Mientras el país se cae, literalmente, a pedazos el gobierno sigue cavilando cómo y cuándo liquidar el revocatorio
Hay quienes piensan que en esa indecisión, tratando de esperar por el momento apropiado, el régimen ha perdido tiempo importante.
La situación en la calle se calienta, la popularidad de régimen se desploma y la tesis del revocatorio, con el paso de los días, se hace más legítima como opción política y jurídica para la crisis.
Esta indecisión comienza a crear inquietud -preocupación? angustia?- en algunos operadores del régimen.
Ya no solo son Diosdado Cabello y Nicolás Maduro quienes aseguran que el Revocatorio no va este año.
La última adición al coro fue la rectora del CNE y militante del PSUV Tania D'Amelio.
Con el escueto desparpajo que le caracteriza D’Amelio aseguró que como la oposición solicitó el revocatorio a destiempo este no tendría lugar este año.
La sabiduría de D’Amelio no logra explicar cómo es que si la solicitud no fue hecha en el lapso legal entonces el CNE la haya admitido y dado curso aprobando todas las etapas hasta ahora.
Pero lo que importa aquí no son las contradicciones de D’Amelio, sino los oscuros intereses que ella representa.
D’Amelio al igual que el resto de los oficialistas en el CNE están preparados para liquidar el Revocatorio en el momento en que así se les ordene.
A diferencia de las otras rectoras oficialistas D’Amelio ya mostró la seña de por donde va el gobierno.
Muy posiblemente el razonamiento será que el Revocatorio fue solicitado fuera del lapso legal y esto justificaría su suspensión.
Todavía queda pendiente quien asumirá la responsabilidad de liquidarlo.
Quién lo haga, TSJ o CNE, dependerá de una decisión política, no jurídica.
A las escuetas declaraciones de la rectora D’Amelio pidiéndole a la oposición que no se haga ilusiones, porque Revocatorio no hay, se suma el inexplicable silencio del CNE sobre la convocatoria a las regionales.
Así poco a poco se va configurando la nueva jugada del régimen.
Negar el revocatorio por extemporáneo al tiempo que suspende la realización de las elecciones de gobernadores...por falta de tiempo, como las rectoras lo habrían admitido en privado.
Hay quienes aun dudan que el régimen se lance en una jugada para tratar de cobrar por partida doble.
Piensan que las consecuencias políticas para el régimen serían desastrosas al suspender ambas consultas.
Eso es cierto.
Pero también es cierto que este régimen ha demostrado suficientemente su disposición de tensar la cuerda aunque del templando la cuerda revienta.
Al Revocatorio tienen que liquidarlo de un solo zarpazo, y pronto, si esperan tener tiempo para evitar una revuelta popular.
Por el contrario, a las elecciones de gobernadores habría que dejarlas morir de inanición. Quitarles oxigeno, tiempo y dinero para que se mueran por si solas.
No hay duda que el gobierno tiene todo el poder para suspender ambas consultas.
Pero como dijo Rodríguez Torres al cerrarle la puerta a la consulta popular el gobierno le estaría dejando una puerta abierta a la violencia.
Y en ese escenario perdemos todos. Gobierno, oposición, pueblo...Padrino López...todos.
Si este es el rumbo que finalmente escoja el régimen esta decisión marcará un punto crítico en el proceso de lucha democrática para derrocar a la dictadura.
Será el fin de las ilusiones y el comienzo de una nueva fase para ensayar otros métodos democráticos de lucha política.
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