domingo, 19 de noviembre de 2017

¿Cómo afecta el default a los militares?

Sin el chantaje de los militares sobre la población civil no estaríamos viviendo esta pesadilla. En una república democrática y de leyes la fuerza armada estaría al servicio de la institucionalidad, no del partido gobernante. Ese no es el caso de Venezuela, donde el chavismo convirtió las FANB en el ala militar de su partido.
El apoyo de los militares al régimen no se fundamenta en una posición política ni en una convicción ideológica. Por el contrario, ese respaldo ha sido cosechado sobre la base de una corrupción masiva que ha pervertido la función de los  militares. Las formas varían según la jerarquía.
Los de rango elevado participan de esquemas complejos de manipulación financiera con bonos de la república, dólares preferenciales y narcolavado. Luego están los que se benefician del manejo de recursos públicos sin ningún tipo de control fiscal. Y en la base de la pirámide están los que no pueden recibir las migajas sobrantes y se les asigna en puestos de control, alcabalas, aeropuertos y aduanas para que extorsionen a los ciudadanos y completen su salario.
Toda esta trama ha enhebrado a cada uno de los oficiales con mando de tropa en las FANB a un nivel de comicidad del cual es prácticamente imposible zafarse a menos que se esté dispuesto a convertirse en testigo protegido del gobierno norteamericano.
El régimen ha sido muy diligente para promover la corrupción masiva en el seno de las FANB y así asegurarse en forma casi automática apoyos y vencer cualquier tipo de disidencia. Esta política de comprar el apoyo de los militares ha funcionado porque que está montada en la naturaleza rentista del estado venezolano que permite el fácil acceso a petrodólares y divisas para su operación.
Pero el colapso financiero de Venezuela podría darle un giro violento e inesperado al apoyo servil de los militares al régimen. Y el default es tan solo uno de los múltiples eventos desencadenantes de ese colapso.  El default es la imposibilidad material que enfrenta la república para pagar sus deudas. En otras palabras las reservas en dólares no son suficientes para pagar los bonos de deuda ni sus intereses. Esto provocará que los acreedores declaren formalmente que Venezuela está en default y esto a su vez lleve al cierre de líneas de crédito y préstamos a la república
Este torniquete financiero tendrá un severo impacto en todo el país y sin duda afectará operaciones de corrupción y narcolavado que permiten el lucro de amplios sectores en las fuerzas armadas. Hasta ahora los efectivos militares han vivido en una burbuja, aislados de la realidad, evadiendo las penurias de la crisis que afecta al resto de los venezolanos. Pero eso está llegando a su final.
El default significa que no habrá dinero real para pagarles a los soldados. Tendrán que pagarles con precarias bolsas de comida. Tampoco habrá recursos para sostener el entramado de corrupción militar que opera desde los más altos niveles hasta alcabalas y aduanas. La complicidad de esas fraternidades será sometida a prueba en una lucha sin cuartel entre los militares que aún tienen acceso al botín y los que no. El default podría provocar una importante fractura en la estructura de una FANB que vive del clientelismo en la corrupción. 


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