a otras artimañas para el fraude de 2024. Porque, no nos llamemos a engaño, el chavismo solo convocará una elección donde tenga la certeza que podrá manipular su resultado. Y si no es así pues no habría elección. Todo, por supuesto, con arreglo a la legalidad chavista consagrada en la Constitución de 1999.

            Lo que sí resulta cierto es que el triunfo de María Corina Machado el 22 de octubre la posiciona como jefe indiscutible de la falsa oposición, esto es de la alianza de partidos que están integrados en la MUD y apoyan la fórmula negociaciones-elecciones-negociaciones. Hay quienes alegan que esto no es posible porque para que ella se convierta en jefe los otros factores de la alianza deberían aceptarla. Precisamente de eso se trata. Que los partidos que quieran sobrevivir a este remezón electoral tendrán que montarse en el portaaviones de María Corina y reconocerle jefatura si aún quieren lograr posiciones en las elecciones regionales que son los incentivos más apetecidos por las clientelas. Voluntad Popular, Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo, todos elementos del G4 en mayor  menor medida ya lo han aceptado.

            Muchos de quienes votaron por María Corina Machado en la elección Primaria lo hicieron en contra de la dirigencia de los partidos de la MUD con la esperanza quizás de apostar por un liderazgo distinto al actual. Eso requeriría de una ruptura con los partidos de la MUD y en especial los del G4. Pero eso ya es mucho pedir y luce alejado de la realidad. Lo que está ocurriendo en la práctica es un reacomodo de los partidos de la falsa oposición y un acoplamiento a la nueva situación donde todos se abrazan a María Corina y ella se abraza con todos. La Alianza Nacional que se ha convocado, en el mejor espíritu de la unidad, será tan amplia y generosa que allí tendrán espacio todos los partidos que han venido colaborando con el chavismo en sus farsas electorales e incluso aquellos que se beneficiaron de los manejos del Interinato. Es la cara renovada y amable de una oposición que intentara convencernos que para salir del chavismo no solo hay que votar, sino además tragar grueso y ponerse un pañuelo en la nariz.- @humbertotweets

jueves, 26 de octubre de 2023

¿Votará el gran elector por María Corina Machado?

            Cualquier análisis serio que se haga sobre la situación política en Venezuela debe partir del reconocimiento de la existencia de un Estado chavista que ha sustituido al Estado Nacional venezolano. El análisis debe tomar en cuenta que uno de los ejes de poder es el régimen político chavista en su totalidad, que incluye TSJ, CNE, AN y Fuerzas Armadas, no solo al gobierno que preside Nicolás Maduro. Igualmente debe estar claro que ese régimen político ha creado su propia legalidad que opera más bien como una pseudo legalidad conveniente que se estira y se encoge a la medida de los intereses de la cúpula de ese régimen. Un análisis que no incorpore estos elementos no será más que un ejercicio de fantasía retórica. Sobre esta base y no otra es que hacemos una valoración de la coyuntura y por supuesto del triunfo de María Corina Machado como candidata de la falsa oposición.

            Algunos podrían sorprenderse de que caractericemos a María Corina como parte de la falsa oposición y es que no se trata de un calificativo gratuito o caprichoso. Responde a una definición política. La mera confrontación electoral con el gobierno de Maduro respetando la pseudo legalidad chavista derivada de la Constitución de 1999 no puede ser considerada como una oposición verdadera porque calza perfectamente en el juego de la farsa electoral que le ha permitido al chavismo mantenerse en el poder. Oponerse al gobierno de Nicolás Maduro dejando intacto el estado chavista y aspirando a convivir con él es un ejercicio genuino de falsa oposición porque en la práctica no conduce a la salida del chavismo.

            María Corina Machado acaba de ser electa candidata presidencial en la elección Primaria organizada por los partidos de la MUD, conspicua dirección política de la falsa oposición. Si bien es cierto que su elección se produjo como una revuelta de las bases y las clientelas de los partidos contra sus cúpulas también es cierto que María Corina Machado suscribe las tesis fundamentales de la falsa oposición tales como el reconocimiento a la Constitución chavista de 1999, la vía electoral y el gobierno de transición.

            Esta tesis política ha fracasado histórica y sistemáticamente desde 1999. Y fracasa porque su resolución depende enteramente del chavismo que ha metido a esa oposición en un círculo vicioso que repite su ciclo sin parar de negociaciones-elecciones-negociaciones. Mientras el Estado chavista tiene un control férreo de sus órganos e instituciones le hace creer a esa oposición que participando dentro de su legalidad capciosa algún día tendrá la oportunidad de llegar al poder. La falsa oposición por su parte, prisionera de su propia miopía electorera y legalista, escoge lo que considera es el mal menor para ella que es cohonestar la farsa institucional del chavismo aunque sea bajo una protesta moderada. El tiempo ha demostrado que el mal menor para la falsa oposición se ha convertido en el mal mayor para Venezuela que hoy se cae a pedazos como resultado de esa falsa política.

            Las expectativas que se han creado en torno al triunfo de María Corina Machado en la Primaria de la falsa oposición son tan grandes que hay que comenzar a preguntarse si son racionalmente viables. Al tratar de desagregar el discurso de la ganadora para entender su tesis parece que todo se reduce a una combinación de carisma, euforia y presión ciudadana para derrotar al régimen chavista, respetando sus propias reglas de juego y su infame legalidad. Estos episodios de emoción ya los hemos visto antes en los referéndums que se han convocado, en las consultas, en las candidaturas de Manuel Rosales y Henrique Capriles Radonski, en las protestas del 2014-2017, en el Interinato de Guaidó, y ahora en la elección Primaria. 

            Todos estos han sido eventos plenos de emoción y voluntarismo, de una deformación irresponsable de la realidad que finalmente se han estrellado contra el mismo muro de siempre: La legalidad del Estado chavista. Al no formar parte de una agenda orgánica de lucha sino más bien al ser situaciones provocadas en forma espasmódica y episódica ni siquiera se puede decir que hayan servido para acumular fuerzas en la lucha contra el régimen chavista. El desánimo y la decepción con esta política se muestran en la cantidad de venezolanos que voluntariamente decidieron no participar en la elección Primaria y los que aun al día de hoy siguen abandonando el país.

            Entonces la emoción y la ilusión que despierta María Corina Machado hay que ponerlas en una perspectiva histórica más realista que se desmarque definitivamente del voluntarismo y la ingenuidad. Para ser consecuentes con nuestro análisis habría que decir que en un régimen como el chavista poco o nada importa la mítica presión ciudadana que tanto se alude como pieza fundamental de esa endeble estrategia. En un régimen político con instituciones que reconozcan y respeten esa voluntad si, con el chavismo jamás.

            Tomando en cuenta que el tinglado político y jurídico del Estado chavista se completa con unas Fuerzas Armadas incondicionales que se imponen sobre la población civil desarmada entonces no es una simple metáfora calificar a las FANB chavistas como un verdadero gran elector en ese régimen.  Es un elector que no se expresa con votos sino con demostraciones y ejercicio de fuerza que hasta ahora le ha sido muy útil al chavismo.

