jueves, 22 de febrero de 2024

¿Qué tienen para negociar María Corina y la oposición con el chavismo?

            Desde 1999 la oposición venezolana se ha embarcado en numerosas rondas de negociaciones con el gobierno chavista que a la fecha de hoy hemos periodo la cuenta. Con diferentes matices y énfasis estas negociaciones generalmente han girado en torno a lograr garantías y condiciones transparentes para unas elecciones por parte de la oposición y el reconocimiento absoluto de su régimen político por parte del chavismo.

Al principio esa oposición tenía más apoyo popular (¡aún no habían emigrado 10 millones de venezolanos!) y presencia institucional suficiente para incentivar al chavismo a hacer algunas concesiones a cambio de reducir la conflictividad social. En otras palabras, si el chavismo quería gobernar con cierta paz social tendría que dar algo a cambio.

Para el chavismo se trataba de hacer alguna concesión pero sin comprometer en lo más mínimo la estabilidad de su régimen. De esos procesos se derivaron eventos tales como la incorporación de rectores electorales propuestos por la oposición y hasta el reconocimiento de la victoria de algunos candidatos opositores en los estados. Pero Siempre que esas concesiones planteaban un riesgo serio al chavismo de inmediato fueron neutralizadas por mecanismos legales tales como la anulación en la práctica de la operatividad de la Asamblea Nacional del 2015.

Con el tiempo la oposición perdió totalmente presencia institucional y su apoyo en la calle ha mermado por diferentes razones, una de ellas es que hoy hay menos gente en Venezuela. Mientras tanto el chavismo ha aumentado y consolidado su control sobre el aparato estatal. En teoría el descontento es tal en Venezuela que la oposición con cualquier candidato tendría los votos suficientes para derrotar a Nicolás Maduro.

Pero eso es tan solo en la teoría, porque en la práctica la ausencia de mecanismos institucionales no garantiza que la opinión mayoritaria de los electores será tomada en cuenta.

En estas condiciones precarias y desbalanceadas la oposición y el chavismo siguen negociando pero el objeto real de la negociación es incierto. En realidad mientras el chavismo tiene en sus manos todos los mecanismos para hacer las elecciones en sus propios términos prescindiendo de la oposición está por su parte no puede poner en la mesa nada que tenga valor para el chavismo.

La oposición y su candidata María Corina Machado pueden invocar el descontento mayoritario que hay en Venezuela contra el chavismo como un factor de fortaleza para sentarse a negociar. Pero mientras no exista un mecanismo institucional para valorar esa correlación de fuerzas toda negociación y sus desarrollos dependerán enteramente del chavismo.

Alguien podría atajarnos y preguntarnos en tono acusador ¿y la comunidad internacional? Bueno, esa “comunidad” como tal es inexistente. Lo que hay son Estados que en base a sus intereses definen el tipo de relaciones que quieren tener con el chavismo. Algunas presiones tímidas y aisladas desde el exterior jamás serán un incentivo suficiente para que el chavismo le haga alguna concesión significativa a la oposición.

Las negociaciones entre la oposición y el chavismo, tal como están planteadas, en muy poco o nada cambiaran es statu quo de la política venezolana.- @humbertotweets

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