martes, 9 de febrero de 2016

El camino minado de la enmienda




La enmienda Constitucional que propone la Causa R puede parecer un proceso expedito para salir de Nicolás Maduro
Pero no lo es.
Al igual que en el caso del referéndum revocatorio del mandato presidencial hay unos lapsos que cumplir y seguramente habrá que sortear las trampas legales del TSJ.
Una de las debilidades de esta propuesta es el efecto retroactivo que pretende.
Esto quiere decir, según los proponentes, que de aprobarse la enmienda y recortar el mandato presidencial de 6 a 4 años se podría aprobar una disposición transitoria para aplicarla al actual presidente.
En el TSJ están esperando ansiosos para dar su opinión sobre la retroactividad.
La enmienda puede ser despachada en un par de sesiones, previo debate parlamentario, en una semana.
Pero luego entrará en juego el TSJ y de allí posiblemente iremos a un limbo jurídico con una decisión que aunque nos parezca cuestionable contará con el acatamiento de los otros poderes públicos.
Hay otros aspectos más políticos que jurídicos que la oposición debe considerar.
Muy probablemente el gobierno arreciara su campana interna y externa calificando el acto como un golpe de estado desde la AN.
¿Podría esto debilitar la percepción internacional que se tiene de la oposición en Venezuela?
¿Para que ir por una vía que es un campo minado y cuyo transito pasa, en cualquier caso, por un TSJ al servicio del régimen?
¿Se estaría aislando la oposición de la calle para centrar esfuerzos en un debate desgastador meramente jurídico?
Decidir entre enmienda, revocatorio, o renuncia es cada vez una decisión más política que jurídica para la oposición.
Es del tipo de decisiones que, en política, no admiten enmienda

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