Quienes hemos venido alertando sobre el fraude que representa ir a elecciones con el chavismo en el poder, no nos sentimos sorprendidos ante las declaraciones de Jesús María Casal, presidente de la Comisión Nacional de Primaria, quien aseguró que la asistencia técnica del CNE puede ser un hecho si se garantiza la protección de la identidad del elector.
Una vez más la falsa oposición cae
—ya sea por ingenuidad o por sumisión— en las trampas caza bobos del régimen.
Y
así, Jesús María Casal, como si no tuviésemos un largo camino recorrido lleno
de fraudes electorales, agrega que las máquinas captahuellas no servirán para
generar listas (como la de Tascón) ni revelar datos del electorado; sino que,
por el contrario, serán útiles para evitar la usurpación del elector. ¿La
garantía que ofrece Casal? Hay que confiar en la palabra de los técnicos del
CNE (chavista!).
Insiste Casal
en que la elección primaria no está en riesgo, y llama a los venezolanos a
comprometerse con dicho proceso eleccionario. Nos cree tontos útiles y sigue
invocando la buena fe de los para respaldar unas elecciones cuyo fraude se
viene anunciando desde hace tiempo. El mismo Diosdado Cabello adelantó en el
mes de mayo que las elecciones primarias de la oposición no podían hacerse sin
el Consejo Nacional Electoral. Supuestamente, porque dicho organismo es el
único garante de que no se inflen los resultados. Pero no solo eso, Cabello ya
sabía que esa elección primaria sería, sí o sí, con las captahuellas y así lo
anunció en su programa del Mazo. ¿Por qué Diosdado Cabello sabe más de los
planes de la MUD que la propia MUD?
Pero el
problema no lo tiene el régimen que ha sido coherente en materia de fraudes. La
dificultad la tiene la falsa oposición a la hora de explicar cómo puede poner
su confianza en el Consejo Nacional Electoral chavista que ha sido la madre de
todas las estafas electorales en Venezuela. Y mayor incoherencia aún tendrán
que explicar candidatos como María Corina Machado, Elsa Solórzano y Andrés
Velázquez que abogan por una elección primaria sin el CNE a sabiendas que es
ese mismo CNE a cual tendrán que someterse si cualquiera de ellos resulta ser
electo como candidato de la falsa oposición.
El problema de
fondo es que la falsa oposición, ni sus candidatos presidenciales, tienen una
tesis política viable frente al régimen chavista que no sea más que participar
en los fraudes electorales que orquesta el chavismo. Y es algo que hasta se podría
tratar de justificar si estuviésemos frente a una propuesta que nos invita a
apoyar un programa de lucha del cual ese candidato sería el portavoz. Pero no
es así. Del lánguido y pobre espectáculo
de los candidatos de la falsa oposición solo podremos esperar promesas para
hacer el Estado chavista más eficiente pero jamás una ruptura definitiva con el
régimen político sustentado en la Constitución de 1999, a la cual todos ellos,
sin excepción, juran lealtad.
Estamos en una
dinámica altamente predecible y sin sorpresas. La falsa oposición seguirá
actuando con entrega y sumisión frente al régimen chavista, al punto de poner
en sus manos la escogencia de su candidato presidencial. Más muestras de
colaboracionismo, imposible. En esas condiciones será muy difícil que la
invitación a participar en la elección Primaria tenga alguna credibilidad o
entusiasme a los venezolanos. Más aún ante la certeza de que lo se está
escogiendo no es un candidato presidencial sino a quien le corresponderá la
deshonrosa tarea de levantarle el brazo a Nicolás Maduro cuando sea proclamado
ganador por el CNE chavista.- @humbertotweets
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