            Por la misma naturaleza de esa organización militar es prácticamente imposible saber qué es lo están pensando los grupos que allí operan. Pero es del mayor interés conocer cómo estas facciones, que hasta ahora se han mantenido unidas por el liderazgo de Vladimir Padrino López, están viendo el papel de María Corina Machado y si eventualmente una o más estarían dispuestas a provocar la ruptura en su nombre. Todo dependerá del contenido y la forma que ella elija para comunicarse y coordinarse con esos sectores. Y si esto es acaso algo que ella y ellos estarían dispuestos a hacer. Estas son situaciones y desarrollos muy complejos que nunca se conocen en la víspera sino una vez que se han materializado. Tomando en cuenta la coyuntura actual y la correlación de fuerzas esta sería quizás la única posibilidad de establecer un cable a tierra que conecte la euforia y el voluntarismo aureolar con la realidad.- @humbertotweets 

Los primeros 100 días de María Corina

            Sin condiciones ni garantías electorales y con una fecha incierta para las elecciones del 2024 María Corina Machado intentará triunfar donde otros ya han fracasado. No se puede decir que nada ha cambiado con respecto a las elecciones anteriores. Todo ha cambiado y bastante para empeorar. Las condiciones para esta elección son tan precarias que ella siendo la candidata ganadora de la Primaria se encuentra en un limbo jurídico con respecto a su habilitación o no para inscribirse ante el CNE.

Los primeros 100 días de un presidente son considerados como la medida de lo que podría ser su gestión de gobierno. En el caso de María Corina Machado se trata de decisiones cruciales que impactarán no solo su candidatura sino también al cuadro político nacional.

Tratando de establecer un orden de prioridades estas serían las situaciones que demandarían atención inmediata de la candidata ganadora:

1-Conformación y reacomodo de la dirección política de la MUD. La victoria de María Corina Machado fue ante todo un voto castigo contra la cúpula de la MUD. ¿Se integrará ella con sus antiguos adversarios en nombre de la unidad? ¿O por el contrario se desmarcará de ellos y los hará a un lado como espera la mayoría de los 2.5 millones que votaron por ella?

2-Garantías electorales y candidato sustituto. Las condiciones y estructura del sistema electoral venezolano se mantienen y si cambian lo más probable es que sea para otorgarle más ventajas al chavismo. ¿Cómo lograr del  chavismo garantías para una elección transparente? ¿Cómo y cuándo escoger al candidato de esa oposición si el chavismo impide la inscripción de María Corina?

3-Negociaciones. María Corina Machado ha dicho que una vez electa candidata es ella quien negociará y será para negociar la salida de Nicolás Maduro. También se sabe que ella le dio un voto de confianza a Gerardo Blyde como negociador. ¿Se mantendrán las negociaciones con el chavismo? ¿Cambiarán la agenda y los negociadores?

4-Esequibo. El gobierno de Maduro ha convocado un referéndum consultivo para apoyar su posición con respecto al Esequibo en diciembre. Voceros del gobierno han insinuado que quien no apoye el referéndum será considerado y tratado como traidor a la patria. ¿Apoyará María Corina Machado y la MUD el referéndum consultivo sobre El Esequibo?

Tomando en cuenta la situación institucional desfavorable en la que se mueve María Corina hay una gran expectativa y mucha ilusión de lo que ella pueda lograr donde otros en mejores condiciones fallaron.- @humbertotweets

lunes, 23 de octubre de 2023

Con María Corina hasta el final de las ilusiones electorales

            Tal como se había anticipado María Corina Machado ganó en forma contundente la Primaria de la falsa oposición. Se trata de un evento relevante que hay que desagregar en sus componentes materiales y formales para calibrar si estamos ante una posibilidad real de sacar al chavismo del poder o si por el contrario estamos frente a un nuevo engaño como todos los que se han repetido en estos 24 años en nombre de la liberación del pueblo venezolano.

            Para evaluar cuantitativamente el evento habría que tomar en consideración cuantos y quienes votaron esta vez en relación con otros eventos parecidos administrados por la falsa oposición. Al momento de escribir este artículo, aunque no se conocen cifras definitivas,  parece existir acuerdo entre periodistas que con base a las cifras preliminares de la Comisión de Primaria se podría estimar la participación en 2.5 millones de electores y hay quienes afirman que podría llegar a 3 millones.

            3 millones de votantes es una cifra cercana a los tres millones que en el 2012 en un evento similar eligieron a Henrique Capriles Radonski, pero menos de la mitad de los 7.5 millones que votaron en el 2017 en la llamada Consulta Ciudadana también organizada por la MUD. Factores que explican la diferencia entre uno y otro evento serían la dramática situación económica y social en Venezuela que ha obligado a más de 10 millones de venezolanos a emigrar y las evidentes manipulaciones del régimen chavista para sabotear la elección. A esto habría que sumar una cantidad estimable de venezolanos, difícil de medir, que no votaron como rechazo a las políticas negociadoras de la falsa oposición.

            La propaganda de los convocantes de la Primaria insiste en presentarla como una gesta masiva ciudadana aunque los números y las imágenes nos muestren personas que siempre han orbitado alrededor de la tesis electoral de la falsa oposición. Una votación que doblara los 3 millones por el contrario habría significado una verdadera revuelta popular inclusive con la participación de votos chavistas. Pero ese no fue el caso y podemos decir con certeza que 3 millones de electores solo alcanza a representar al pequeño universo que aún orbita y cree en la falsa oposición, pero jamás se podrá tomar como representativo de todo el pueblo venezolano.

            El cómodo triunfo de María Corina Machado se explica por el reacomodo de las clientelas de Voluntad Popular, Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo que conforman buena parte de esos 3 millones y que vieron en ella la única posibilidad de pragmáticamente seguir medrando de la política. Sin duda hay un pequeño porcentaje de esos 3 millones que no tienen filiación partidista y de buena fe respaldaron con su voto la opción de María Corina Machado a pesar de que al igual que el resto de los venezolanos aún están esperando que ella les explique por qué ahora sí se puede votar en tiranía.

            Es evidente que los resultados de la elección Primaria del domingo 22 de octubre más que una victoria ciudadana, como los epígonos y propagandistas la quieren presentar, fue una revuelta de las bases y las clientelas de los partidos de la falsa oposición en contra de sus cúpulas. En esta elección que no fue organizada por ninguna sociedad civil sino por la falsa oposición, se concretó la pulverización de las cúpulas de VP, PJ, AD y UNT cuya credibilidad y legitimidad ahora se podría estimar en no más de un modesto 3%.

            Esto no quiere decir que de polvo se conviertan en cenizas, por el contrario la nueva fisonomía engañosa y arenisca de esos componentes de la falsa oposición les permitirá permear y penetrar con mayor facilidad el liderazgo de María Corina Machado para ajustarlo a sus intereses. Los más audaces y los primeros en entender esta nueva dinámica fueron los de Voluntad Popular, franquicia partidista de Leopoldo López y partido rector de la corrupción al frente del Interinato de Juan Guaidó. El abrazo de María Corina Machado con Freddy Superlano fue mucho más que una alianza electoral para la Primaria, se trata de un verdadero compromiso político donde VP se transforma de conglomerado cuestionado política y moralmente en uno de los  nuevos dueños y acreedores de ese nuevo liderazgo emergente. Que nadie se sorprenda que de ahora en adelante cualquier cuestionamiento contra el Hamponato Interino de Juan Guaidó sea aplastado como un intento de dañar la impoluta imagen de María Corina Machado y sus sacrificios por la unidad nacional.

            Con una participación de 3 millones o menos y con una votación propia de medio millón es un despropósito reconocerle a María Corina Machado la entidad de un liderazgo nacional. Allí no están representados ni la mayoría de quienes se fueron ni la mayoría de quienes aún están en Venezuela. A lo sumo le reconocemos el indiscutido e indisputable liderazgo del universo de la falsa oposición y de quienes aún creen en la vía electoral como una forma factible para salir del chavismo. No la mayoría precisamente.

