jueves, 28 de abril de 2016

Entre Líneas/La dictadura no quiere elecciones




I. TSJ PITIYANQUI. ¿Sorprendió a alguien la sentencia del TSJ desestimando la propuesta de enmienda Constitucional antes de ser aprobada por la Asamblea Nacional? No. A nadie. Se trata de un TSJ que ha sido secuestrado por el régimen para legitimar la dictadura. Todo eso ya se sabe. Lo que resultó una novedad fue que el TSJ y el magistrado que le puso la firma al proyecto de sentencia se inspiraron en la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica para argumentar sus razones en contra de la enmienda. Sin ningún tipo de rubor y para vergüenza de la mediocre justicia socialista el TSJ presta ideas de la Constitución del imperio para lograr su despropósito. Esto no era necesario. Habría bastado invocar, como lo han hecho antes, a la propia Constitución venezolana para justificar su violación. Es posible que alguien haya sugerido el agregado en el caso de que la sentencia de marras sea revisada en instancias internacionales como la OEA. Otra muestra emblemática de la doble moral de la corrupción bolivariana.  
II. VALORACION. Las condiciones objetivas para que la oposición derrote al gobierno están dadas. El descontento popular y el rechazo al régimen llegan al 80%. El caos social alimenta una energía en la calle que pide cambio de gobierno. Hasta los chavistas como víctimas de la crisis son parte de esa onda expansiva. Pero la oposición no parece tener el músculo para doblegar el tinglado político-militar de la dictadura. ¿Por que?  Uno de los problemas es la ambivalencia de la oposición a la hora de caracterizar a este régimen como lo que en esencia es: Una dictadura. Mientras la oposición no asuma esta definición política fundamental su estrategia carecerá de la visión y la fuerza necesaria para derrotar al gobierno.  
III. ERRORES. La oposición ha logrado importantes aciertos y avances. El 6D cuenta como el acierto más emblemático. Pero también ha cometido errores. Por ejemplo el no definir una agenda política para el cambio que incluya otras fuerzas sociales, la sustitución de la dirección política de la MUD por la directiva de la AN, y la falta de determinación para calificar al régimen como una dictadura y actuar en consecuencia son parte de esos errores. La suma de los aciertos de la MUD no supera sus errores y por eso en la calle gana terreno la desesperanza ante la impotencia para lograr el prometido cambio inmediato. Pero estos errores, en realidad, no se pueden comparar con el derrumbe político del PSUV quien es el responsable de la gran tragedia nacional. La oposición tiene más oportunidades de recuperarse de sus propios errores que el gobierno y en el peor de los casos construir una potente plataforma para triunfar en el 2018. Suena como una eternidad. Y lo es. Pero en política los tiempos no se miden con reloj.
IV. MAQUINARIA ROJA. Política y electoralmente el régimen y el PSUV han sido reducidos a su mínima expresión. Pero el régimen ha mutado a un estado policial-militar dirigido por burócratas enchufados que le permite abusar el poder. El gobierno perdió la calle y los votos. Lo único que le queda para imponerse es la represión militar y el linchamiento moral tipo Diosdado Cabello o Jorge Rodríguez con sus bodrios televisivos. Por eso el régimen tratará de evitar a toda costa cualquier conteo electoral este año. Tienen como y con que hacerlo.
V. JAQUE. Desde un principio el régimen chavista promovió el caos y la confrontación como estrategias para desmembrar el estado y asegurar su hegemonía. Allí se inspiraron políticas diabólicas como las de negociar con bandas criminales y entregarles territorios enteros. Voceros del régimen se ufanaban públicamente de su alianza con los pranes a quienes se les trataba con más respeto que a un opositor. Hoy estas bandas tienen mas fuerza económica y militar que las policías que les combaten y tienen en jaque no solo al gobierno sino a todo el país.- @humbertotweets

