La MUD pospuso para el jueves el anuncio de su propuesta para remover en forma Constitucional y democrática a Nicolás Maduro.
Esta semana seguirán
afinando la o las propuestas.
Bien.
Pero hay que insistir en
lo fundamental.
En la actual coyuntura
la MUD y su mayoría en la Asamblea Nacional no tienen la fuerza institucional
para impulsar la salida de Maduro.
Hay ambiente en la
calle, pero eso no es suficiente.
Es necesario sortear una
serie de trabas políticas y jurídicas para legar a un revocatorio o concretar
la enmienda.
La MUD sola no puede.
Se requiere de una gran alianza
con fuerzas sociales y sectores políticos para crear una nueva mayoría que
pueda materializar la salida de Nicolás Maduro.
Y esa ecuación seguirá
incompleta mientras en ella a no participen sectores del chavismo.
Dadas ciertas condiciones
hay sectores del chavismo que podrían animarse a participar.
Pero eso hay que negociarlo.
Aunque a algunos se les
revuelva el estomago y les de nausea.
Ese es el juego político.
Armar una alianza para
sacar a Maduro del poder incluyendo sectores del chavismo es una jugada muy
compleja, pero posible.
Se requiere de la
pericia y claridad que algunos le atribuyen a Ramos Allup, pero que otros le cuestionan.
El chavismo abiertamente
disidente podría interesarse si la salido de Maduro contribuye a fortalecer el movimiento
popular y social chavista hoy desprestigiado en manos del PSUV y el gobierno.
Ellos buscarían tener
influencia en la transición para lograr la fuerza política que les permita relanzar
el ideario original de Hugo Chávez.
Para los chavistas que están
en el gobierno hay otras motivaciones. Ellos podrían mover tácticamente algunas
fichas en el TSJ, las FANB y el CNE para desbloquear la salida Constitucional
de Maduro...si y solo si hay garantías que frente a posibles retaliaciones judiciales
y políticas tendrán inmunidad plena.
Plena. Absoluta e indubitable.
En ambos casos se trata
de aproximaciones que no ocurren a la luz del día.
Son conversaciones y
contactos que requieren tiempo para ser asimilados y digeridos.
Además se necesita un
esquema para su ejecución en el tiempo.
Al día de hoy nada
sugiere que la MUD este trabajando en esa dirección.
Sin embargo, el hecho
que no hayamos percibido esos contactos no quiere decir que no hayan ocurrido o
ya estén ocurriendo.
En todo caso, el objetivo
de este análisis es remarcar que:
- Es necesaria una alianza oposición-chavismo para sacar a Maduro del poder.
- Un acuerdo de esta naturaleza es muy complejo, pero posible.
- El acuerdo debe incluir los intereses esenciales de cada factor para asegurar su éxito.
- Cualquier intento de la oposición que trate de ignorar la fuerza del chavismo en el aparato del estado y en la calle será irreversiblemente derrotado y muy posiblemente termine agudizando la crisis política con un diferimiento de la resolución del conflicto para 2017.
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