            Desde esa posición de influencia María Corina Machado, acompañada por Voluntad Popular y Primero Justicia en una primera fase, tendrá que enfrentarse a decisiones cruciales tales como continuar o no con el actual esquema de negociaciones entre el chavismo y la falsa oposición o acaso cambiar también a todo el equipo negociador. Ella como la nueva vocera de la falsa oposición tendrá que resolver si acompaña al chavismo en su referéndum consultivo sobre el Esequibo. Ah y por supuesto ella con la nueva dirección política de la falsa oposición tendrán que resolver quién será el verdadero candidato que enfrentará a Nicolás Maduro.

            Porque de algo ellos pueden estar seguros y es que por mucha presión ciudadana y vigilias que se convoquen el chavismo invocará su legalidad y ejercerá todo su poder para mantener la inhabilitación política de María Corina Machado. Quien de verdad esté esperanzado en esto no es más que un iluso o ingenuo que al día de hoy no ha comprendido la naturaleza criminal de un régimen que no escatima en linchar físicamente a sus adversarios.

            Para quienes aún viven de las fantasías, la desilusión y el desengaño con María Corina Machado vendrá con el tiempo. No porque uno lo quiera o apueste a ello sino porque sus capacidades y su liderazgo están férreamente controlados por la racionalidad que sostiene al chavismo en el poder y es la derivada del reconocimiento a la legalidad chavista de 1999 y al voto como fórmulas para resolver la crisis.

            En los próximos meses la realidad pondrá a prueba las tesis electorales de María Corina Machado y la falsa oposición. Nuestro escepticismo se funda en un patrón de conducta que hemos identificado perfectamente a lo largo de estos 24 años: Negociaciones-elecciones-negociaciones todo dentro de la Constitución chavista de 1999, nada fuera de ella. Y así seguimos en un círculo vicioso con nuevas caras, pero con promesas de cambio recicladas.

            Para desmarcarse de sus antiguos adversarios María Corina Machado llamó a “luchar hasta el final”, dejando a la libre interpretación de cada quien el significado de “El Final”. Por el nivel de expectativa y emoción que ella ha despertado en algunos segmentos de la población y ante una dramática e impostergable cita con la realidad el único final que podemos anticipar es el final de las ilusiones electorales. Con María Corina Machado se cierra el último capítulo de una tragicomedia plagada de fetiches y falsas creencias que ya cumple dos décadas. Después de ella será muy difícil repetir la misma historia o topar con la misma piedra.- @humbertotweets

jueves, 19 de octubre de 2023

Alex Saab no estuvo en Barbados

            La falsa oposición celebra la firma de los acuerdos de Barbados con el chavismo como si se tratara de una victoria épica que llevará al retorno de la democracia en Venezuela, según dicen.

Se dice que los acuerdos firmados fueron tres. Dos que fueron difundidos por párrafos y a cuentagotas y un tercero que por razones desconocidas, aunque sospechadas, se mantiene en secreto.

De los dos acuerdos firmados uno se refiere al Esequibo y el otro al tema político-electoral. El acuerdo sobre el Esequibo básicamente compromete de antemano a la falsa oposición en apoyar la posición del gobierno de Nicolás Maduro frente a Guyana por razones patrióticas, cualquiera que esta sea.

El Acuerdo político y electoral sólo contiene promesas vagas, ambiguas y difusas sobre condiciones y garantías electorales. A pesar de ser promesas genéricas difíciles de precisar e incluso de verificar los Estados Unidos las consideró como suficientes para levantar las sanciones sobre el gobierno chavista.

El acuerdo donde el gobierno chavista no se compromete a nada concreto igualmente queda sujeto a la buena voluntad y disposición que tenga este para cumplir con esos compromisos de por sí indeterminados.

Por supuesto, hay quienes desde ya anticipan que el chavismo una vez más lograra zafarse de esos acuerdos, como siempre lo ha hecho. Una cláusula de garantía que podrá invocar el chavismo en cualquier momento es la legalidad y Constitucionalidad de esos acuerdos.

Tal como queda reiterado hasta la saciedad en ese texto suscrito por el chavismo y la falsa oposición todo, absolutamente todo, queda sujeto a la Constitución de 1999 y a las leyes en vigencia, Constitucionalidad y legalidad ejercida por órganos como el Tribunal Supremo de Justicia y el actual Consejo Nacional Electoral.

Pero hay otra garantía que también podrá ser invocada por el chavismo en cualquier momento para salirse de estos acuerdos. Y es cuando reparamos que la razón por la cual la última ronda de negociaciones en México fue suspendida unilateralmente por el chavismo fue precisamente para exigir la liberación de Alex Saab, preso en los Estados Unidos.

Aparentemente Alex Saab como materia de negociación no estuvo formalmente en los Acuerdos de Barbados. Aunque hay quienes aseguran que el mentado tercer acuerdo que se mantiene en secreto se refiere precisamente a las gestiones que debería hacer la falsa oposición para interceder ante el gobierno norteamericano y lograr la liberación de Saab.

El punto es que siendo esta una materia aún pendiente por resolver nada impide que el gobierno de Nicolás Maduro la vuelva a invocar como una razón poderosa para no cumplir con los acuerdos genéricos y suspender nuevamente las negociaciones.

Para ese momento quizás ya habrán ocurrido las elecciones presidenciales y habría que comenzar nuevamente desde el punto cero a negociar condiciones y garantías electorales…pero para las elecciones que se celebrarán dentro de 7 años.- @humbertotweets

El acuerdo entre el chavismo y la falsa oposición es una burla a Venezuela

            El régimen chavista y su falsa oposición colaboracionista se burlan una vez más de los venezolanos. Ambos grupos son los responsables solidarios de la desgracia nacional y hay que señalarlos como tales, sin ninguna contemplación. El reciente acuerdo suscrito entre el chavismo y la MUD es una evidencia más de que Venezuela jamás tendrá destino mientras su futuro se decida en una partida de baraja.

            Se impone un análisis del contenido y el contexto que rodea a este acuerdo que pretende ser justificado como un logro de proporciones épicas cuando en realidad lo que contiene son formas retóricas para disimular la traición a la nación venezolana.

            Lo primero que hay que decir es que no resultó fácil obtener una copia de los Acuerdos suscritos entre el régimen chavista y la falsa oposición en Barbados. Tomando en cuenta que allí se tomaron decisiones que afectan a millones de venezolanos esos textos han debido ser del conocimiento público inmediatamente luego de su firma. Pero no fue así. A cuentagotas y juntando párrafos dispersos de cables internacionales más o menos los venezolanos pudimos conocer qué acordaron el régimen y su oposición colaboracionista. A ambos factores les conviene ocultar el texto íntegro de lo acordado, pero por razones distintas.

            Al chavismo le conviene para alimentar la desinformación en torno a lo que allí se acordó y a la falsa oposición le sirve que no se pueda apreciar en su totalidad la vaguedad y ambivalencia de lo acordado porque simplemente se sometería al ridículo colectivo. Finalmente y gracias a uno de los portales que actúan en combinación con la falsa oposición pudimos obtener una copia de los documentos que firmaron chavistas con falsos opositores y que deberían ser del más amplio dominio público.

            Según parece se firmaron tres acuerdos, pero solo se conoce con certeza de dos. Uno referido al asunto político-electoral y otro al asunto del Esequibo. Lo que resalta en estos dos documentos es la profusión de generalidades y promesas amplias e indeterminadas sobre temas diversos. En un lenguaje florido se hacen proclamas de buenas intenciones, sin que se anuncien acciones concretas ni mecanismos para su ejecución y verificación.

            El documento que se refiere al asunto del Esequibo hace toda una declaración de apoyo a la postura fracasada del régimen chavista en la materia, pero que ahora tendría el más absoluto apoyo de la falsa oposición en nombre de un supuesto patriotismo. Suponemos que la iniciativa del régimen de incluir el tema del Esequibo en los acuerdos es dejar desde ya plantadas las bases para forzar a la falsa oposición a apoyar el referéndum consultivo que en cualquier momento convocará el régimen.

