Son demasiadas horas bajo el sol.
Hay que
esperar y esperar para ver si llega la cava con la comida.
¿Que otra
cosa puede hacer la gente en una cola?
8-12 horas
de cola son tiempo suficiente para hacer amigos.
Hay
quienes incluso me dicen que les da tiempo para hacer un levante y regresar a
la casa sin comida, pero con novia.
También es
tiempo más que suficiente para hablar mal de gobierno.
Es una
experiencia terapéutica y liberadora.
Hay mucha
rabia e impotencia y lo saludable es desahogarla.
Ir a una
cola y no hablar mal del gobierno es como renunciar al sagrado derecho
Constitucional al pataleo.
Allí se
habla de todo. Pero sobre todo de la ostentosa vida de los nuevos ricos del régimen.
El
gobierno sabe que las colas son hoy centros conspirativos por excelencia. Por
eso las quiere acabar, pero no atacando las causas del problema. Más bien están
tratando de disimularlas o de esconderlas.
Ya uno de
esos Generales adulantes propuso como “estrategia” permitir las colas solo
cuando haya comida.
Pero no
funciono. La desesperación por encontrar comida es tan grande que la gente hace
las colas sin saber si ese día llegaran
o no los alimentos.
Todo
parece indicar que las colas seguirán aumentando y en la misma medida el deseo
de la gente de salir lo antes posible de este régimen “...como sea.”
Así dicen.
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