Ayer la oposición anunció
un conjunto de acciones para sacar a Maduro de Miraflores: Renuncia, revocatorio
y enmienda.
La propuesta pareciera tratar
de cubrir todos los ángulos posibles para sortear obstáculos que surgirán en el
camino.
Algo así como, si falla
A entonces tenemos B, si falla B activamos C.
La simultaneidad pareciera
ofrecer más opciones en caso de que una o dos de las opciones se vean
neutralizadas.
El problema con esta
propuesta es que igualmente diversificará los esfuerzos de la oposición en lugar
de concentra la energía en un solo punto de manera efectiva.
Pareciera que la oposición entiende que la correlación de fuerzas no le es favorable en este momento
y en lugar de tratar de reproducir condiciones mas favorables prefiere “hacer más
cosas” para sacar a Maduro.
Eso es un ejemplo típico
de voluntarismo.
El régimen será
derrotado no en la medida que se haga mas o menos fuerza para sacarlo del
poder, si no en a medida que se haga lo que efectivamente hay que hacer.
No es un juego de palabras.
Es el juego del poder.
Es evidente que TODAS
las opciones que intentará activar la MUD para sacar a Maduro de Miraflores se
van a estrellar con las murallas institucionales del TSJ y el CNE.
Lo del TSJ se sabe desde
diciembre.
Es una guerra avisada.
No puede haber sorpresas
cuando el TSJ produce sentencias chimbas para cercenar las facultades
Constitucionales de la Asamblea Nacional.
Pero mientras la AN no
desmote el andamiaje de corrupción instalado en el TSJ eso no va a cambiar.
Llama la atención que la oposición haya decidido primero cuales serán los mecanismos para impulsar el
cambio político sin antes resolver la confrontación fundamental y definitoria
con el TSJ.
Esto han debido abordarlo
en las primeras dos semanas de sesiones de la AN.
Cada semana que pase será
más difícil y complicado porque le otorga al régimen mayor margen para
maniobrar.
Además la situación en
la calle es muy volátil y podríamos vernos en un clima social hostil tanto para
el gobierno como para la oposición ante el aumento de la desesperanza y la decepción.
Es posible que la oposición tenga una estrategia.
Es factible que detrás
de las acciones anunciadas ayer haya un programa estratégico.
Pero desde afuera no se
ve.
Desde afuera solo se ve
un conjunto de acciones voluntaristas y bien intencionadas para desplazar a
Maduro apostando mas a la debilidad del gobierno que a las fortalezas de la oposición.
Por demás esta decir que
la MUD y su mayoría en la AN tienen la grave responsabilidad de conducir
exitosamente la lucha opositora.
Errores de estrategia o calculo bien podría terminar en una derrota imperdonable derrota política.
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