Esto es clave para el chavismo porque tras la convocatoria a este referéndum lo que en realidad se persigue es diluir a la oposición y poner a quienes no lo apoyen en posición de antipatriotas y sujetos a persecuciones y encarcelamientos. Más que un acto de apoyo a la recuperación del Esequibo ese referéndum está concebido como un acto de apoyo al régimen y esto queda amarrado en los acuerdos de Barbados.

El acuerdo relativo a lo político y electoral está lleno de enunciados generales para establecer garantías de transparencia sin que existan mecanismos para ello. Se alude a la depuración del registro electoral, las auditorías antes y después de las elecciones, la igualdad de oportunidades para todos los candidatos y partidos…todo con arreglo a la Constitución chavista de 1999, a lo que establecen las leyes (chavistas) y los poderes públicos (también chavistas).

En otras palabras, las generalidades enunciadas en ese acuerdo dependen de la voluntad y misericordia de una sola de las partes: El régimen chavista. Allí no se tocaron temas claves como la condición y/o liberación de los presos políticos militares, quizás por ser un sector que sí ha logrado poner al régimen contra la pared en varias oportunidades. Es cierto que aunque no se habló en términos concretos de liberación de presos políticos en las horas siguientes a la firma de estos acuerdos han sido liberados varios presos políticos civiles. Por supuesto, todos ellos, sin excepción han agradecido la bondad y magnanimidad del régimen convirtiéndolos en confiables agentes de propaganda para avalar el blanqueamiento del chavismo.

A cambio de comprometerse a nada concreto el régimen chavista logra su presa más preciada: Que los Estados Unidos formalice la suspensión de las sanciones, con el aval de la falsa oposición colaboracionista. Decimos que formalice porque estas sanciones no existían en la práctica y su impacto fue mínimo. Pero ahora el chavismo dispondrá de por lo menos 6 meses para aprovisionarse de más recursos y equipamiento militar para continuar en su política de mantenerse en el poder linchando a la población civil desarmada.

Una vez más el chavismo logra lo que quiere, de la mano de la falsa oposición. Gana tiempo en una negociación que le permite seguir en el poder desarticulando sanciones económicas en su contra las cuales sería muy difícil reactivar una vez que se llegue al convencimiento que no han cumplido su parte en un acuerdo de por sí vago y ambiguo. La clave de este acuerdo que la falsa oposición no quiere difundir está en la letra pequeña del contrato y en lo que deliberadamente no se dice.

En letra pequeña se insiste hasta la saciedad en el sometimiento de ambas partes a la legalidad chavista y en cumplir los lapsos electorales según el cronograma “Constitucional”. Insistimos y subrayamos “Constitucional”. Porque esa, la forma Constitucional, será, ultimadamente, la salvaguarda que le permitirá al chavismo invocar un pretexto para volver a salirse de los acuerdos. Igualmente la ausencia de medidas concretas para materializar la promesa genérica de condiciones y garantías electorales así como la ausencia de mecanismos para su ejercitación solo pone en evidencia la magna entidad de la estafa.

Desde ya advertimos que en no más de 6 meses, una vez que el chavismo se encamine a perpetrar y en efecto ejecute su nuevo fraude electoral, tanto el gobierno norteamericano de Joe Biden como la falsa oposición se lamentarán amargamente para en tono de disculpa decir que fueron engañados por el chavismo. Como si fuese la primera vez. Como si fuese la última…@humbertotweets 

lunes, 16 de octubre de 2023

De La Salida a la emboscada

            Hay quienes se han ofendido por el apoyo que el partido rector del hamponato interino de Juan Guaidó le ofreció a María Corina Machado. Otros se han sorprendido y se preguntan si realmente Machado necesita ese tipo de apoyos, tomando en cuenta que todos los sondeos la colocan como la virtual ganadora de la Primaria de la falsa oposición. En ambos casos la perplejidad viene de quienes están acostumbrados a ver a María Corina Machado como algo distinto y diferente en el seno de la falsa oposición, una suerte de muro que se levanta y se enfrenta a la MUD quien hasta ahora ha dictado la pauta de los falsos opositores.

            Lo que algunos acusan como el viraje de María Corina para atraer apoyos a su candidatura no se percatan que ella no ha cambiado y en esencia sigue siendo la misma, aunque el mercadeo de su imagen la presente como contestataria y los chavistas por pura conveniencia la califiquen de “radical”.

            Pero el pretendido radicalismo de María Corina nunca la llevó a plantearse un desconocimiento de la Constitución chavista de 1999 que es la raíz de todos los males y crisis que hoy padece Venezuela. En esto ella ha asumido la tesis de toda la falsa oposición que jura lealtad a la Constitución chavista y propone un gobierno de transición por vía electoral en lugar de una ruptura con el actual régimen político.

            Pero las coincidencias de María Corina Machado con la dirección política de la falsa oposición van más allá. En el debate planteado por el fracaso y la corrupción monumental del gobierno interino de Juan Guaidó María Corina Machado y su partido Vente Venezuela, muy hábilmente, jugaron un bajo perfil dejando que las luchas intestinas entre los partidos de la MUD por el reparto del botín acabaran con el gobierno caricaturesco de Guaidó.

A la hora de evaluar la gestión de Guaidó, Machado y su partido prefirieron mirar para otro lado y con un pañuelito en la nariz salvaron su voto. Salvar el voto a la hora de evaluar el desastroso desempeño de Guaidó equivale a avalar su gestión y dejar a la interpretación de cada quien el significado de esa jugada. Así quedaba bien con quienes cuestionaban a Guaidó y al mismo tiempo mantenía sus conexiones con la cúpula corrupta de Voluntad Popular. Votar en contra de la gestión de Juan Guaidó habría constituido una referencia moral y una indudable muestra de genuino radicalismo.

Igualmente la forma como María Corina ha manejado sus relaciones con la MUD la posiciona como una dirigente que cuestiona la eficacia de esa dirección política, pero no su tesis política fundamental. Por eso María Corina mantuvo una retórica crítica contra la dirección de la MUD, pero sin jamás llegar a romper con ella.  María Corina siempre ha estado orbitando en la periferia de la falsa oposición guardando suficiente distancia y manteniendo las apariencias de una postura crítica.

En todo lo fundamental María Corina Machado adopta las tesis de la MUD como referente de la falsa oposición. El apoyo a la Constitución chavista de 1999, la vía electoral, el gobierno de transición y hasta las negociaciones con el régimen chavista, siempre con la ambigua advertencia por delante que ella solo negociará la salida del régimen. Todo lo cual no significa otra cosa que ella, al igual que sus colegas de la MUD, también quiere negociar, pero en forma diferente. Como en todo su discurso ambivalente tampoco aquí explica en qué consistiría una negociación con el chavismo encabezada por ella.

A pesar de asumir todas y cada una de las tesis políticas de la MUD María Corina Machado ha logrado posicionarse como una líder distinta y diferente a esa dirección política. Pero se trata de un liderazgo que no trasciende las fronteras de las clientelas partidistas, las únicas que parecen inmunes a lo que la realidad de estos 24 años de fraude electoral chavista continuado nos ha enseñado a la mayoría de los venezolanos.  Es en este pequeño segmento de venezolanos que aún viven de la ilusión electoral donde la figura encantadora y el discurso esperanzador de María Corina Machado han representado su mejor papel.

