I. Coyuntura vital. Desde el 2005 no se le planteaba a la oposición una disyuntiva crucial para la toma del poder. En ese año una valoración equivocada de la situación y la correlación de fuerzas llevó a la oposición a no participar en las elecciones parlamentarias. Todavía se sufren las consecuencias de ese histórico error. Esta vez con el legítimo triunfo del 6D y su indiscutible mayoria en la AN la oposición promueve la salida de Nicolás Maduro. Esto, que es un clamor nacional, parece enredarse en los vericuetos jurídicos y políticos de cómo hacerlo. ¿Enmienda? ¿Revocatorio? ¿Renuncia? ¿Constituyente? Escoger cual será el mecanismo para sacar a Nicolás Maduro de la Presidencia es la decisión político-coyuntural mas importante de la oposición desde el 2005. Un error en la lectura de la situación podría dar al traste con una oportunidad de oro para impulsar la transición y lanzaría al país por el barranco del caos social.
II. Enmienda. La mayoría de la oposición en la AN se
inclina por la tesis de la enmienda Constitucional más que por el Referéndum
Revocatorio. La enmienda reduciría el mandato presidencial de 6 a 4 años con
una disposición transitoria que asegure su aplicación retroactiva al actual
Presidente. La MUD ha dicho que la enmienda es un procedimiento mas expedito para lograr la
salida de Maduro. Pero en realidad, como ya lo han dicho públicamente, hay
temor a ir a un revocatorio y obtener menos de la cantidad de votos que logró
Maduro en las elecciones del 2012. Si este es el argumento central para justificar
la enmienda entonces la oposición podría estar mostrando una terrible falta de
claridad en la interpretación del momento histórico que se vive y a su vez
negando todo su potencial.
III. Revocatorio. Esta no es una opción
libre de riesgos sobre todo por saboteo que vendría del Tribunal Supremo de
Justicia y el Consejo Nacional Electoral. Pero, a diferencia de la enmienda, el
Referéndum Revocatorio es un mecanismo que arranca movilizando a la calle
mediante la recolección de firmas hasta terminar con la votación popular. Es
muy importante que el debate sobre el mecanismo para sacar a Nicolás Maduro se
de en la calle y no encerrados en el hemiciclo. El revocatorio permite que se
caliente ese debate para su legitimación desde el comienzo. El proceso debería ser
inclusivo de amplios sectores que apoyan la transición.
IV. Amenazas. El balance del primer mes de trabajo de la
AN y el debate sobre el mecanismo para sacar a Nicolás Maduro revelan desde ya
amenazas que acechan al Poder Legislativo. 1) Aislarse del pueblo y encerrar
sus debates en las cuatro paredes del Capitolio; 2) Agenda legislativa dispersa
que no termina de atacar el corazón del conflicto político; 3) Desaceleramiento
del impulso de cambio del 6D al invertir mas energías en el debate jurídico que
el político. Estas amenazas podrían crecer al punto de hacer ineficaz el rol de
la AN como dirección política de los sectores que luchan por el cambio democrático
en Venezuela
V. Mezquindad rojita. Ya en 1999 con motivo del
deslave en Vargas el propio Hugo Chávez estableció la doctrina. Aviones de los
Estados Unidos que llegaron a Maiquetía con ayuda humanitaria para atender a
las víctimas de esta tragedia tuvieron que regresar como vinieron. A pesar del
estado de calamidad pública Chávez prefirió dejar morir a la gente antes que
aceptar ayuda del imperialismo. Hoy se repite la historia. A pesar que a la
fecha se han reportado las muertes de más de 30 recién nacidos en todo el país por falta de medicinas el gobierno se niega a
aceptar ayuda humanitaria de otros países. ¿Orgullo? ¿Mezquindad?
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