A pesar del férreo
control que el régimen ejerce en sus instituciones hay malestar adentro.
En los diferentes
niveles del gobierno y en el poder judicial hay preocupación por la incapacidad
demostrada del régimen para manejar la
crisis económica y política.
Las FANB no son la excepción.
Por diseño Chávez
siempre quiso hacer de las Fuerzas Armadas una institución politizada y
deliberante.
Las FANB fueron concebidas
como el brazo armado del proyecto político chavistas, además para vacunarse
ante algún intento de alzamiento militar.
Este concepto degeneró
en la práctica de llevar a militares a cargos públicos sin la obligación de
rendir cuentas de sus actos o recursos.
Una suerte de bozal de
arepa o pacto implícito de “te pongo ahí para que te llenes los bolsillos y a
cambio te quedes tranquilo y no me tumbes.”
Ese sistema más o menos
funciono mientras hubo recursos del petróleo.
Hoy a la luz de la crisis
económica los recursos se agotaron y con el las prebendas que compraron la
lealtad de militares pragmáticos y enchufados.
Ahora hay malestar en
los cuarteles.
No todos los militares se
preocupan por igual. O por las mismas razones. Esta la preocupación de los
altos oficiales enchufados. Pero también esta la de los oficiales medios y la
tropa que tienen una dimensión distinta del problema.
Aunque el malestar de los
altos oficiales es genuino, quizás sus razones no lo sean tanto.
Lo que mas le critica al
gobierno la alta oficialidad enchufada no es precisamente que haya llevado a la
bancarrota al país.
Lo que molesta a estos
militares es que la incapacidad del gobierno haya acabado con la gallina de los
huevos de oro y con ese maravilloso sistema de llenarse los bolsillos sin tener
que dar explicaciones. A nadie.
El malestar de los
oficiales medios y tropa es diferente.
Estos militares están
atrapados en un conflicto de intereses.
Por una parte perciben
la dimensión de la crisis directamente a través de sus familias.
Las familias de estos militares,
oficiales medios y tropa, tienen que sufrir al igual que el resto de los
venezolanos para hacer largas colas y no conseguir comidas ni medicinas.
Por otra parte están
sometidos el principio de obediencia los obliga a seguir las ordenes de
superiores por quienes han perdido todo respeto.
Ven con decepción como
se ha degradado el honor de la institución militar para convertirla en un antro
de corrupción donde los Generales se roban hasta los recursos para la comida de
la tropa.
Tropa que lleva más de 3
meses recibiendo barritas de chocolate como ración de comida con el pretexto de
que no hay dinero.
Mientras los Generales enchufados
siguen recibiendo una buena selección de comida y por supuesto buen escoces.
Hábilmente el ministro
Padrino López, quien se maneja mas como político que como militar, ha tratado
de ser el catalizador de este malestar.
Padrino López se ha
movido para lograr ciertos consensos con las diferentes facciones que operan en
el seno de las FANB y convencerles que es mejor seguir apoyando al régimen.
Este consenso es mas un
apurado compás de espera que comienza a ceder ante el convencimiento que la caída
del régimen esta cerca y podría arrasar a la institución militar y, por
supuesto, amenazar los privilegios que estos altos oficiales se resisten a
ceder.
Los signos del malestar
ya no se pueden ocultar.
Saltan resabiadas como como
las chispas de un volcán que esta a punto de estallar.
La reunión de altos
oficiales militares el pasado 20 de diciembre con el abogado Hermann Escarra
para discutir el llamado pacto de estado fue un evento para liberar un poco las
tensiones en el seno de la institución militar.
Se sabe que la semana pasada
altos oficiales -¿del alto mando?- contactaron al Presidente de la AN Henry
Ramos Allup para conversar sobre la posible renuncia forzada del Presidente
Maduro y un eventual gobierno de transición que...no tocara los privilegios de
los militares enchufados.
Todo esto recibió el
rechazo privado y publico de Ramos Allup.
El mismo régimen que destapó
esa caja de pandora al darle beligerancia a los militares hoy retrocede y se
retracta.
Forzado por los rumores
y el creciente malestar en los cuarteles el gobierno ha instruido a través de Min Defensa a toda la oficialidad y tropa que esta prohibido “murmurar
contra las autoridades, leyes, o decretos.”
Una vez mas el gobierno
es coherente con su torpeza.
En lugar de atacar las
causas del malestar trata de ocultar los síntomas.
Ahora será peor.
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