I. Apagón
nacional. El lunes pasado se confirmó que por vez primera en
40 años se apagaba la sala de máquinas número 1 de la represa El Guri. Esto
crea de inmediato un déficit de 2 mil megavatios que afectara sensiblemente a
todo el país. Se temía lo peor y es justamente lo que ha ocurrido. Apagar la
sala de máquinas 1 de El Guri es el inicio de lo que podría terminar en la
paralización total de su funcionamiento en los próximos días. El gobierno trata
de evadir su responsabilidad, como es usual, culpando a fenómenos naturales. La
verdad corroborada por los propios técnicos del Ministerio de Energía Eléctrica
es que la corrupción y la falta de mantenimiento desmantelaron la plataforma
eléctrica del país. Corrupción y negligencia han sido marcas indelebles de la
revolución bolivariana.
II. Balance. En 90 días la Asamblea Nacional ha aprobado en primera discusión cinco
proyectos de Ley. Entre ellas la Ley de reforma a la Gran Misión Vivienda, Ley
de Amnistía y Ley del Bono de Alimentación, entre otras. Se entiende que
después de casi 16 años de pereza legislativa ahora todas las expectativas
estén centradas en la AN. Lo que no se entiende es que la AN trate de abarcar
una agenda parlamentaria tan amplia que la desubica de su verdadero rol en la
coyuntura política. Esta claro que las únicas leyes que el gobierno va a
refrendar y eventualmente ejecutar son aquellas que les conviene. Las demás serán
intencionalmente ignoradas. La AN debe reenfocarse para tomar las decisiones
políticas conducentes a un cambio inmediato de gobierno. La Ley mas importante
y la que debido discutirse y aprobarse primero es la que reestructura al
Tribunal Supremo de Justicia para recuperar su independencia. Esto no se ha
hecho. ¿Por que?
III. A la
cubana. Chávez nunca entendió la verdadera naturaleza del
régimen cubano. En forma simplista, como muchos en la izquierda, asumió que se
trataba de un régimen revolucionario aun inspirado en la agenda de 1959. En
realidad, Cuba, al igual que muchos otros regímenes comunistas, giró
rápidamente hacia un pragmatismo político. Esto le permitiría a Fidel Castro
mantener relaciones políticas con Carlos Andrés Pérez y Hugo Chávez al mismo
tiempo sin ningún tipo de remordimiento. Esta política a la cubana es la
que permite que Cuba se siga beneficiando de las prebendas del gobierno
venezolano al tiempo que refuerza sus lazos políticos y comerciales con los
Estados Unidos. Cuba será el arma secreta más eficiente de los EEUU para
modular el conflicto político interno en Venezuela.
IV. La partida. Establecer la doble nacionalidad de Nicolás Maduro es un asunto de
inaplazable interés público. Si se determina, como todas las evidencias lo sugieren,
que en efecto es colombiano y nunca renunció a esa nacionalidad los efectos
políticos y jurídicos son graves. De ser así procedería de inmediato su
destitución y la anulación de todas sus decisiones. Esta, más que las otras
opciones para sacar a Maduro, es la mas atormenta al PSUV y a las Fuerzas
Armadas. Las respuestas evasivas de Nicolás Maduro a la hora de mostrar su
partida de nacimiento aumentan la suspicacia y la certeza que algo oculta. La
partida de Nicolás Maduro del poder depende de la otra partida, la que no
aparece pues. La que por no existir se convierte en el cuerpo del delito.
V. Fantasía
épica. Nicolás Maduro sigue en las nubes. No aterriza.
Así lo analizó Oscar Schemel conversando con José Vicente Rangel el domingo
pasado en Televen. La fantasía revolucionaria con ribetes épicos en la que vive
Maduro le impiden entender y trabajar con la realidad. Mientras el Presidente
se sumerge en orgasmos revolucionarios el país es víctima del más salvaje acto
de sodomía política y social que se haya conocido en la historia republicana.
La crisis ya es inaguantable hasta para los propios chavistas. El único que no
lo entiende así es Maduro.
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