domingo, 24 de abril de 2016

Entre Líneas /Plan “B”: Ganar sin salir de Maduro


I. CHANTAJE. Bernardo Álvarez, operador del régimen venezolano en la OEA, lanzó una amenaza abierta contra el Secretario General de ese organismo Luis Almagro. De continuar procesando la aplicación de la Carta Democrática, como lo ha pedido la oposición venezolana, Venezuela pediría su destitución. En teoría Venezuela tendría los votos para materializar este exabrupto. Petrodólares aun siguen saliendo de Petrocaribe para controlar los votos en la Asamblea General de la OEA. Sin embargo, cada día es más difícil para los países aliados de la dictadura argumentar su apoyo a Venezuela. Antes de que cambie la correlación de fuerzas en la Asamblea General de la OEA como resultado de los movimientos estratégicos de los EEUU es muy probable que Venezuela promueva la destitución de Almagro. Las amenazas del operador Álvarez solo preparan el terreno.
II. MALNACIDO. Diosdado Cabello tiene una incontrolable debilidad por la vulgaridad. No pierde oportunidad en su programa de TV para saciar su morbosa desviación con mentiras, pero sobre todo con groserías y vulgaridades que solo excitan a su muy escuálida audiencia. Hace unos días cuestiono la crítica de la oposición ante el envío de ayuda humanitaria a Ecuador cuando en Venezuela se le niega a la gente que se muere en los hospitales. Incapaz de elaborar un argumento más solido y medular Cabello solo atino a calificar a los opositores de “malnacidos”. El quizás piensa que esa es una forma de “hablar el lenguaje del pueblo”. Pero detrás de la cascada de vulgaridades que fluyen en su programa solo se esconde la precariedad espiritual de un hombre mediocre, aburrido y con muy poca curiosidad intelectual.
III. NAZISMO 2.0 En su afán por desacreditar y descalificar a la oposición Jorge Rodríguez es capaz de decir cualquier cosa.  La semana pasada en su programa “La política en el diván” sin ningún desenfado comparó a la oposición venezolana con Hitler para tratar de argumentar que aquella era peor que este. Tratando explicar su argumento Rodríguez dice que Hitler actuó así porque simplemente fue provocado. En otras palabras de no haber sido provocada y ofendida su genialidad la humanidad se habría ahorrado esta monstruosa desgracia. Esta es otra demostración de como la izquierda oficialista practica el reduccionismo para tergiversar la historia. Lo que en realidad hace Jorge Rodríguez es tratar de reeditar una versión más sinuosa del nazismo goebeliano para manipular con piezas burdas de propaganda política.
IV. PANTANO. El cuadro político luce confuso y empantanado. La estrategia de la oposición de apoyar todas las formulas para salir de Maduro sólo parece ayudar al plan del gobierno de enredarlo todo para postergar cualquier decisión importante hasta el 2017. Seria recomendable para la oposición comenzar a pensar en un plan “B”: Solución sin salir de Maduro este año. En ese contexto se deberían priorizar las elecciones de gobernadores, las cuales desde ya se sabe el régimen tampoco quiere realizar.
V. EL PLAN. A diferencia de la oposición el gobierno no requiere de planes A, B, o C. Sólo necesita de un plan y es el que ya aprobó Maduro, el PSUV y el alto mando militar: Ganar tiempo, evitar cualquier consulta popular este año, y encargar del gobierno a Aristóbulo Istúriz en el 2017. El objetivo es tratar de darle un segundo aire a la revolución e iniciar una nueva fase con apertura política y un plan económico más pragmático. El enemigo del plan del gobierno no es la oposición. Es el tiempo.

jueves, 21 de abril de 2016

Entre Líneas/La estrategia del PSUV para mantenerse en el poder


I. INFORME. La semana pasada circuló por las redes sociales un presunto informe atribuido al PSUV en el cual se analiza la crisis nacional y se concluye con la necesidad de salir de Maduro. Luego de leerlo hablé con una fuente vinculada a la Dirección Nacional del PSUV, más que una “fuente de información” es un viejo amigo a quien conozco desde los ‘80. Esta fuente negó la autenticidad del informe. Me aseguró que el referido informe es falso y parte de una campaña mediática de la derecha. “Esas cosas no se escriben, camarita...” Lo que si es cierto, me aseguró, es que en el PSUV se ha analizado la coyuntura y se sopesa una estrategia con varias tácticas para sobrevivir -o al menos tratar de hacerlo- al tsunami político y social que vive Venezuela y que amenaza al gobierno.
II. ESTRATEGIA. Según la fuente el objetivo fundamental del PSUV es hacer todo lo que sea necesario para cruzar el puente de 2016 y llegar con vida al 2017. Esto significa evitar revocatorios y elecciones -incluidas las de gobernadores- las cuales signifiquen ceder espacios a la oposición. El objetivo es promover una transición dentro del chavismo controlada por el propio chavismo, no por la oposición.  Esta acción buscaría elevar a la Presidencia a Aristóbulo Istúriz quien tendría dos años para posicionarse como el candidato de la revolución para el 2018.  
III. táctica. Se usarán tácticas dilatorias con el CNE y judiciales con el TSJ para lograrlo. Desde el punto de vista económico y social la táctica -¿?- es contener la situación para que no empeore, evitar medidas económicas que impacten directamente a la población y pagar los compromisos externos a cualquier precio. Descartan de plano un ‘default’. La forma de instrumentar esta transición es que Nicolás Maduro pondría su cargo a la orden de la revolución y el PSUV -como partido de la revolución- promovería a Aristóbulo a la Presidencia con todo el apoyo de la dirección nacional y el alto mando de las FANB, o al menos eso esperan. Maduro saldría con honores y por la puerta grande para convertirse en “un humilde militante del PSUV”.
IV. MEDIDAS. El nuevo Presidente Istúriz no sería en esencia diferente a Maduro en el sentido de ser el ejecutor de políticas concertadas con el PSUV y las FANB. Lo novedoso es la intención de darle un vuelco a la revolución con medidas pragmáticas y audaces que tomen forma en un acuerdo de salvación nacional negociado con la oposición. Estas medidas podrían incluir negociar un programa de ajuste mínimo para reactivar la economía. Trataran de lograr que la oposición se involucre en la elaboración de este plan y comparta el costo político de su ejecución, so pena de quedar como politiqueros a quienes solo les interesa criticar al gobierno. Otra medida que estarían considerando es la liberación de los presos políticos más emblemáticos (López, Ledezma, Baduel). Todo lo cual le daría impulso e imagen de amplitud al nuevo Presidente y prospecto de candidato para el 2018.
V. ¿funcionará? Nicolás Maduro, el PSUV y las FANB tienen todo para ejecutar y, posiblemente, tener éxito con esta estrategia. Lo tienen todo, menos una cosa esencial en política: Tiempo. La velocidad de la crisis y la descomposición es tan brutal que quizás el país llegue reventado en mil pedazos a 2017 si antes no hay un cambio de dirección. Cada día pesa como un año. Esta estrategia es tan débil como la de la oposición apoyándose exclusivamente en las debilidades y los errores del gobierno para avanzar. Se nota el viejo resabio marxista de asumir la historia y el análisis de la coyuntura en forma determinista. Con este diseño el régimen se lo juega todo. ¿Funcionará?