En la política interna el chavismo hace lo que le da la gana. El control absoluto del aparato del Estado y la ausencia de una verdadera oposición facilita que la oligarquía chavista se imponga por la fuerza y la violencia sobre el resto de los venezolanos. En la política internacional el régimen chavista hace fiesta burlándose de las sanciones y hasta desafiando a instancias como la Corte Penal Internacional cuyo Fiscal seguramente fue informado de nuevas detenciones arbitrarias en el preámbulo de su última visita a Venezuela.
Para
ser un régimen supuestamente aislado y arrinconado el chavismo se comporta en
forma desafiante, beligerante, y arrogante tanto dentro como fuera de Venezuela.
¿Por qué? Porque puede hacerlo. Pero además porque en la comunidad
internacional hay un país que lo permite: Los Estados Unidos.
Esto
no se puede ver a luz de la desteñida óptica marxista-leninista que en forma
oportunista invoca la soberanía de los otros pueblos al tiempo que justifica el
vasallaje de los suyos. Así lo predican y lo practican los regímenes de Cuba,
Nicaragua y Venezuela. En la interpretación de esa forma particular de
soberanía el chavismo siente que puede hacer lo que le dé la gana sin
ningún tipo de limitaciones. Esta política puede soportar desde los
linchamientos selectivos contra opositores internos hasta alianzas militares
con enemigos jurados de los Estados Unidos de Norteamérica tales como Rusia,
China e Irán.
En los
supuestos esfuerzos para enfrentar al régimen chavista de Venezuela las
sanciones de los Estados Unidos son el más ridículo hazmerreir luego del
caricaturesco gobierno interino de Juan Guaidó. Las sanciones simbólicas contra
el Estado chavista no lograron detener las ventas de petróleo venezolano ahora
en los mercados negros alimentados por cargueros rusos, chinos e iraníes que
todos los días pasan por las narices de la guardia costera norteamericana.
Pero al mismo
tiempo y como resultado de los intereses que tiene el complejo militar
industrial norteamericano en la guerra Rusia-Ucrania los Estados Unidos ha
encontrado en el régimen chavista, bolivariano y socialista a un proveedor
confiable y sustentable de petróleo. Los Estados Unidos han levantado
parcialmente sus sanciones al régimen chavista para permitirle a
transnacionales petroleras norteamericanas sacar petróleo de Venezuela.
El resultado
de esta política permisiva y blandengue de los EEUU con el chavismo es que el
Estado chavista se encuentra en la situación privilegiada de ser un proveedor
confiable de petróleo para los Estados Unidos al tiempo que puede poner en el
mercado negro cantidades no determinadas de petróleo. En ambos casos el Estado
chavista recibe miles de millones de dólares que jamás serán destinados para el
beneficio de los venezolanos sino para sostener a la camarilla político-militar
en el poder. Y como un beneficio político adicional queda toda la campaña de
propaganda del régimen presentándose ante el mundo como víctima de unas
sanciones que no son tales.
Sin darse por
satisfecho con recibir dinero por punta y punta para enriquecer a sus
operadores y reprimir a los venezolanos el régimen chavista, ahora belicoso y
relancino, está envalentonado en forjar alianzas militares con países enemigos
de los Estados Unidos. En forma imprudente e irresponsable el chavismo no solo
ha recibido armas y tecnología militar de Rusia, China e Irán sino que además
ha cedido el territorio venezolano como base de operaciones a estas potencias.
Si esto es un
secreto lo será a voces porque es lo que han venido reportando públicamente en
los últimos años agencias de inteligencia norteamericanas y grupos
especializados en el seguimiento de asuntos militares y de geopolítica. Se trata de un escalamiento progresivo cuyas
próximas instancias bien podrían ser la instalación de bases nucleares o
misilísticas. Todo el mundo parece saberlo, menos los demócratas y republicanos
en Washington entretenidos con la guerra Rusia-Ucrania y completamente ausentes
de Suramérica.
¿Qué tan lejos
tendrá que llegar el régimen chavista forjando alianzas militares con Rusia,
China e Irán para que los Estados Unidos determine que su seguridad nacional
está siendo efectivamente socavada? ¿Qué tan tarde podrán reaccionar los EEUU
para restablecer un equilibrio militar que se ha perdido con el tiempo?
Un consejo para
los políticos en Washington. No repitan el error que cometimos los venezolanos
en 1999. El Estado chavista no es un Estado nacional de leyes como otros en la
comunidad internacional. El régimen chavista es y opera como una organización
criminal, de naturaleza narcomilitar, con apariencia de Estado al cual bajo
ninguna circunstancia se puede subestimar y por el contrario hay que tomar muy
en serio.- @humbertotweets
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