jueves, 23 de noviembre de 2023

Preguntas redundantes y confusas, ¿qué hacer?

            Hay muchas observaciones de carácter jurídico, histórico y político que podríamos hacer a las preguntas del referéndum sobre el Esequibo, con base a lo que hemos aprendido de estudiosos y académicos versados en este delicado tema.

Pero para este artículo nos vamos a inclinar por una perspectiva más coloquial, mundana si se quiere, desde la racionalidad de una persona que más o menos conoce el contexto y en sus tareas diarias de supervivencia súbitamente ha sido llamada a opinar sobre estos asuntos.

1. ¿Está usted de acuerdo en rechazar, por todos los medios, conforme a derecho, la línea impuesta fraudulentamente por el Laudo Arbitral de París de 1899, que pretende despojarnos de nuestra Guayana Esequiba? Si el territorio de Venezuela es el que correspondía a la Capitanía General de Venezuela antes de la transformación política de 1810, según la Constitución de 1999, entonces esta pregunta abre la posibilidad de desacatar la Constitución vigente con una respuesta negativa.

2. ¿Apoya usted el Acuerdo de Ginebra de 1966 como el único instrumento jurídico válido para alcanzar una solución práctica y satisfactoria para Venezuela y Guyana, en torno a la controversia sobre el territorio de la Guayana Esequiba? Si, por supuesto. Pero si ese es el mecanismo que han usado todos los gobiernos por más de 50 años para tratar de resolver el problema ¿Cuál es la relevancia o la pertinencia en que yo esté de acuerdo?

3. ¿Está usted de acuerdo con la posición histórica de Venezuela de no reconocer la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia para resolver la controversia territorial sobre la Guayana Esequiba? La opción de la Corte Internacional de Justicia ya estaba contemplada en Acuerdo de Ginebra de 1966, entonces el desconocimiento de la CIJ no parece una posición histórica de Venezuela. Pero además representantes del gobierno en varias ocasiones han participado en actos de la CIJ, reconociéndola de hecho y de derecho. ¿Cómo se resuelven esas contradicciones?

4. ¿Está usted de acuerdo en oponerse, por todos los medios, conforme a derecho, a la pretensión de Guyana de disponer unilateralmente de un mar pendiente por delimitar, de manera ilegal y en violación del derecho internacional? Si “oponerse por todos los medios, conforme a derecho”, significa pedir medidas cautelares contra Guyana para que suspenda el otorgamiento de concesiones petroleras en un mar pendiente por delimitar, entonces si. Pero si “oponerse por todos los medios, conforme a derecho”, significa ir a la guerra con Guyana, quizás no.

5. ¿Está usted de acuerdo con la creación del estado Guayana Esequiba y que se desarrolle un plan acelerado para la atención integral a la población actual y futura de ese territorio, que incluya entre otros el otorgamiento de la ciudadanía y cédula de identidad venezolana, conforme al Acuerdo de Ginebra y el Derecho Internacional, incorporando en consecuencia dicho estado en el mapa del territorio venezolano? La creación de un estado con todas sus implicaciones, en un territorio soberano, es una función administrativa del Estado que no requiere ser sometida a referéndum ¿o sí?

Como se puede apreciar estas preguntas son redundantes y confusas, admitiendo incluso la posibilidad de respuestas contradictorias y desarrollos imprudentes, todo lo cual revela el apuro y la improvisación de quienes las formularon. Habría sido de gran utilidad que quienes pretenden algún día dirigir el Estado venezolano hubiesen fijado posición sobre estos asuntos, en lugar de dejar a la nación a la deriva naufragando en un mar de confusión con la excusa del libre albedrío.- @humbertotweets

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