jueves, 27 de enero de 2022

¿Y qué esperaban?

            Cuando uno lee las reacciones de los políticos de la falsa oposición ante la liquidación técnico-legal del Referéndum Revocatorio por parte del régimen no puede suponer por un segundo que se trate de ignorancia o ingenuidad. Y hablando en serio ¿esperaban otra cosa? Los lamentos de las viudas del Revocatorio no pueden ser por desconocimiento de que efectivamente el chavismo podría suspenderlo como en efecto lo hizo. El lloriqueo de estas plañideras de la política criolla pidiéndole al chavismo que cumpla con su propia constitución no es otra cosa que la expresión del más refinado y descarado cinismo.  

Por supuesto que la falsa oposición sabía desde el principio que el Referéndum Revocatorio jamás iba a realizarse con un Consejo Electoral íntegramente chavista. Así como saben perfectamente que todas las elecciones que se han realizado bajo el régimen, y las que se realizarán, han sido y serán producto del más colosal fraude electoral. Esto incluye las migajas que el régimen le reparte a la falsa oposición adjudicándole alcaldías y gobernaciones como recientemente hizo en Barinas.

A pesar de la abrumadora evidencia de que el chavismo jamás entregará el poder pacíficamente y usa las elecciones fraudulentas para legitimar a su régimen político, muy a pesar de todo esto  la falsa oposición insiste en la tesis electoral-institucional. Según esta tesis, de eventualmente producirse un resultado electoral adverso el régimen se vería obligado a cumplir su propia constitución y entregar el poder. ¿Obligado por quién? ¿Por unas Fuerzas Armadas que son el soporte del mismo régimen? La evidencia que se suministra para demostrar esta tesis es que efectivamente varias veces la falsa oposición ha “derrotado” al chavismo en elecciones de alcaldes y gobernadores y el chavismo por su parte ha reconocido y las ha entregado.

Esta postura es la que se ha venido usando en los últimos años para desmovilizar a los venezolanos de una oposición verdaderamente insurreccional hacia formas mediatizadas de oponerse al chavismo sin representar un peligro para que esté efectivamente algún día salga del poder. La trampa electoral es la ilusión más manoseada por los políticos de la falsa oposición porque por una parte les permite decirle a la gente que se está haciendo algo para enfrentar al chavismo, aunque en el fondo no se haga nada. Por otra parte, cada evento electoral, llámese elección de gobernadores o Revocatorio, implica la movilización de clientelas partidistas que alimentan una próspera industria que hace circular grandes masas de dinero para activistas, asesores y operadores que literalmente viven de “hacer oposición.”

Pedirle al régimen chavista que convoque al Revocatorio con el argumento que eso es lo que dicta la propia constitución chavista no es un acto de ingenuidad sino de cinismo. Esto es seguir engañando a la gente alimentando las ilusiones y las fantasías electorales que llevan a esperar que algún día el chavismo se canse de su empeño destructor y decida entregar el poder.

Y tan es cierto que la falsa oposición sabía que el Revocatorio sería negado que en cuestión de horas ya han anunciado que entonces harán unas primarias presidenciales como antesala al gran torneo electoral del 2024. La incontinencia electoral continúa. En manos de la falsa oposición y el chavismo a los venezolanos se nos va el tiempo y la vida entre una elección y otra. Así llevamos dos décadas y podrían ser dos más si no logramos reunir las fuerzas para liquidar a ambas bandas. Hoy es el episodio del Revocatorio. Mañana será el de la elección presidencial y así sucesivamente se siguen reciclando las ilusiones mientras Venezuela cada día es menos país.- @humbertotweets

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