domingo, 27 de diciembre de 2020

Se desmorona el interinato

            Podemos decir con certeza que de esa conexión política y electoral de los venezolanos con la falsa oposición que ocurrió en el 2015 ya hoy no queda nada. Sin embargo, esa Asamblea Nacional desprestigiada y sin apoyo sigue hablando en nombre de un pueblo que no le reconoce como su representante, tal como se ha visto en el rechazo a sus últimas convocatorias.

Tratando de usar las propias trampas leguleyas de los chavistas y su constitución la falsa oposición se inventó una ficción llamada gobierno interino argumentando que había que ocupar el vacío de poder porque ya Nicolás Maduro no era legalmente presidente. Desde ese día arranca una comedia trágica, vergonzosa y miserable para tratar de presentar a una oficina de lobby y contratos como un supuesto gobierno.

Entre una y otra declaración simbólica de “países amigos” no es sino hasta el día que Donald Trump le levantó la mano a Juan Guaidó cuando la suerte del interinato cambió. El apoyo político de los Estados Unidos al interinato creaba una nueva esperanza por el cambio. Sin embargo, este apoyo en lugar de ser usado para coordinar los esfuerzos en una acción militar internacional que sacara al chavismo del poder se diluyó en declaraciones y más concretamente en el acceso del interinato a los activos de Venezuela en el exterior que como resultado de las sanciones internacionales no podía ser controlado por el régimen chavista.

El acceso del interinato a los dineros de Venezuela en el exterior y los activos tales como CITGO cambió todo. La oficina de Guaidó comienza a manejar esos dineros más los recursos de la ayuda humanitaria en un maravilloso limbo jurídico donde no tenían que rendirle cuentas a nadie. Ni a los Estados Unidos, ni a las instituciones chavistas y, por supuesto, menos aún a los venezolanos.

La orgia de saqueo orquestada desde el interinato ha sido de tales dimensiones que hasta el propio Leopoldo López dejó a un lado pruritos morales para rápidamente salir de Venezuela y entrar a controlar directamente el reparto de la piñata.

Ya no es tiempo de mantener las formas y las apariencias. Está claro que Juan Guaidó es un títere de Leopoldo López a quien le cuida el puesto y que es Leopoldo el jefe de la pandilla de Voluntad Popular que decide quién cobra y quien no en los ámbitos del interinato.

Un Leopoldo ambicioso y audaz sale a recorrer el mundo sin complejos, a pedir un gobierno de coalición con el chavismo (eso sí, sin Maduro) y mientras tanto que se le renove el periodo por tiempo indefinido al hamponato interino controlado por Voluntad Popular. Para esta maniobra López le roba la idea de la tal “continuidad administrativa” a Ramos Allup y la hace suya, sin pagar los derechos de autor.

Esta falacia jurídica de continuidad administrativa de algo que jurídicamente nunca existió no es otra cosa que un cheque en blanco para que Leopoldo López, su familia y los hamponcitos de Voluntad Popular manejen en forma ilimitada y sin rendición de cuentas miles de millones de dólares que están en el exterior y pertenecen a la nación venezolana.

Como era de esperar el reparto desigual del botín ha hecho estallar ese antro llamado G4 que representa a la falsa oposición. Acción Democrática pidió Citgo, Leopoldo dijo que no. Primero Justicia pide más participación en el interinato (más contratos), Leopoldo López dice que no se puede porque eso es lo que hay. Leopoldo López lo quiere todo y se niega a repartir equitativamente la torta. Resultado: Tanto AD como PJ ya han anunciado, cada uno a su manera, que no apoyarán el llamado estatuto del interino que hipotéticamente sería la base jurídica para la auto designación de estos hampones como representantes de los venezolanos por tiempo indefinido.

Hasta la fracción 16 de julio integrada por los operadores políticos de María Corina Machado y Antonio Ledezma tuvo que tomar partido para plegarse en forma vergonzosa a la pandilla de Voluntad Popular con la esperanza de que algunas migas les caiga de la mesa donde Leopoldo decide quién cobra y quién no. Para sobrellevar el ratón moral esta fracción emitió un comunicado donde tímidamente critican a Juan Guaidó y rechazan la idea de una continuidad administrativa para luego justificarse y apoyar al interinato argumentando una supuesta “continuidad constitucional.” Por su postración y creatividad los de la fracción 16 de Julio recibirán su premio de consolación de manos de Leopoldo López.