Parte del encanto de María Corina Machado es su asertividad a la hora de formular los slogans con más pegada, como aquel de La Salida que compartió en el 2014 con Leopoldo López y Antonio Ledezma. El éxito de La Salida en presentar a Machado, López y Ledezma como algo opuesto a la MUD solo puede ser equiparable a la derrota política luego de haber arrastrado a generaciones enteras de jóvenes estudiantes en la falsa creencia que al aparato militar-policial del régimen chavista se le podía enfrentar con palos, piedras y escudos de cartón.  Miles murieron masacrados y centenares aun están presos producto de un típico acto de voluntarismo, improvisación y cortoplacismo cuyas consecuencias nadie, hasta el día de hoy, ha asumido la responsabilidad.

En los entrelineas del discurso combativo, radical y contestatario de María Corina Machado siempre se esconden fulcros de verdad. Es allí donde se pueden encontrar las claves de sus movimientos políticos. Es el discurso que le ha permitido hasta ahora criticar a la MUD, sin romper con ella. Cuestionar a la corrupción en general al tiempo de prestar sus votos en la AN-2015 para salvar a Juan Guaidó. O criticar al gobierno de Noclas Maduro, evitando cuidadosamente cuestionar al régimen político en su conjunto, quizás con la vana e ingenua esperanza de apostar por algunos militares chavistas que le apoyen. En verdad María Corina Machado está convencida que puede ejecutar el audaz acto de prestidigitación de cruzar el pantano y cual cisne salir majestuosa y engalanada, sin una sola mancha.

El balance más importante que se puede hacer del apoyo de Voluntad Popular a María Corina Machado es que ella en esencia no ha cambiado, que sigue siendo la misma, aunque algunos solo se hayan percatado hasta ahora. En el mejor de los casos ella representaría una manera más eficiente de implementar las tesis políticas, electoreras y negociadoras de la MUD sin alterar lo fundamental. Evidentemente un partido como Voluntad Popular no apoyaría a Machado si no viera en ella un agente confiable para avanzar sus políticas y prácticas como las ejercitadas en el Interinato de Guaidó.

Curiosamente, es el discurso vehemente y sobre todo su correcta argumentación en contra del voto en tiranía lo que levantó a María Corina Machado a las alturas de la popularidad que hoy disfruta. En nombre de esa popularidad María Corina nos dice ahora que la tesis electoral si es viable porque se trata de un voto en resistencia. Como si fuese algo distinto a lo que hemos hecho los venezolanos en estos últimos 24 años. Lo único que ha cambiado es que ella ahora lidera las encuestas, entonces lo que se impone es el argumento de la eficiencia. Ella con su carisma y estilo si podrá lograr lo que los otros no han podido en dos décadas.

Cualquier promesa de cambio que se formule dentro del marco de la pseudo legalidad chavista prescrita en la Constitución de 1999 no es más que un engaño, no importa cuán atractivo sea el nombre que se le ponga. Si además la promesa de cambio electoral se nos presenta en la forma de una irresistible figura carismática y mesiánica que nos pide, una vez más, confiar a ciegas en sus poderes desconocidos y extraordinarios entonces lo más probable es que no estemos cerca de La Salida ni de El Final sino más bien al borde de otra emboscada.- @humbertotweets

jueves, 12 de octubre de 2023

Tocorón: Un Estado dentro del Estado

            El régimen chavista celebró la toma del Centro Penitenciario de Tocorón como una victoria cuando en realidad es la derrota de una política permisiva con el crimen que comenzó desde tiempos de Hugo Chávez. Desde el principio el chavismo jamás ha ocultado su simpatía con organizaciones y actividades criminales como una forma de controlar a la población civil por la vía del miedo.

            En varias oportunidades hemos argumentado que el régimen chavista, a diferencia de otros, ha convertido lo ilícito, lo ilegal, lo criminal en parte de su acción política. Esta política adquirió formas concretas cuando el chavismo promovió abiertamente zonas de paz que en la práctica se convirtieron en territorios cedidos al hampa.

            Como una extensión de esa política de zonas de paz para la delincuencia organizada el chavismo pactó la paz con poderosas megabandas en la mayoría de los Centros Penitenciarios del país. La justificación de esta política era supuestamente tener a los pranes como aliados para controlar y establecer el orden en las cárceles de Venezuela. Esos fueron los días cuando la Ministra Iris Varela salía fotografiada con los más conspicuos mafiosos tras las rejas.

            El resultado de esta política es que las organizaciones criminales, con la misma lógica de Pablo Escobar en Colombia, establecieron sus centros de operaciones en las principales cárceles del país que ahora resultaban los sitios más seguros contando con la protección de las propias fuerzas policiales y militares del régimen.

            Lo que deberían ser sitios de reclusión para pagar condenas por crímenes cometidos contra la sociedad fueron convertidos en verdaderos resorts, en clubes con servicios VIP que incluían lujosos restaurantes, discotecas, piscinas, zoológicos, servicios bancarios y cajeros automáticos. En Tocorón se encontraron todas estas comodidades y otras perlas más que deberían preocupar a las FANB tales como equipos de guerra, armas, municiones, y artefactos de uso exclusivo de los militares.

            Cuando el régimen mostraba como un trofeo todo lo que había incautado en Tocorón la gente sólo podía preguntarse ¿Cómo hicieron para meter todo eso pasando por las narices de directivos del Centro Penitenciario y sus funcionarios? La magnitud de lo incautado nos lleva a concluir que este proceso que pudo haberle tomado años a las organizaciones criminales estuvo siempre amparado y protegido desde los más altos niveles del régimen chavista.

            La fuga de los verdaderos dueños de Tocorón pone en evidencia que efectivamente se trató de una operación negociada entre el gobierno de Nicolás Maduro y los cabecillas del Tren de Aragua. Cuando se le preguntó al General Domingo Hernández Lares como podía explicar la situación con el más absoluto desparpajo admitió que uno de los cabecillas alias “el niño Guerrero” a pesar de tener una condena de 17 años de cárcel nunca había estado preso en ese lugar y andaba por la libre.

            La precaria situación institucional que hoy tiene Venezuela es el resultado de la sustitución del Estado nacional venezolano por el Estado chavista. Este no es un Estado cuyo interés es velar por la integridad de la nación Venezolana. Por el contrario, el fin último de este régimen es mantenerse en el poder a costa de lo que sea para enriquecer a sus jefes y operadores.

            Para este tipo de entidad criminal resulta normal y hasta necesario establecer alianzas con otros grupos de la misma naturaleza para definir territorios y cuotas de poder. Lo que el chavismo no parece entender es que siguiendo esa política ha ido perdiendo progresivamente el control territorial del país para ir cediéndolo progresivamente a grupos guerrilleros y paramilitares en la frontera y a megabandas criminales. Estas organizaciones se desempeñan como verdaderos Estados dentro del Estado chavista exhibiendo en muchos casos mayor capacidad logística, de fuego y de control social en extensas áreas del país. Solo un cambio de régimen político, que destruya ese modelo criminal, podría crear las condiciones para desarmar y desarticular a estas estructuras que al igual que el chavismo han convertido al crimen en un perverso mecanismo de control social.-  @humbertotweets 

¿Quién representa la derecha en Venezuela?

            Las expresiones maniqueas izquierda y derecha resultan inexactas y engañosas a la hora de establecer definiciones políticas. Esta clasificación dicotómica es muy popular por su simpleza, pero conduce a muchos equívocos a la hora de los análisis. Casi siempre se termina recurriendo a descripciones ambiguas para decir qué es una cosa u otra quedando al arbitrio de cada quien una caracterización definitiva.

Una forma de evitar equívocos y confusiones podría ser avanzar hacia definiciones más rigurosas que delimiten qué se entiende por izquierda y que se entiende por derecha. Otra sería darle un contenido más específico a cada posición para al menos saber de lo que se está hablando.

