martes, 26 de enero de 2016

En las colas se conspira contra el gobierno


Son demasiadas horas bajo el sol.
Hay que esperar y esperar para ver si llega la cava con la comida.
¿Que otra cosa puede hacer la gente en una cola?
8-12 horas de cola son tiempo suficiente para hacer amigos.
Hay quienes incluso me dicen que les da tiempo para hacer un levante y regresar a la casa sin comida, pero con novia.
También es tiempo más que suficiente para hablar mal de gobierno.
Es una experiencia terapéutica y liberadora.
Hay mucha rabia e impotencia y lo saludable es desahogarla.
Ir a una cola y no hablar mal del gobierno es como renunciar al sagrado derecho Constitucional al pataleo.
Allí se habla de todo. Pero sobre todo de la ostentosa vida de los nuevos ricos del régimen.
El gobierno sabe que las colas son hoy centros conspirativos por excelencia. Por eso las quiere acabar, pero no atacando las causas del problema. Más bien están tratando de disimularlas o de esconderlas.
Ya uno de esos Generales adulantes propuso como “estrategia” permitir las colas solo cuando haya comida.
Pero no funciono. La desesperación por encontrar comida es tan grande que la gente hace las colas  sin saber si ese día llegaran o no los alimentos.
Todo parece indicar que las colas seguirán aumentando y en la misma medida el deseo de la gente de salir lo antes posible de este régimen “...como sea.”
Así dicen.  

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