domingo, 10 de marzo de 2019

Desembrujandonos del chavismo y la MUD

Ya en Marzo se aprecia con más claridad el tamaño de la estafa que la MUD colaboracionista y su Frente Amplio le han propinado a Venezuela. Lo volvieron a hacer. Una vez más volvieron a embaucar a los venezolanos con sus promesas recicladas en forma de marketing burdo y bailantas para distraer el foco de lo realmente importante: Derrocar la tiranía chavista.

Una vez más la energía de un pueblo que ha sido humillado tanto por unos como por otros se diluye en el engaño de una oposición incapaz de hacer lo menos para salir del estado chavista. Pero la desesperación que se sufre es tan grande y desgarradora que muchos pensaron por qué no darle una nueva oportunidad a los malandros de siempre que quizas ahora vendrían con cierto propósito de enmienda.

Juan Guaidó no pasó de ser un cara bonita, subproducto del marketing más mediocre que para compensar la ausencia de sustancia y claridad en su pensamiento sólo puede atribuirle la bondad del carisma. La verdad es que con su retórica y su política blandengue Guaidó no ha hecho otra cosa que distraer y debilitar la movilización insurreccional en la calle para derrocar al régimen lo cual ha terminado por propagar un estado general de frustración y desengaño ante esta nueva estafa de la MUD, esta vez de la mano de una de sus relevos más jóvenes.

Venezuela jamás debió merecer la tragedia del chavismo más salvaje y primitivo, pero menos aún Venezuela se merece una oposición colaboracionista, torpe y catinflerica incapaz de articular una política anti chavista aunque el chavismo políticamente sea despreciable para el 90% de la población. En otras palabras esta oposición manique y segundona se refugia en sus propias miserias y ha resultado incapaz de derrocar al chavismo aunque este se los permita.

Si tratamos de racionalizar estas contradicciones vemos que el chavismo como forma parasitaria de operar en política aún sobrevive en la cabeza de las jóvenes promesas y relevos de la MUD quienes no pierden oportunidad para mostrar sus debilidades por el socialismo y el populismo sin tomar en cuenta que estos han sido los torpedos con los cuales el chavismo destruyó a Venezuela.

Esa forma chavista de promover el saqueo institucional y el reparto de las prebendas es la que pervive en la mente de personas como Guaidó que a la hora de tensar la cuerda se les afloja el pulso y terminan claudicando frente a una política que no es muy diferente a la que ellos representan.

Ese chavismo que Guaidó, Leopoldo López y la MUD llevan por dentro es lo que siempre termina atravesándose en el camino para derrocar a la tiranía. Esas debilidades siempre vienen disimuladas en conductas que calzan como políticamente correctas y prudentes pero que han resultado ineficaces para producir un cambio político definitivo en Venezuela.



La oposición colaboracionista ha sido instrumento del chavismo encantador de serpientes y seductor de muchedumbres. Nos toca al resto de los venezolanos desembrujarnos y expulsarlos a ambos de lo más profundo de nuestras almas.- @humbertotweets 

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