jueves, 29 de junio de 2023

La ilusión de la elección primaria

El colapso de Venezuela es tan evidente que ha llevado a chavistas y no chavistas a verse las caras en la calle para protestar contra un gobierno que ha sido una tragedia para todos, aunque unos se hayan dado cuenta más tarde. La desesperación y el sentido de urgencia para salir del chavismo es tan grande que hay quienes, a pesar de las masivas evidencias del pasado, están dispuestos a volver a creer en cualquier ilusión para súbitamente cambiar las cosas, por vanas que estas sean.

Por eso siempre hay que volver a lo mismo y recordar que el cortoplacismo y las ilusiones de fórmulas milagrosas han sido poderosas taras para articular una verdadera oposición contra el chavismo en Venezuela.

Hoy hay varias ideas aureolares circulando que insinúan cambios inminentes en la política. Una de ellas es la tesis de escoger un candidato unitario en una elección primaria para enfrentar a Nicolás Maduro en 2024 como la fórmula mágica para sacar al chavismo del poder. El peso de esta apuesta reside en el cálculo simplista de que la gente no se abstenga y salga a votar por un candidato único opositor.

Esta tesis se abstrae de la realidad institucional donde el chavismo controla todos los poderes públicos, incluido el electoral, y dispone de los mecanismos para producir decisiones legales a su medida. Pero aún apostando a la buena fe del chavismo habría que tomar en cuenta el peso de más de 8 millones de venezolanos fuera de Venezuela que no podrán ejercer su derecho al voto y su incidencia en unas elecciones “normales”.

Calificados voceros del chavismo han explicado en detalle cómo y por qué jamás entregarán el poder. Y hay que creerles, porque al día de hoy tienen la fuerza para hacerlo.

Una verdadera oposición debería tomar todo esto en cuenta para formular un verdadero plan de lucha política y no una mera lista de promesas y ofertas engañosas que tratan de competir con la del chavismo.

Pero lo que tenemos en Venezuela no es una verdadera oposición, sino una falsa que en lugar de hablar con claridad prefiere fomentar falsas esperanzas de millones de venezolanos que en su angustia y desesperación están dispuestos a aferrarse de cualquier ilusión por vana y artificiosa que esta sea.

Más que un engaño es una estafa decir que basta un candidato único y que la gente salga a votar masivamente para ganarle electoralmente al chavismo. Sobre todo cuando desde ya se admite que no hay condiciones ni garantías para una elección limpia y transparente.

Una vez conocido el inapelable resultado oficial de la “elección” del 2024 y que el candidato o la candidata de la falsa oposición, aunque sea a regañadientes, le reconozca el triunfo a Nicolás Maduro habrá que absorber y digerir el inmenso valor pedagógico de la coyuntura. Y es que hay que tener presente y recordarle a los operadores partidistas que los materiales de la política son las realidades y no los buenos deseos ni las ilusiones.

No basta con las buenas intenciones y la mente positiva para sacar al chavismo del poder. Es preciso partir del reconocimiento de realidades materiales que por muy escabrosas y desalentadoras que parezcan nos permitirían articular políticas con los pies en la tierra y no seguir divagando en las nubes de las ideas areolares y las falsas ilusiones. @humbertotweets

No hay comentarios.:

Publicar un comentario