La inhabilitación de los tres diputados por Amazonas fue una jugada deliberada del régimen con el propósito de negarle a la oposición la mayoría calificada.
Mayoría que fue obtenida legítimamente en unas elecciones, pero escamoteada por un TSJ oficialista.
6 meses después la AN ha corregido ese imbalance.
La juramentación de los tres diputados de Amazonas le devuelve a la oposición la ofensiva en su batalla contra el régimen.
Pero, además, con este movimiento la oposición recupera la mayoría calificada en el parlamento lo cual le permitirá tomar decisiones políticas y legislativas de mayor impacto.
Ahora le toca al régimen decidir qué hacer.
¿Mete presos a los diputados de Amazonas y a la Directiva de la Asamblea Nacional?
¿Ignora y desacata de hoy en adelante todos los actos del cuerpo legislativo?
O se hacen los locos y dejan a Nicolás Maduro y Diosdado Cabello en ridiculo…
Es ingenuo pensar que el gobierno no “hará todo lo posible” para retener el poder en contra de la voluntad de la mayoría.
Pero es más ingenuo aún pensar que por las solas amenazas del régimen la oposición se quedará de brazos cruzados, esperando.
Es que al gobierno a veces se le olvida que los rusos también juegan ajedrez...
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