El decir es que el gobierno de Nicolás Maduro no tiene los votos pero dispone de todas las ventajas institucionales para ganar. Y esto es algo que se puede constatar. El colapso de la economía ha creado no una sino muchas olas de descontento que llevan a la gente a protestar todos los días en la calle en jornadas que se multiplican por todo el país.
Seguimos
viendo por redes sociales personas que aún se identifican como chavistas pero
que no ocultan su descontento que el Carnet de la Patria y las cajas CLAP no
logran calmar. Estos, sumados a amplios sectores de la población venezolana que
también reclaman sus derechos, conforman una masa crítica que podría ser
decisiva en el cambio de la correlación de fuerzas en los próximos meses.
Las 2-3
visitas que ha hecho Nicolás Maduro fueron estrictamente planificadas y
controladas para reducir la audiencia a los chavistas más confiables. Pero aun
así se han dado brotes espontáneos de descontento en esos ambientes que se han
difundido ampliamente.
Pero esta
situación, que se puede constatar materialmente en la calle, no aumenta las
posibilidades de triunfo de una candidatura de la falsa oposición. Y esto es
simplemente debido al hecho que esa oposición desde hace mucho tiempo aceptó
participar en ese evento sin condiciones ni garantías.
Entonces, en
realidad no hay forma de contar o medir
institucionalmente la impopularidad y el
rechazo a Nicolás Maduro porque este dispone del aparato político y jurídico
que regula esas elecciones.
Sin embargo, a
pesar de contar con esas ventajas hay algunos trámites de los cuales Maduro no
podrá eximirse. El más obvio es la realización de algún tipo de actividad o
campaña para animar a sus desanimados seguidores.
Pero ¿cómo
hacer campaña cuando la misma masa chavista es la punta de lanza del
descontento nacional? A cualquier sitio que lleven a Nicolás Maduro siempre
habrá el riesgo de que algún chavista le haga un desaire o un desplante, por
decir lo menos.
Se han
filtrado en redes sociales unos videos bien entretenidos que muestran a Nicolás
Maduro en un campo deportivo vacío agitando los brazos y saludando a la nada.
Se presume que la campaña de Maduro será audiovisual y más que todo a
distancia, con videos mostrando multitudes que lo aplauden y el uso de aquel
muñeco de plástico conocido como “súper bigote".
Una campaña
con presencia masiva en redes sociales y contacto limitado con las bases
chavistas es la mejor medida de una crisis que está en proceso de
fermentación.- @humbertotweets
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