Cortinas de humo se usan con frecuencia en la guerra y en la política.
Son típicas maniobras para ocultar al adversario los verdaderos movimientos o intenciones.
Es una acción que busca distraer para sorprender.
Lo que hizo ayer Tibisay Lucena fue exactamente eso.
En un acto burdamente orquestado la presidenta del CNE trato de cumplir un doble propósito:
1-Desviar la atención de la oposición del objetivo en la recolección del 20% de las firmas para el Revocatorio;
2-Ofrecer la imagen a la comunidad internacional que el proceso Revocatorio se desarrolla dentro del marco legal.
En forma deliberada la presidenta del CNE Tibisay Lucena justificó que las actividades necesarias para organizar la recolección de firmas tomarían, posiblemente, hasta el mes de Octubre.
Se trata de actividades que los organizadores del sistema electoral más perfecto del mundo han realizado en menos de 15 días , pero que esta vez se tomaran casi 45.
Evidentemente el objetivo es detallar y desmovilizar a la oposición.
Hacerle creer que, tal como lo vienen diciendo Jorge Rodríguez y Diosdado Cabello, los esfuerzos por el Revocatorio serán infructuosos porque no habrá Referéndum.
Ni siquiera en el 2017, rematan.
El gobierno sabe que esta pelea se está decidiendo en la calle.
A cada hora y en cada cola el régimen sigue perdiendo.
Al tratar de propagar el desaliento el régimen intenta disminuir la energía que exige cambio en la calle.
Esta pausa de casi 45 días será aprovechada por el gobierno para tratar de presionar por un diálogo a la fuerza.
El mismo tramado por Rodríguez Zapatero y los ex presidentes designados por el gobierno como mediadores sospechosos.
Por eso en lugar de liquidar el Revocatorio de un solo plumazo, como algunos dirigentes del PSUV han sugerido, el régimen prefiere jugar a la agonía promoviendo la ansiedad y el desespero de quienes quieren el cambio.
Pero al tiempo que el régimen asegura que el revocatorio no va y usa a la Lucena para tratar de comunicar esa certeza, comienza a realizar concentraciones de calle y organizar su padrón electoral.
Sospechoso, por decir lo menos.
¿Estará el gobierno preparándose para ir a la consulta electoral al tiempo que intenta hacernos creer que no la habrá?
Hasta ahora las maniobras del régimen han sido amenazas, cortinas de humo, trapos rojos.
Que si van a meter preso a Ramos Allup, que si meten presos a los diputados por Amazonas, que si ilegalizan a la MUD, etc. etc.
Pero no pasa nada.
Lo que el régimen hace es usar técnicas básicas de terrorismo psicológico para desmovilizar y paralizar a su adversario.
Y eso fue precisamente lo que ayer trató de hacer Tibisay Lucena.
Tratar de desmotivar y hasta dividir a la oposición entre quienes quieren el Revocatorio en el 2016 y quienes están dispuestos a hacerlo inclusive en el 2017.
En la política como en la guerra no hay una victoria hasta que hay una victoria.
Mientras tanto todo son dinámicas y circunstancias que pueden cambiarse y revertirse en cualquier momento.
Y en eso precisamente consiste la política. En la dramática lucha para cambiar las condiciones adversas. Lo contrario es cuento de hadas con final feliz.
La oposición, específicamente la MUD, debe afinar su estrategia en esta nueva fase de la lucha.
Esto debería incluir algunas premisas fundamentales:
- Se está luchando contra una dictadura
- Es esencial definir métodos de lucha democráticos eficientes para derrotar.
- El escenario de batalla es la calle, las colas, con el pueblo.
- El régimen quiere empujar a la oposición hacia la violencia para deslegitimar e ilegalizarla. Es un peine y debe evitarlo.
- Esta nueva fase de la lucha contra el régimen requiere de una alianza social más amplia que la alianza electoral de la MUD. Es hora de plantear esta confrontación no entre la oposición y el régimen sino entre el país todo y la barbarie.
- Mientras no haya una decisión firme el Revocatorio aún es posible en 2016 y dependerá de la presión de la calle.
- Luchar por lo mejor, prepararse para lo peor. Hay que pensar en planes B, C y D, pero no se puede adelantar la estrategia hasta que haya una definición concreta sobre cuándo será el Revocatorio.
La cortina de humo del régimen trata de presentar la confrontación como inviable porque ya pareciera estar definida a su favor.
De ser cierto no estarían haciendo esfuerzos desesperados para evitarla.
Esta batalla apena comienza.
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