Sin embargo, la política no es un asunto exclusivo de los politólogos sino más bien un campo en el cual participan todos los ciudadanos, cada uno con las ideologías y nematologías que previamente ha adquirido. Nos decantamos por la tesis de aceptar provisionalmente el uso de las etiquetas izquierda y derecha siempre y cuando previamente podamos establecer con precisión qué caracteriza a cada una.

Venezuela que es un país que ha sufrido la tiranía cultural del llamado pensamiento de izquierda ha comenzado a ver en los últimos años un aumento de la cantidad de ciudadanos de diversa condición social que se auto denominan como de derecha. Esto hasta cierto punto resulta sorprendente en ámbitos donde se ha satanizado a la derecha por burguesa y se ha impuesto la izquierda por popular.

Una manera de explicar el gran número de personas que hoy parece dispuesta a desafiar el estereotipo cultural de la izquierda es precisamente por el dramático y estruendoso fracaso del chavismo en el poder. La llamada Revolución Bolivariana ha destruido a Venezuela en nombre del socialismo, de la izquierda y lo popular. El efecto político ha sido tan demoledor que hoy podemos encontrar personas en zonas humildes, no adineradas, y en los más apartados rincones de Venezuela que se definen como de derecha. Es algo así como querer ser todo lo opuesto al chavismo y si es la derecha entonces somos eso, la derecha.

La mayoría de los políticos venezolanos que aún creen que la grave crisis de Venezuela se resolverá en un torneo de simpatía y popularidad evitan atacar al chavismo por ser de izquierda y más bien se presentan como más izquierdistas que los chavistas o reivindicándose como auténticos socialistas a diferencia de los chavistas. La intención parece ser tratar de atraer apoyos de quienes aún hoy se declaran como “chavistas de pueblo". Para no alinearlos se fabrica un discurso de centro, centro izquierda o inclusive de centro derecha y  lograr el apoyo.

Ninguno de quienes participan en el torneo electoral quiere presentarse hoy como de derecha, aunque en el pasado lo hayan hecho. Para aumentar aún más la confusión han surgido otras combinaciones igualmente vacías de contenido tales como centro liberal y derecha liberal.

Lo cierto es que hay un inmenso espacio listo para ser capitalizado por la derecha como una opción válida y definida frente al chavismo. Aunque Diosdado Cabello todas las semanas insiste en satanizar a la derecha mucha gente en Venezuela percibe que a estas alturas nada podría ser peor que el chavismo, ni siquiera la derecha en sus modulaciones más extremas.

Convendría darle un contenido más definido y profundo a esa posición de derecha más allá de definirse como antichavista. Algunos componentes de ese ideario podrían ser  la defensa de la familia, la unión matrimonial entre un hombre y una mujer, rechazo al consumo de drogas con fines recreativos, la defensa de la propiedad privada, la organización de un Estado pequeño y fuerte, la defensa de la soberanía y la integridad territorial frente a enemigos internos y externos, entre otras.

En Venezuela cada día hay más espacio para una derecha política, nacionalista y conservadora de las tradiciones y de la integridad del ser venezolano. Pero lo primero es darle un contenido específico a la etiqueta para no caer en la demagogia y la banalidad.- @humbertotweets

lunes, 9 de octubre de 2023

Falsos opositores y chavistas viven de la próspera industria electoral

            Los operadores de la falsa oposición y sus candidatos presidenciales, al igual que los chavistas, siguen de espaldas al país. No porque no sepan o entiendan la gravedad de lo que está pasando, sino sencillamente porque no les conviene. Admitir que Venezuela está a punto de colapsar sería igualmente admitir su propio fracaso como políticos.

En lugar de partir de una constatación de la realidad falsos opositores y chavistas prefieren esconderse tras un discurso de ensueño y fantasía que invita a votar como un acto ciego de fe, aunque no haya condiciones ni garantías. Sus asesores y supuestos analistas políticos hacen su peor papel reduciéndose a meros justificadores de las ilusiones electorales que fabrican quienes pagan por sus servicios.

Así vemos que siguiendo el tradicional rito electoral esta es la época en la que las encuestas se ponen de moda. Los más audaces en su trabajo propagandístico no se ruborizan al asegurar con pasmosa certeza que “en la Primaria de la oposición votarían más de 4 millones de personas o que “Nicolás Maduro ganaría con el 60% de los votos”.

Estos encuestadores y presuntos analistas no dicen de dónde salen esos números y menos aún explican la racionalidad de esas afirmaciones. Sólo la invocación del nombre de la empresa encuestadora debería ser suficiente argumento de autoridad para que sus mentiras sean aceptadas aunque sean una burda torcedura de la realidad.

Y la realidad es normalmente esa sólida muralla de hierro y concreto frente a la cual se estrellan los pronósticos de estos analistas y donde se destrozan todas las estrategias infantiles e improvisadas de la falsa oposición para salir del chavismo a lo largo de estos 23 años.

Pero aun en el supuesto de que los encuestadores de la falsa oposición y las del gobierno hicieran un trabajo de campo honesto y sin manipulaciones el uso de esas mediciones de opinión popular sería de un alcance muy limitado en un contexto donde no hay forma de votar ni expresarse libremente.

En otras palabras ¿Cuál es la utilidad de una encuesta realizada en un país donde la gente vive bajo miedo de represalias por sus opiniones? ¿Cuál es el beneficio de adjudicarle a uno u otro candidato un porcentaje de intención de voto cuando hay más de 8 millones de venezolanos en el exterior que no podrán votar?

Hacer encuestas en Venezuela (si es que de verdad las hacen) es poco menos que una ociosidad. Sobre todo lo es cuando existe la convicción generalizada de que las decisiones políticas nada tienen que ver con el voto sino más bien con quien ejerce el poder y como adjudica ciertas cuotas a sus “opositores”.

Pero mientras algunos encuentran las encuestas entretenidas porque alimentan sus ilusiones otros las ven más bien lucrativas porque este tipo de propaganda política es un oficio muy bien remunerado en la industria electoral venezolana.

En esto de llevar a la gente a votar bajo engaño de unos números que nadie explica están de acuerdo falsos opositores y chavistas. Sin embargo, los números que le interesan a la gente no son los de las encuestas sino los números de la megainflación, los números de los salarios devaluados o los números de venezolanos que mueren de mengua en un país donde falta comida, agua y medicinas. Esos son los números de la realidad.- @humbertotweets

Derrota política y militar del chavismo en el Esequibo

            Aprovechando la grave crisis institucional por la que atraviesa Venezuela Guyana ha lanzado una nueva ofensiva para apropiarse del Esequibo. Venezuela es un país que se cae a pedazos, con una economía destrozada, con una población que opera en modo de supervivencia permanente y unas fuerzas militares desarticuladas y desprofesionalizadas incapaces de defender las fronteras y que solo actúan como la policía política del régimen. Como consecuencia del desmantelamiento material de la República más de 10 millones de venezolanos han emigrado y otros tantos están en los preparativos para hacerlo.

A esto habría que agregar que la situación geopolítica en este momento es dramáticamente desfavorable para Venezuela donde se han unido los más variados intereses para apoyar abierta o tácitamente la causa depredadora de Guyana. Tomemos por ejemplo el caso de países como Cuba, China y Rusia que han venido apoyando al régimen chavista de Nicolás Maduro pero que en el asunto del Esequibo están con Guyana. Los Estados Unidos ya anunciaron su apoyo a Guyana en una jugada que seguramente será seguida por los países europeos con Inglaterra a la cabeza.

¿Por qué es grave e importante este realineamiento internacional? Porque, contrario a quienes sustantivan el mito del Derecho Internacional, es la geopolítica la que va a prevalecer y no los títulos jurídicos, históricos y políticos que tiene Venezuela sobre el Esequibo los que van a prevalecer al momento en que la Corte Internacional de Justicia anuncie su sentencia, por supuesto, desfavorable para Venezuela.