El problema más grave que tiene Leopoldo es con sus socios de AD y PJ. Al no resolver en términos satisfactorios el reparto del botín y estos partidos negar su apoyo para la continuidad del interinato se cae la base argumental fundamental de la campaña  de Leopoldo López para presentar internacionalmente su oficina de lobby y contratos como un gobierno alterno al de Maduro en Venezuela. Se puede anticipar como epílogo a esta tragicomedia que que varios países retiren su apoyo político y jurídico al interinato al tiempo que mantengan su apoyo al pueblo venezolano en su lucha.

El desmoronamiento del interinato debe conducir a que países como los Estados Unidos e Inglaterra le cierren el acceso a los activos de Venezuela en el exterior al hamponato interino. La desaparición del interinato y la consecuente pérdida de poder de la falsa oposición y el G4 es una buena noticia para los venezolanos. Esto despejará el camino para la conformación de un nuevo eje político y militar que articule fuerzas internas e internacionales con el objetivo de derrocar al régimen chavista.- @humbertotweets

 

domingo, 13 de diciembre de 2020

La consulta es una estafa continuada

            Luego de veinte años de chavismo y de falsa oposición colaboracionista en realidad queda muy poco que decir y mucho por hacer. Ya se ha dicho todo. Las razones para liquidar por vías de fuerza a la narcotiranía son las mismas que las del primer día: Estamos frente a una banda de criminales que asaltó el estado venezolano y está destruyendo la República. Desde el momento en que los venezolanos dejamos de contar con las fuerzas armadas como institución las opciones electorales quedaron automáticamente canceladas. Y de eso hace ya mucho tiempo.

Las mentiras y los pretextos para justificar las tesis electoreras y negociadoras del chavismo, que sistemáticamente han sido abrazadas por la falsa oposición, también se conocen. En ese terreno ya no hay nada nuevo que decir. La falsa opción, esta vez con Leopoldo López a la cabeza, tiene un discurso rancio y fastidioso que sigue repitiendo lo mismo que han dicho en veinte años: De esto solo se sale con negociaciones, condiciones electorales mínimas y elecciones.

Siempre que la falsa oposición ha llamado a participar en elecciones o en protestas (como se preparan para hacerlo ahora...una vez más!) lo hace como antesala y preludio a una nueva ronda de negociaciones con el régimen chavista. Siempre le presentan a los venezolanos soluciones que terminan atornillando al régimen. Así han transcurrido las elecciones presidenciales, legislativas y de gobernadores durante esta etapa.

Los argumentos son pueriles y nefastos: Que esta sea la última cola, no le podemos dejar esos espacios al régimen, etc. Toda una justificación del clientelismo más despreciable y barato. Todo esto para embaucar a la gente y les den un cheque en blanco. Y así pacientemente lo hicieron millones de venezolanos por muchos años. Hasta que la gente se cansó y ya no hay nada nuevo que sacar del sombrero del mago. Ya no hay nada nuevo que decir para seguir apoyando una estrategia que políticamente ha fracasado pero que ha probado ser un magnífico y lucrativo negocio para la “oposición.”

Así hemos llegado al episodio de la consulta II. Ni Leopoldo López ni Juan Guaidó se han tomado la molestia de explicar que se logró con la consulta I, la del 2017, donde también se hizo la maroma de movilizar a la gente para hacerle preguntas insulsas. Esa consulta no logró lo prometido aunque en forma humillante le otorgó 7 millones de supuestos votos como ofrenda a la constitución chavista de 1999.

Esta nueva consulta es otro engaño. No solo busca una vez más poner de rodillas a los venezolanos ante la constitución y el régimen chavista. Esta vez también busca el no menos audaz objetivo de persuadir a los países que apoyan al hamponato interino que el lobby internacional de Leopoldo López y Juan Guaidó debe seguir manejando los activos de Venezuela en el exterior.

