martes, 19 de enero de 2016

Argumento de la “Guerra Económica” esconde intención totalitaria del régimen



La confrontación del régimen contra los sectores productivos en Venezuela siempre ha existido.
Desde 1999 las fuerzas productivas en Venezuela han sido calificadas como la expresión diabólica del capitalismo salvaje.
El sector privado en Venezuela nunca ha sido bien visto por el régimen. Eso no es nuevo.
Pero, a diferencia de lo que ocurre ahora, en eso años había petróleo para darse el lujo de prescindir del sector privado y llevar adelante las empresas faraónicas.
Justamente cuando los pecios de petróleo comienzan a declinar el gobierno se ve precisado a explicar al pueblo su fracaso.
Sin el petróleo, que era el principal productor de divisas, los recursos comenzaron a mermar en forma dramática.
Sin petróleo y sin un sector privado y productivo fuerte Venezuela fue lanzada por su propio gobierno a una de las peores crisis económicas que alguna vez se haya conocido.
Para evadir su propia responsabilidad en el manejo de la economía el gobierno se inventó una narrativa ingeniosa: La guerra económica.
La culpa de todos los males del país es de los capitalistas codiciosos que quieren ganar más.
A esa etérea y difusa idea de la “guerra económica” el gobierno trató de atribuir la escasez, las colas y los altos precios.
En esa campaña se gastaron cantidades inauditbales de recursos para imponerle al pueblo la negación de la realidad.
Esta campaña fracaso. El pueblo, incluidos los chavistas, no compraron el argumento y votaron masivamente en contra del gobierno.
El mensaje fue muy claro: No hay la tal guerra económica y ustedes, no los empresarios, son los responsables de la crisis.
Ahora fuera del contexto de la campaña electoral, pero enfrascados en una lucha para no soltar el poder político, el gobierno se aferra con más fuerza a la tesis de la guerra económica.
Pero justamente ahora cuando ya nadie le cree al gobierno es cuando mas difícil será vender ese argumento.
Todo parece indicar que ante el fracaso de la propaganda el gobierno apelara por la represión militar y psicológica.
Esta lógica represiva los ha llevado a armar los mas insospechados argumentos: “Lo que pasa es que la gente votó contra el gobierno porque no sabe lo que quiere. Están alienados. Nosotros si sabemos.”
Y como guardianes de la verdad absoluta tratan de imponerle al resto de la sociedad su visión primitiva de la historia, la economía y la política.
Se trata de una lógica represiva muy peligrosa que podría poner al régimen en situación de sincerarse, mas temprano que tarde, con su naturaleza esencialmente dictatorial.-

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