jueves, 8 de diciembre de 2022

¿Quién ganó con los acuerdos de México?

            Tanto el chavismo como la falsa oposición celebran y se asumen triunfadores con la firma del acuerdo parcial en México. No solo eso, ambos coinciden en afirmar que se trata de un acuerdo humanitario para beneficio de los venezolanos. Pero más allá de la retórica es preciso desentrañar quién gana y quién pierde en un proceso de negociaciones entre el chavismo y la falsa oposición que ha sido visto con desconfianza e indiferencia por la mayoría de los venezolanos.

            Esta nueva ronda de negociaciones comenzaron hace aproximadamente un año supuestamente con el propósito de lograr mejores condiciones y garantías electorales. Esto es algo que en cualquier otra democracia se asume como un hecho indiscutible y dado. Pero no en Venezuela donde el chavismo controla todas las instancias del proceso electoral para asegurarse resultados favorables. Y si eventualmente la cuenta electoral falla, como ocurrió en el 2015, entonces el Estado chavista dispone de mecanismos “legales” para cambiar el resultado electoral por uno a su medida.

            Discutir con el chavismo cambios en ese sistema electoral viciado fue la razón inicial ofrecida por la falsa oposición para negociar en México. Mientras para la falsa oposición el objeto de la negociación se centraba en condiciones y garantías electorales, para el chavismo lo era lograr reconocimiento internacional como régimen político y levantamiento de las sanciones impuestas por los EEUU y otros países.

            Poco tardaría la representación del chavismo en descartar cambios a su sistema electoral y abruptamente abandonar la mesa de negociaciones exigiendo negociar directamente con los Estados Unidos y la liberación del supuesto diplomático Alex Saab. Así las negociaciones quedaban suspendidas por tiempo indefinido dejando a chavistas y falsos opositores entretenidos con los preparativos para participar en unas elecciones sin que los temas de las condiciones y las garantías electorales hubiesen sido resueltos o siquiera discutidos.

            La firma de los acuerdos de México viene a ser la formalización de una situación fáctica que ya viene operando desde hace varios meses, ahora más precisa y refrendada por la licencia a la Chevron para que opere libremente en Venezuela y la liberación de 300 mil  millones de dólares para un supuesto gasto social en Venezuela sujeto a un control indefinido e incierto por parte de la ONU.

            En suma, mientras el chavismo ha logrado todo lo que inicialmente pedía y más la falsa oposición tiene que conformarse con una promesa tímida y ambigua de que quizás algún día se discutirán las condiciones y garantías electorales.- @humbertotweets

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