El acceso a estos recursos es la apetecida joya de la corona para el grupo de Leopoldo que ya comienza a ser cuestionado por sus antiguos socios de Acción Democrática y Primero Justicia por tacañería en el reparto del botín. AD y PJ intentan argumentar que el hamponato interino debe seguir siendo reconocido por una peregrina doctrina de continuidad administrativa,  pero con nueva jefatura que ellos esperan no sea un títere de Leopoldo sino uno de ellos.

Esto es lo que en verdad se está decidiendo con la consulta de la falsa oposición. Lo que está en juego es si la mal llamada comunidad internacional les permite a esta banda de hampones seguir usufructuando los dineros de Venezuela en el exterior y ultimadamente cuál de los pranatos en pugna será quien en definitiva se quede con el premio gordo. Todo esto mientras los venezolanos invitados a participar en la consulta estafadora mueren de hambre y Venezuela ha quedado reducida a una mera palabra en riesgo de desaparecer a manos de chavistas y falsos opositores.-  @humbertotweets

domingo, 6 de diciembre de 2020

Elecciones y consulta para seguir robando

            El narco régimen chavista y las dos alas de la falsa oposición siguen buscando formas de justificarse para seguir saqueando a Venezuela. Los chavistas y alacranes tienen la urgencia de justificarse ante sus propias bases para alimentar una presunta legitimidad. En realidad estos, que controlan el aparato del estado, saben que hay que darle algunas certezas a su propia fuerza armada para que esta les siga sosteniendo en el poder.  Las elecciones fraudulentas son la archiconocida fórmula del chavismo desde 1999 para cumplir con esta formalidad de legitimidad. Para esto los chavistas cuentan con la fidelidad perruna del ala alacrán de la falsa oposición.

La otra ala de la falsa oposición, la de los Guaidolovers, quiere aferrarse a toda costa a la membresía del llamado gobierno interino porque esto les da acceso a millones de dólares sin tener que rendirle cuentas a nadie. Con el falso argumento de que supuestamente la comunidad internacional lo ha pedido el ala Guidolover de la falsa oposición se ha embarcado en una consulta estafadora cuyo único propósito, al igual que el de Maduro en Venezuela, es el de darle a Juan Guaidó un piso que le permita seguir firmando los cheques en nombre del hamponato interino.

Ambos eventos, tanto las elecciones fraudulentas como la consulta estafadora, se mezclan en un propósito único de seguir robando a la nación venezolana. A Nicolás Maduro y a Leopoldo López con su respectivo séquito de parásitos que les acompañan no les importa detener la destrucción de Venezuela. Desgraciadamente luego de veinte años solo podemos constatar que tanto chavistas como falsos opositores solo quieren seguir depredando lo que queda mientras los venezolanos mueren literalmente de hambre y en esclavitud.

Solo los chavistas creen en las elecciones que está convocando Maduro para esta semana. Y no todos los chavistas. Solo aquellos enchufados o ilusionados porque les regalaron un rollo de mortadela. O los militares de cualquier rango que usan su uniforme y armas para robar hasta a sus propias familias. Esas elecciones están diseñadas para hacerle publicidad al chavismo ante su ya menguada y exigua clientela.

Por el lado del ala Guaidolover de la falsa oposición la llamada consulta es tan pirata que hasta sus organizadores dicen que es vinculante aunque poca gente vote. En otras palabras bastaría contar los votos por correo electrónico  de la burocracia asalariada del hamponato interino para darte un supuesto soporte jurídico a la presidencia caricaturesca de Guaidó.

Las elecciones fraudulentas que organiza el chavismo y la consulta estafadora de la falsa oposición no solo son parte de las formas de saqueo que usa esta casta política que ha destruido a Venezuela. Ambos eventos, tanto las elecciones como la consulta,  son tributarios de la constitución chavista de 1999 diseñada para sostener al chavismo en el poder a perpetuidad. Constitución que primero habría que triturar para comenzar a hablar en serio de “oposición.”

Cualquiera que venga a proponer soluciones basadas en la pseudo legalidad chavista llámese elecciones, consultas, o negociaciones para un cogobierno con el chavismo (Leopoldo López dixit) sólo trabaja como agente del chavismo.

Para liquidar políticamente al régimen chavista es imprescindible liquidar primero a la falsa oposición que ya hoy más de un 80 % de los venezolanos percibe como un estorbo en el camino. Y esto no se logra ni con elecciones ni con consultas.-  @humbertotweets