En la Venezuela que se derrumba por la acción depredadora del chavismo los jubilados y pensionados y los adultos mayores en general son quizás el grupo social más vulnerable después de los recién nacidos. En estos 25 años el chavismo ha destruido la economía nacional y con ello el valor del bolívar como signo monetario. El resultado es una moneda ultra devaluada y una economía dolarizada de facto que deja por fuera a los jubilados y pensionados que carecen de los medios para sobrevivir a menos que tengan una familia que les ayude.
El
abandono de los venezolanos de la tercera edad es tan solo otra muestra de la
descomposición moral y política de una sociedad que, en su degradación, ha
quedado reducida a un trapiche que luego de sacarle el jugo de las venas a
generaciones enteras ya no quiere saber de lo que considera un bagazo o
desperdicio de hombres y mujeres inhabilitados para vivir por sus propios
medios.
No
se puede excusar la responsabilidad de chavistas y falsos opositores para
quienes los venezolanos de la tercera edad sólo representan la posibilidad de
un uso instrumental para sus campañas de propaganda política. Pero sin lugar a
dudas le corresponde al chavismo la mayor cuota de responsabilidad por tratarse
del poder político realmente existente en Venezuela y quien define las
políticas en la materia.
Con
la intención de venderse ante sus clientelas civiles y militares como un
socialismo que dignifica la condición humana y que merece ser defendido el
chavismo ha aprobado la llamada “Ley de Pensiones de la Seguridad Social frente
al Bloqueo Imperialista”. Esto ocurre en el pleno desarrollo del fraude
electoral del 2024 con el expreso propósito de crear un ambiente que contribuya
a racionalizar porque Nicolás Maduro ganó el 28 de Julio en contra de todas las
encuestas incluyendo las que se ordenan desde Miraflores.
Y
es que a los efectos que persigue el chavismo poco o nada importa que los
venezolanos de la tercera edad acudan a votar y por quien lo hagan. Eso es
irrelevante porque será en definitiva el CNE chavista quien ponga los votos y
proclame los resultados. Aquí lo que está en juego es el desarrollo de una
campaña mediática para vender a Maduro y el chavismo como solidarios y
compasivos con un sector de la población por el cual muchos expresan simpatía
pero muy pocos hacen algo para ayudarle.
Así
la mencionada Ley de Pensiones ya comunica en su título su burda pretensión
propagandística al presentarse como un instrumento “frente al Bloqueo
Imperialista”. Este no es más que otro intento descarado de decirle a los
ancianos que si en Venezuela no existe un sistema efectivo de protección a los
jubilados y pensionados no es porque los operadores del régimen chavista han
saqueado el tesoro nacional o han desmantelado los recursos de la seguridad
social sino más bien todo esto sería culpa de los imperialistas
norteamericanos, enemigos del pueblo.
La
referida Ley en sí misma es un reconocimiento al fracaso del chavismo en esta
área al decretar una “contribución especial” que deberá pagar el sector
privado, no el sector público, a los jubilados y pensionados. Muchos se
preguntan con toda justicia y donde están los recursos que al tenor de la
actual Ley del IVSS están pagando las empresas y las industrias en Venezuela
para contribuir con la seguridad social. Estos son dineros calculados sobre una
base de contribución que oscila entre el 9% y el 11% del salario. En otras
palabras el producto de la actual recaudación entro a un hueco negro de corrupción
y ahora el chavismo aprueba una ley para sacar más dinero.
Otra
de las estafas a los jubilados y pensionados es que la base de cálculo que toma
la Ley de marras es la idea absurda y arcana de “ingreso mínimo integra indexado”
que ni siquiera aparece en la Constitución chavista de 1999. Esa Constitución
es muy clara al establecer que la base de cálculo de los beneficios para los
trabajadores será el salario, no el miserable robo que significa el “salario
bonificado” creación del socialismo chavista-madurista.
Pero
como todo no es propaganda y retórica en el régimen chavista alguien vio en
esta ley la oportunidad de seguir asaltando el erario público y hábilmente se
dejó colar una disposición que obliga que los recursos recaudados, por vía de
estas contribuciones especiales, vayan directamente al hueco negro del tesoro
nacional y no al fondo que por ley administra el Instituto Venezolano de los
Seguros Sociales. No es que exista mayor diferencia si se roban los recursos del
bolsillo izquierdo o del bolsillo derecho sino que pone de manifiesto la rapiña
entre unos grupos y otros, todos unidos en el emprendimiento de raspar la olla.
En
un país donde el empleador número uno es el gobierno la Ley chavista de
pensiones, que solo obliga al exiguo sector privado, probará en la práctica su
inutilidad para otorgarle a los venezolanos de la tercera edad ingresos
decentes y sostenibles. Como la mayoría de los problemas que padece Venezuela
solo un cambio de régimen político, no de gobierno, podría corregir la afrenta
y la burla continuada que el chavismo perpetra contra los jubilados y
pensionados.- @humbertotweets
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