jueves, 5 de enero de 2023

Pagando la factura de México

            Quienes lamentan la desaparición del Interinato parecen vivir aislados en una burbuja desconectada de la realidad. Las viudas del Interinato, le atribuyen a ese fallido experimento una jerarquía política que nunca tuvo y sospechosamente lloran por su defenestración como si tuviese alguna significación para los venezolanos.

            El gobierno fallido de Juan Guaidó nunca logró las dimensiones de un verdadero Estado aunque al principio fuese reconocido por varios países y sobre todo por los Estados Unidos de Norteamérica. Por ejemplo ese “gobierno” nunca pudo ejercer su autoridad en un metro cuadrado de territorio y menos aún organizar una fuerza militar o policial.

Las decisiones y actos administrativos de ese gobierno de papel se limitaron a la asignación de contratos y el nombramiento de embajadores y funcionarios en las empresas propiedad de la nación venezolana, todos pagados con fondos de los activos de Venezuela en el exterior.

Inclusive en el frenesí del Interinato y el apogeo del apoyo de la comunidad internacional países como los Estados Unidos y Colombia seguían entendiéndose en los asuntos fundamentales  con el gobierno realmente existente en Venezuela que era el de Nicholas Maduro y no el de Juan Guaidó.

Tampoco el gobierno de Guaidó sirvió para articular luchas sociales y capitalizar el creciente descontento contra el régimen chavista. Pero aun desconectado de la política real, hundido en el pantano de la corrupción  y ensimismado en rutinas burocráticas el llamado gobierno interino seguía funcionando como tal gobierno solo en la cabeza de sus promotores y beneficiarios.

El vigoroso saqueo de los fondos públicos manejados por el Interinato parecía no tener límite en el tiempo y el espacio lo cual seguramente llevó a sus principales operadores a exclamar escuetamente que la vigencia del interinato había que mantenerla hasta que se lograran elecciones libres en Venezuela. Con el chavismo en el poder esto era lo mismo que invocar su permanencia para siempre.

Es público y notorio que los enfrentamientos por el reparto de los activos entre las franquicias partidistas de la falsa oposición provocaron la retaliación de los factores menos beneficiados en contra de Voluntad Popular  que ejercía de principal repartidor. Pero igualmente hay que incluir en el contexto que provoca la desaparición del Interinato las negociaciones que desde hace dos años viene adelantando la falsa oposición con el régimen chavista.

Aunque el chavismo no se ha comprometido esencialmente a nada en estas negociaciones la falsa oposición ha hecho todo tipo de concesiones al régimen chavista con tal y lograr reconocimiento y aceptación oficial. Además de participar en unas elecciones sin garantías ni condiciones la falsa oposición se ha convertido en garante ante los gobiernos de Los Estados Unidos e Inglaterra para que estos liberen los fondos que en el exterior le tienen congelados al régimen chavista.

Seria de una inexcusable ingenuidad ignorar que la cesación del gobierno interino también es parte del paquete de concesiones que la falsa oposición le hace al chavismo. Sorprende que haya voceros de la falsa oposición que hasta ayer celebraban a rabiar las negociaciones con el régimen chavista y hoy lloran amargamente por la desaparición del Interinato. ¿No se habrán enterado que una cosa levaba irreversiblemente a la otra?

Las negociaciones en México han creado una costosa factura que la falsa oposición está empeñada en pagar.- @humbertotweets

 

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