En la medida en que se acerca la fecha para la recolección de firmas la desesperación del régimen aumenta.
Todas las amenazas para intimidar a la sociedad para que no firme y no participe han fracasado.
Por eso el régimen sigue enviando mensajes violentos para de alguna forma influenciar y detener lo que ya parece una inevitable voluntad nacional de sacar al chavismo del poder.
Ayer se produjeron dos acciones en esa línea de chantaje político para de alguna forma tratar de alienar la voluntad del país.
Por una parte el TSJ aprobó que el presupuesto del 2017 sea presentado por el Presidente de la República ante la Sala Constitucional.
Esto es para mantener viva la idea que efectivamente el TSJ también podría, en cualquier momento, suspender el revocatorio y eliminar la inmunidad parlamentaria de los diputados de la oposición.
Pero el gobierno sabe que un presupuesto que no sea presentado para su discusión y aprobación ante la Asamblea Nacional sería ilegal e inconstitucional.
Todas las deudas y transacciones de la república serán nulas.
Naciones y empresas se negarían a contratar con Venezuela sabiendo que esas operaciones estarían viciadas.
Caos que no ayuda precisamente al régimen.
Veremos si el régimen se atreve a lanzarse a ese vacío jurídico o decide discretamente y a regañadientes presentar la Ley de Presupuesto ante la AN.
Veremos.
Por otra parte, ayer el gobierno desató una campaña de linchamiento político contra el Alcalde de Sucre, Carlos Ocariz.
Como no pueden, bajo ningún aspecto, tocar la inmunidad parlamentaria de los diputados de oposición, a riesgo de ser calificados abiertamente como una dictadura, entonces el régimen sigue persiguiendo a los alcaldes.
En el caso de Ocariz se trata de crear primero “el expediente de opinión pública” para justificar su detención.
Una operación de linchamiento político que se ha convertido en la especialidad del ministro González López.
Todas estas acciones tienen un solo propósito: desmoralizar y desmovilizar a la oposición.
Esto quiere decir que las acciones y movilizaciones de presión popular que ha convocado la oposición siguen arrinconando al gobierno y este solo trata de reaccionar en forma desesperada, desordenada y epiléptica.
Pero, una vez más, también confirma lo que ya se sabe.
Si el gobierno permite que se recojan las firmas el 26, 27, y 28 de octubre el referéndum revocatorio será inevitablemente este año.
Por eso es de vida o muerte para el régimen usar los poderes públicos secuestrados en su estrategia para desmontar el revocatorio.
EL TSJ, el CNE ya hace tiempo dejaron de ser poderes públicos en una democracia gobernada por el estado de derecho.
Estas instituciones han quedado reducidas a una tenaza mas de la dictadura que actúa para favorecer la tiranía.
Esta tenaza sigue apretando para tratar de torcer la voluntad de la sociedad democrática, pero no logra asfixiar.
La tenaza se traba porque el área que intenta abarcar cada dia crece y crece a un punto que ya parece fuera de su alcance.
La verdad, a estas alturas , muy poco importa lo que haga o diga el régimen.
La voluntad para revocar al gobierno parece inevitable y se hará con o sin revocatorio.
Con o sin negociación.
Se trancó la tenaza.
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