domingo, 14 de febrero de 2016

La doctrina Chávez en ayuda humanitaria: Mezquindad roja, rojita




En sus desvaríos mesiánicos el comportamiento de Hugo Chávez siempre fluctuó  entre miserias y grandezas.
Cuando la bonanza del petróleo parecía eterna Chávez fue el gobernante más generoso y dadivoso que haya conocido el Caribe.
Pero mientras regalaba petrodólares a otros países su pueblo comenzaba a ser víctima de privaciones.
Esa mezquindad endógena tuvo su primer asomo en Diciembre de 1999.
En plena tragedia del deslave de Vargas y con un estado de calamidad pública varios países, entre ellos los Estados Unidos, enviaron aviones con medicinas, comida y ayuda humanitaria.
En una actitud incomprensible Chávez rechazó esa ayuda y los aviones, que estuvieron esperando a ser descargados en Maiquetía por 4 días, regresaron tal como vinieron.
Y así nació la V República.
Con una inmensa mortandad de gente que nunca recibió medicinas ni comida a tiempo.
Hoy la historia se repite.
Los caprichos de Chávez de negarse a aceptar ayuda humanitaria extranjera se ha convertido en doctrina.
Es insólito que haya que rogarle picantemente al gobierno que por favor acepte la ayuda humanitaria que le ofrecen a Venezuela desde otros países.
Tampoco ha mostrado interés en coordinar con la Organización Mundial de la Salud para envío de medicinas a pesar que la organización esta a la disposición.
¿Por que?
¿Orgullo socialista?
¿Simple mezquindad?
¿Indolencia?
En diversos reportes vía redes sociales se han reportado mas de 30 recién nacidos fallecidos esta semana como consecuencia de la falta de medicinas en diferentes hospitales del país.
Macabra coincidencia que los días finales de este régimen estén marcados con el mismo rito de su origen: La muerte.

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