No se puede olvidar y hay que insistir en recordar y repetir que la inercia en la que se encontraba  el asunto del Esequibo hasta el año 2004 fue rota por la declaraciones de Hugo Chávez reconociendo a Guyana derechos sobre el Esequibo y proponiendo dejar a un lado el diferendo para explotar  conjuntamente los recursos de la zona, como pueblos hermanos. Esta es una declaración de la cual el chavismo en general y Nicolás maduro en particular jamás se podrán librar. A Maduro, entonces Canciller de Chávez y hoy presidente del Estado chavista, le correspondió armar el tinglado para regalarle petróleo a los países del  CARICOM, aliados  de Guyana, ejecutando al pie de la letra la voluntad traidora de Hugo Chávez.

Es posible que algunos sectores del chavismo, civiles y militares, y hasta el propio Maduro con conocimientos que nunca fueron más allá de la escuela primaria, hayan reparado en el grave error, pero ninguno se atrevió a decírselo a Chávez El resultado es que Guyana hasta ahora no ha hecho nada distinto a lo que Hugo Chávez les pidió.

Una decisión de la Corte Internacional de Justicia mutilando el Esequibo de la plataforma territorial de Venezuela es inminente en los próximos meses porque esa decisión reflejará la realidad geopolítica y la dialéctica de imperios en la que está inmersa Venezuela más no la validez de los títulos jurídicos. Aquí tenemos que salirle al paso a otra novedosa variedad de vendepatrias que tras un velo aparente de nacionalismo y neutralidad nos piden a los venezolanos unidad y que cerremos filas con el régimen traidor en el tema del Esequibo. Dicen que no hacerlo sería una muestra debilidad ante Guyana y audazmente nos acusan de jugar a la pérdida del Esequibo para sacarle provecho político.

Independientemente del trabajo de divulgación histórica que estas organizaciones e individualidades hayan podido realizar por la defensa del Esequibo su visión maniquea, ingenua e infantil de la realidad política los lleva a convertirse en aliados precisamente del régimen que pasara a la historia de Venezuela como el culpable de haber entregado el Esequibo. A estos pseudonacionalistas hay que recordarles que el Esequibo está a punto de perderse no porque nosotros lo digamos o lo deseemos sino porque el chavismo, al cual ellos sirven y justifican, creó las condiciones materiales para que eso ocurriera.

Los operadores del régimen saben que la decisión desfavorable por parte de la CIJ es inevitable y discuten con la macolla (Maduro, hermanos Rodríguez y Padrino López) qué hacer. En principio no hacerse parte del juicio en la CIJ es técnicamente correcto si y sólo si Venezuela tuviera los medios para establecer una indubitable presencia política y militar en la zona, pero ese no es el caso y los chavistas lo saben. De manera que no reconocer la competencia de la CIJ, como una de las tantas medidas aisladas que ha tomado el chavismo en cuanto al Esequibo, de muy poco servirá.

El régimen chavista ha hecho un balance y entiende que la correlación de fuerzas es ampliamente desfavorable para Venezuela. Esto es lo que los llevaría a actuar en modo de control de daños para que la inminente pérdida del Esequibo no se convierta en el detonante de una crisis dentro de las Fuerzas Armadas chavistas que finalmente termine en la implosión del régimen.

Para sobrevivir a esta crisis, que podría ser terminal, el chavismo va a intentar varias formas para tratar de unir a los venezolanos en torno al gobierno usando al Esequibo como cebo. Una de ellas es la convocatoria a un referéndum consultivo para que la población apoye la posición del gobierno. Esta es una jugada arriesgada porque ni siquiera en el seno del régimen hay acuerdo en que tipo de preguntas se deberían formular. Además ?qué pasaría si los votantes se pronuncian en contra de la tesis del gobierno o si la inmensa mayoría de los venezolanos se abstiene de votar? El resultado de ese referéndum podría debilitar la posición del régimen chavista más aún de lo que hoy está.

Una derrota política en ese referéndum podría arrastrar al régimen chavista a otra jugada aún más improvisada y riesgosa que consistiría en movilizar a sus fuerzas militares para tratar de establecer alguna presencia militar en la zona en un intento que solo serviría para constatar ante los ojos de todos el deplorable estado de esas fuerzas armadas, incapaces de cumplir el objetivo militar en forma exitosa.

El régimen chavista atraviesa en este momento una de sus peores crisis, es dramáticamente débil pero se mantiene en el poder y se beneficia de una oposición colaboracionista. Pero una derrota política (en el referéndum) y una derrota militar (con una operación fracasada) se combinarían como un poderoso detonante para dinamitar a las fuerzas armadas chavistas y conducir, muy posiblemente, a la implosión del régimen.- @humbertotweets

jueves, 5 de octubre de 2023

La milicia bolivariana desangra a las FANB

            Es del mayor interés para los venezolanos hacerle un seguimiento permanente a lo que acontece dentro de las Fuerzas Armadas chavistas porque es precisamente gracias a este pilar que el régimen aún se mantiene en pie. Se podría pensar que siendo éste un Estado que le debe su subsistencia a la organización militar ésta y sus miembros deberían tener una situación privilegiada.

            En realidad la institución militar como tal ha sido desprofesionalizada y sometida al control del régimen cubano. Algunos de sus miembros, según su posición en la pirámide militar, tendrán más o menos oportunidades de “emprendimientos” que es la nueva forma para denominar el cobro de comisiones y saqueos desde cargos públicos.

¿Cómo se podría explicar el estado miserable en que se encuentran los soldados y el deterioro material de las Fuerzas Armadas a pesar del millonario presupuesto que el régimen les asigna? Esto se puede constatar por la  limitada capacidad de fuego de las FANB frente a grupos guerrilleros, paramilitares y megabandas.

Uno de los factores que parece estar afectando la operatividad de la Fuerza Armada chavista es que a la institución armada se le ha cargado el peso muerto de pagar los costos de las llamadas milicias bolivarianas. Este pseudo componente militar fue creado por Hugo Chávez para supuestamente defender la revolución bolivariana. La idea habría sido copiar el modelo de las milicias cubanas.

Sin embargo, estos milicianos ni reciben entrenamiento militar ni tienen una dotación de armas como sí ocurre con los colectivos chavistas. Por redes sociales se pueden ver videos que presentan a estos grupos en forma caótica y desorganizada desfilando con fusiles de madera quedando para un lastimoso hazmerreír.

Pero lo que se estaría enmascarando con estas milicias bolivarianas es una operación más burda coordinada por el Ministro de la Defensa Vladimir Padrino López para meter en las nóminas de su ministerio a estos supuestos milicianos que en realidad vendrían a ser los activistas pagados con que cuenta el PSUV para sus actividades.

Para justificar esta estafa ante los ojos de la oficialidad se han designado a 27  generales para que coordinen en cada una de las Zonas de Defensa Integral a estos contingentes. Es muy poca la actividad miliciana que los oficiales pueden reportar porque esa tropa está dedicada a funciones partidistas, aunque los recursos para pagarlos salgan del propio Ministerio de la Defensa.

Por muy leales que hayan sido con el régimen chavista los oficiales activos de las FANB saben que una vez pasados a retiro lo que les espera es una vida plagada de miserias, si intentan vivir exclusivamente de su pensión.

En buena medida lo que explica el abandono actual de las FANB y su incapacidad de brindar seguridad social a sus efectivos es que grandes cantidades de recursos están siendo usados para financiar activistas del PSUV en lo que significa un dramático desangre para la institución. Este es un precio demasiado alto para seguir vociferando que esta Fuerza Armada es marxista, socialista y fundamentalmente chavista.-  @humbertotweets 

El principal obstáculo de la Primaria

            En Venezuela hay una cierta dirigencia política que se atribuye la condición y se autodenomina “la oposición”. Esta pretensión es inexacta y engañosa porque asume de entrada que solo existe una sola oposición. 

