Donald Trump está a punto de ser seleccionado candidato presidencial por el partido republicano y tiene la posibilidad real de ser electo nuevamente presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.
¿Qué se podría esperar de una segunda
presidencia de Donald Trump en sus relaciones con el chavismo en Venezuela?
En principio, y como una política
general del Departamento de Estado Norteamericano no habría mayor diferencia
con la administración de Joe Biden en el sentido que la prioridad de Trump
sería defender los intereses de los EEUU más allá de las consideraciones de
derechos humanos que afectan a la mayoría de la población venezolana.
Aunque resulte odioso para los
venezolanos, la realidad es que los Estados Unidos no se van a involucrar en el
conflicto interno de Venezuela por lo que interesa a los venezolanos sino por
lo que convenga a los intereses de los EEUU. Y habrá una disonancia permanente
mientras ambas ondas de interés no estén alineadas.
Lo que sí va a marcar un cambio desde
el día 1 en la política exterior de Donald Trump es su interés en buscar una
salida negociada para terminar la guerra Rusia-Ucrania.
De llegarse a este punto los Estados
Unidos perderían interés en tener al gobierno chavista como un proveedor
confiable de petróleo barato y en su lugar buscarían afianzar aún más sus
relaciones con Guyana vía ExxonMobile. Esta nueva situación geopolítica sin
duda influenciaría dramáticamente la decisión de la Corte Internacional de
Justicia sobre el Diferendo territorial entre Venezuela y Guyana.
No es realista esperar que un segundo
gobierno de Trump emprenda acciones similares al apoyo del gobierno interino de
Juan Guaidó ni tampoco que se embarque en una intervención militar. ¿Por qué?
Porque los EEUU tienen formas más eficientes de proteger sus intereses.
Lo que se puede esperar de un segundo
gobierno de Donald Trump es una relación entre Washington y Caracas basada en
el más absoluto realismo político, siempre condicionada por la necesidad superior
de los EEUU de proteger su alianza con Guyana y la del chavismo en no darle
motivos a los Estados Unidos para que se involucre en los asuntos internos.
En otras palabras, es de interés para el chavismo no alterar el statu quo de esa relación.
En ejercicio del más absoluto
pragmatismo es probable que Trump mantenga los canales de comunicación -que no
de negociación incondicional- con el chavismo al mismo tiempo que no dudaría en
prestar generosa asistencia militar a Guyana de ser necesario y, si la
oportunidad se presenta, ejecutar las órdenes de captura internacional contra
altos jerarcas del régimen chavista.- @humbertotweets
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