domingo, 9 de diciembre de 2018

Pragmatismo mercenario hace estragos en las FANB


A la hora de los análisis ya nadie discute las razones que han llevado a los militares venezolanos a seguir apoyando al régimen chavista. Hay  factores que se dan por descontados y ninguno tiene que ver con valores o ideología.
Por una parte es evidente el control que tiene el G2 cubano sobre los comandantes de las FANB y toda la estructura de la oficialidad. Al régimen de Maduro le ha tocado que apoyarse en los servicios de inteligencia militar cubanos para controlar y espiar los movimientos de sus propios militares y detectar, cómo en efecto ya ha ocurrido, cualquier intento de sublevación orquestado desde arriba.
Se trata de un sofisticado entramado de vigilancia al cual son sometidos desde los miembros del alto mando militar hasta los comandantes de las ZODI y sus ayudantes. La presencia de los cubanos en funciones de control dentro de las FANB es tan notoria que ya es motivo de malestar entre la oficialidad.
Por otra parte, en la base de la herrumbre militar están los soldados rasos cuyo único motivo para alistarse fue conseguir comida y evitar las penurias a que están sometido el resto de los venezolanos. Para ellos hay los CLAP, cada día más menguados, y el pago en moneda artificial que tampoco sirve para comprar prácticamente nada.
Una tercera forma de asegurarse el apoyo dentro de las FANB ha sido el alentar y tolerar formas de robo, extorsión y saqueo para que tanto oficiales como soldados se puedan redondear su sueldo. Cualquier militar que esté en una alcabala o en posición de controlar o vigilar algo también le es presentada la oportunidad para robar en nombre del estado chavista. En muchos casos la conducta criminal es tan evidente que algunos militares han sido detenidos solo para guardar ciertas apariencias.
Aunque sería deseable, es muy difícil que esta fuerza armada logre aislar los órganos que la han gangrenado y se salve a sí misma. Sin embargo los militares no son ajenos a la crisis que llevan al desmoronamiento del estado chavista y al colapso de la república. Esto ha llevado a un juego diario de cálculos y recálculos para anticipar situaciones que sin duda fracturarían un apoyo estrictamente basado en una moral y pragmatismo mercenario.
¿Cuándo ocurrirá la inminente intervención militar internacional en Venezuela? ¿Cuándo dejaran de entregar los CLAP a los militares? ¿Cuándo le dejaran de pagar los devaluados salarios a los Oficiales? ¿Cuánto tiempo realmente le quedaría a Maduro en el poder? Todas estas son preguntas que se hacen los militares de cualquier rango que intuitivamente saben que esto se acabó es hora de abandonar el barco...pero, ¿cuándo?
Sería loable reconocer que los militares en los que se ha apoyado el régimen están a punto de abandonarlo para salvar a la República de Venezuela, que  suponemos también es la de ellos, pero no es así. El caos y la desbandada de los militares que apoyan al gobierno ocurrirán por las razones más miserables y desgraciadas, siendo la ausencia de bozal de arepa la más notable de ellas como resultado de sucesivas crisis financieras que harán totalmente inviable el modelo clientelar chavista.  @humbertotweets


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