jueves, 3 de febrero de 2022

La falsa oposición defiende a su régimen

            El chavismo cuenta con la falsa oposición para moverse a una fase de aparente normalidad y continuar en el poder. Esto parece que no cambiará en el futuro cercano si se examina la última postura asumida por la falsa oposición en la voz de Juan Guaidó pidiendo públicamente un levantamiento de las sanciones internacionales al régimen chavista para ver si con eso el chavismo regresa a las negociaciones de México.

Lo primero que salta a la vista es que la falsa oposición busca desesperadamente negociar con el chavismo desde una posición de absoluta debilidad. A estas alturas a nadie debe sorprender que los operadores del G4 y el hamponato interino traten de entenderse con el chavismo. Esto es una derivación lógica de la postura que históricamente ha mantenido la falsa oposición de buscar un mero cambio de gobierno dejando intacto al régimen político chavista con sus instituciones y su constitución.

La aspiración más ambiciosa de la falsa oposición no es otra que heredar al estado chavista con sus estructuras para continuar la corrupción y el saqueo monumental que inauguró el chavismo en Venezuela. Al descartar la tesis de confrontar al estado chavista (no solo al gobierno de Nicolás Maduro) la falsa oposición pavimenta la vía para entenderse con el chavismo por la vía de elecciones y negociaciones.

La falsa oposición ha justificado participar en elecciones y negociaciones como una supuesta táctica que les permitiría cambiar al régimen desde dentro pero sin tocar sus pilares fundamentales como las mafias militares y las mafias financieras con las cuales los falsos opositores siempre han estado dispuestos a cogobernar.

Sin embargo, desde el chavismo la perspectiva es completamente diferente. El estado chavista es el poder político realmente existente en Venezuela y el que es reconocido por países como Estados Unidos en asuntos esenciales de la geopolítica tales como el tema petrolero. Una multinacional como Exxon Mobile que es esencial en la geopolítica norteamericana se entiende directamente con el gobierno de Nicolás Maduro, no con la caricatura de Juan Guaidó. Así lo hacen otros estados e instancias internacionales como la ONU a pesar de lo que digan sus voceros diplomáticos.

El estado chavista ha logrado sobrevivir a las sanciones burlando su impacto gracias a la complicidad de China, Rusia e Irán. El efecto de las sanciones internacionales contra el régimen de Nicolás Maduro nunca se sintió y el mejor reconocimiento a su fracaso es que tanto el gobierno de los Estados Unidos como el llamado gobierno interno ya están listos para coordinar su suspensión.

La falsa oposición no tiene otra salida que montarse en lo que parece será el nuevo viraje de la política norteamericana hacia el régimen chavista marcada por la distensión y de suspensión de las sanciones. Aunque se diga que el objetivo de ese alivio es incentivar al chavismo a seguir negociando con la falsa oposición lo cierto es que el régimen no espera recibir nada a cambio. El único beneficio tangible para el chavismo sigue siendo el tiempo que se pierde en esas negociaciones que se convierte en prórrogas indefinidas para que los chavistas sigan en el poder.

Por eso el régimen ha respondido que para regresar a México los Estados Unidos debe liberar al “diplomático” Alex Saab. Se sabe que Saab no era un diplomático sino un mercenario que operaba a escala internacional en nombre del estado chavista. Al darle rango diplomático y pedir su liberación el chavismo fija un costo impagable e improbable. La liberación de Alex Saab no solo  no depende de la falsa oposición que es la otra parte negociadora, tampoco eso depende de Joe Biden o  el departamento de Estado norteamericano. Esa decisión estaría en manos del poder judicial que en los Estados Unidos opera independientemente de los otros poderes y no está sujeto a seguir agendas políticas ni diplomáticas. Eso lo sabe perfectamente el chavismo que pretende usar la ficha Saab como una excusa para congelar las negociaciones hasta que entremos en la antesala de las elecciones presidenciales del 2024 momento en el cual muy probablemente las negociaciones serían activadas nuevamente solo para asegurarse que efectivamente la falsa opción si participará en la forma que convenga al chavismo.

Con su postura de buscar un cambio de gobierno por vía electoral la falsa oposición sigue haciéndole el juego al chavismo tratando de defender a todo evento el decadente estado chavista.- @humbertotweets

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