La enmienda Constitucional
que propone la Causa R puede parecer un proceso expedito para salir de Nicolás Maduro
Pero no lo es.
Al igual que en el caso
del referéndum revocatorio del mandato presidencial hay unos lapsos que cumplir
y seguramente habrá que sortear las trampas legales del TSJ.
Una de las debilidades de
esta propuesta es el efecto retroactivo que pretende.
Esto quiere decir, según
los proponentes, que de aprobarse la enmienda y recortar el mandato presidencial
de 6 a 4 años se podría aprobar una disposición transitoria para aplicarla al
actual presidente.
En el TSJ están esperando
ansiosos para dar su opinión sobre la retroactividad.
La enmienda puede ser despachada
en un par de sesiones, previo debate parlamentario, en una semana.
Pero luego entrará en
juego el TSJ y de allí posiblemente iremos a un limbo jurídico con una decisión
que aunque nos parezca cuestionable contará con el acatamiento de los otros poderes públicos.
Hay otros aspectos más políticos
que jurídicos que la oposición debe considerar.
Muy probablemente el
gobierno arreciara su campana interna y externa calificando el acto como un golpe
de estado desde la AN.
¿Podría esto debilitar
la percepción internacional que se tiene de la oposición en Venezuela?
¿Para que ir por una vía
que es un campo minado y cuyo transito pasa, en cualquier caso, por un TSJ al
servicio del régimen?
¿Se estaría aislando la oposición
de la calle para centrar esfuerzos en un debate desgastador meramente jurídico?
Decidir entre enmienda,
revocatorio, o renuncia es cada vez una decisión más política que jurídica para
la oposición.
Es del tipo de
decisiones que, en política, no admiten enmienda
No hay comentarios.:
Publicar un comentario