Estos partidos que se hacen llamar “la oposición” cuentan con recursos y difusores para propagar sus posiciones políticas. También cuentan con un respaldo importante de países que les permite presentarse como los únicos opositores autorizados en los foros internacionales.

Pero quizás la cualidad más importante de esta oposición es que cuenta con el reconocimiento y la validación pública y notoria por parte del gobierno chavista. Esto les permite participar dentro de los mecanismos electorales que el chavismo les ofrece y obtener diputados, concejales, alcaldes y gobernadores.

En este punto habría que precisar que la distinción entre alacranes y no alacranes es igualmente falsa porque ambos grupos de opositores participan de las bondades que el régimen les ofrece y cada uno hace sus propias negociaciones con el oficialismo. Y ultimadamente ¿qué es lo que diferencia a alacranes y no alacranes si ambos quieren exactamente lo mismo?

Esta oposición siempre ha embarcado a los venezolanos en estrategias equivocadas y fallidas. A pesar del zigzagueo y el coqueteo con la abstención oportunista y aventuras golpistas improvisadas esa “oposición” ha sido constante en su empeño por regresar siempre a la fórmula electoral.

Pero la vía electoral no puede funcionar mientras no existan garantías y condiciones institucionales para que los ciudadanos expresen su decisión y esta tenga algún valor. Este es un aspecto fundamental de la realidad que esa oposición prefiere saltarse e ignorar. Entonces el discurso para justificar participar en unas elecciones sin garantías queda plagado de voluntarismo e invocaciones metafísicas desconectadas de la realidad.

Antes de lanzarse nuevamente por la vía electoral incierta lo menos que ha debido hacer esa oposición es rendirle cuentas al país que dice representar sobre sus estrategias fracasadas. Sin embargo, el interés en participar de los beneficios del próspero negocio electoral es mucho más potente y termina imponiéndose.

La Primaria para escoger un candidato que se enfrente a Nicolás Maduro en condiciones electorales difusas y obscuras es presentada como la única opción política del momento. Poco importa que ni la fecha se conozca o el balance político de ir a elecciones a votar por votar. Esa oposición de una u otra manera insiste en imponer su visión equivocada al resto del país.

El chavismo por su parte ha hecho todo lo posible no tanto para perturbar esa elección primaria como para asegurarse que el resultado de ese proceso le beneficie. Toda la trama de inhabilitaciones e interferencias en la Primaria lo que en realidad busca es pavimentar la vía a un opositor que sea más complaciente que los demás para quien el régimen no ha ocultado sus simpatías.

A pesar de lo que diga esa oposición falaz y constatando la abierta intervención del chavismo en la selección de ese candidato opositor, la Primaria parece enfrentar un obstáculo mucho más poderoso. Y no es el gobierno. Es más bien la cadena interminable de estrategias fallidas desde 1999 para sacar al chavismo del poder que ha propagado en los venezolanos un sentimiento de justificada desconfianza hacia esos opositores.

La desconfianza en quienes siguen improvisando se traduce en un rechazo a participar en un proceso electoral cuyo resultado se puede fácilmente anticipar mientras lo fundamental en la política venezolana no cambie.

Los únicos animados a participar de ese cotillón electoral son aquellos vinculados directa o indirectamente a los partidos. La mayoría de los venezolanos, azotados por el peor régimen en la historia política del país y sin opciones ciertas, prefiere abstenerse o irse.- @humbertotweets

lunes, 2 de octubre de 2023

La Primaria del chavismo

            El régimen chavista insiste en seguir manoseando la Primaria de la falsa oposición. La primera intervención consistió en inhabilitar a algunos candidatos. Luego se ha desatado una campaña para augurarle el fracaso a la Primaria si la MUD/FA no usa la plataforma del Consejo Nacional Electoral chavista. Según como se comporten los amaestrados de la MUD/FA el régimen siempre se reservará el derecho a usar su Tribunal Supremo de Justicia chavista para dictar una sentencia en el último minuto suspendiendo o interviniendo la elección Primaria.

            Por supuesto, tiene que llamar la atención que sea en este preciso momento cuando el chavismo vuelve a insistir en ofrecer la “ayuda” del CNE a la Primaria, asistencia que al menos públicamente nadie de la falsa oposición le ha pedido. Es evidente el interés que tiene el chavismo que la elección Primaria se haga con sus máquinas y sus fechas, interés que parece ser compartido por la Comisión de Primaria que gustosamente aceptó reunirse con el CNE y hoy parece estar considerando la propuesta.

            Pareciera entonces, a primera vista, que lo que motiva al chavismo es sabotear la Primaria o impedir el casi seguro triunfo de María Corina Machado en esa elección y así lo han planteado algunos analistas. Pensamos que más que sabotear la elección Primaria lo que mueve al chavismo son dos cosas: 1) Crear un ambiente electoral en un país totalmente desinteresado por el asunto; y 2) Asegurarse un candidato opositor que aunque sea contestón de todas formas esté dispuesto a reconocer la victoria de Nicolás Maduro y levantarle la mano.

            La elección de ese candidato de la falsa oposición que calce perfectamente en la horma chavista es algo que ha debido resolver la MUD/FA sin mayores inconvenientes, como lo fue en ocasiones anteriores. El problema se presenta cuando la elección Primaria se sale de control y la candidata María Corina Machado comienza a trasvasar clientelas de los otros partidos hacia su candidatura en un indetenible efecto de bola de nieve.

            Temprano en el proceso el chavismo interviene para sacar del juego a Machado y en un exceso de confianza el G4 de la MUD/FA decide que los candidatos inhabilitados, aunque no puedan ser postulados, pueden participar en la elección interna. El resultado es que la Primaria se ha convertido en un verdadero plebiscito contra esa dirección política, donde quienes siguen a los partidos y creen en la vía electoral se han volcado masivamente a respaldar a María Corina Machado.

            Quiénes son veteranos en estos menesteres electorales saben perfectamente que no habrá ninguna presión de calle que le tuerza el brazo al chavismo para rehabilitar a los inhabilitados y en especial a María Corina Machado. Pero aun así la candidatura de Machado anima a muchos que ven en ella la personificación de una revuelta en contra de una dirección política que viene fracasando desde 1999 para sacar al chavismo del poder. Para ellos más que escoger a una candidatura simbólica se trata es de pasarle factura a los capos de la MUD.

            Una vez que María Corina Machado gane la elección Primaria el G4 de la MUD/FA tendrá que resolver el mecanismo para escoger al candidato que en realidad será postulado para enfrentar a Nicolás Maduro. O hablando con más franqueza, a pesar del triunfo de María Corina y de quedar desautorizados por sus propias clientelas los partidos de la falsa oposición tendrán que decidir cómo justifican y legitiman la candidatura “outsider” de Manuel Rosales, quien siempre ha sido el favorito de régimen y de la mayoría de los factores de la MUD/FA.

            El empeño que le ha puesto el chavismo a asegurarse un candidato dócil de la falsa oposición dice mucho de la importancia que para ellos tiene la legitimación y el reconocimiento del régimen y sus farsas electorales. Desde este punto de vista todos los que participan en esta mascarada colaboran con el sostenimiento del Estado chavista, hasta María Corina Machado con su candidatura beligerante ayuda a propagar la falsa apariencia de que en Venezuela hay un mínimo de libertades públicas y que el cambio es posible por la vía electoral. Y esto es para el chavismo uno de sus logros más preciados.- @humbertotweets