Las medidas económicas
anunciadas por Nicolás Maduro anoche confirman que el gobierno nunca tuvo interés
en rectificar.
También confirman que
toda la discusión sobre el decreto de emergencia fue pura manipulación.
Para decidir lo que decidió
el gobierno no necesitaba el decreto de emergencia.
Curiosa forma de enfrentar
la “emergencia económica”
Anunciar medidas desarticuladas
de una política de ajuste integral y además hacerlo a cuenta gotas no muestra
el sentido de urgencia del gobierno para atender la emergencia económica.
La única emergencia que
el gobierno quiere atender es que no lo tumben.
Y en esa dirección avanza
el régimen sin ningún tipo de vergüenza.
Ayer por ejemplo anunciaron
una tarjeta electrónica de racionamiento de comida.
Quizás sea una copia
calcada de la Tarjeta Mi Negra de Manuel Rosales.
Esta tarjeta
supuestamente servirá para transferir subsidios directos a sus beneficiarios en
la compra de alimentos.
Pero también le servirá
al gobierno para aplicar un chantaje directo y asegurar control político para
futuros eventos electorales.
En esencia la encomia seguirá
igual.
Lo que no seguirá igual
es el estado de animo del pueblo que aunque ya esperaba el aumento de la
gasolina ahora sufrirá loes efectos de una política inflacionaria.
En términos macroeconómicos
el aumento de la gasolina es insignificante.
Los recursos que le traerá
al país serán ínfimos y serán tragados por la devaluación.
Los efectos microeconómicos
serán devastadores y calentaran un ambiente social de por si ya volátil.
Quizás ahora el gobierno ahora descubra por
que a los niños se les dice: “Con
gasolina no se juega.”
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