Sin duda en las primeras semanas del 2019 el llamado gobierno interino de Juan Guaidó presentaba, al menos en el plano teórico, la posibilidad de articular un esfuerzo concreto para confrontar con éxito al régimen chavista. El apoyo que ofrecieron varios países a esa fórmula, con los Estados Unidos a la cabeza, la convertía en una salida viable que en su momento volvió a capturar la esperanza de los venezolanos.
Sin
embargo, en los meses siguientes el Interinato se hundiría en el pantano de la
corrupción y el descrédito degenerando en una entidad al servicio de las
franquicias partidistas pero absolutamente inútil para sacar al chavismo del
poder. El fracaso del interinato de Juan Guaidó no solo es percibido por los
venezolanos que ven una vez más sus ilusiones traicionadas. También los otros
socios en el experimento del gobierno interino han llegado a la conclusión de
su inviabilidad política.
Las
razones que tiene el común de la gente para rechazar la estafa del gobierno
interino son distintas de las que tienen los factores del G4 que hoy buscan su
disolución. La falsa oposición representada fundamentalmente por los partidos
Voluntad Popular, Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo le
sacaron el jugo al gobierno interino y aprovecharon la maravillosa oportunidad
de manejar los recursos y activos de Venezuela en el exterior sin rendirle
cuentas a nadie.
Al
tener VP la cabeza del Interinato le correspondió el papel de ser el repartidor
principal de esos dividendos asegurándose una ración privilegiada y creando
desavenencias con sus otros socios de PJ, AD y UNT. Los desacuerdos en el
reparto de cargos, privilegios y recursos son las razones, y no otras, por las
cuales hoy un sector de la falsa oposición busca disolver el interinato. Para
los venezolanos el gobierno interino políticamente vale poco menos que cero.
Para los socios insatisfechos del G4 no es más que un simple ajuste de cuentas.
Pero
al Interinato se le han aparecido súbita y sorpresivamente otros dolientes que
también lamentan su desaparición formal. Se trata de algunos partidos que
actúan en la periferia de la falsa oposición tales como Vente Venezuela y
Alianza Un Bravo Pueblo, que sin ser beneficiarios directos del Interinato
lloran cual plañideras ante la posibilidad de que este sea eliminado por la
Asamblea del 2015.
Otros
políticos de oficio se han sumado al coro de lamentos por estricto y puro
cálculo. Todos estos factores y operadores coinciden en defender al gobierno
interino como si se tratase de un logro épico en la lucha contra el chavismo y
no como lo que realmente es, una burda estafa de los partidos de la falsa
oposición. Qué provecho o ventajas podrían obtener por esta defensa no está
claro, salvo que se trate de la vana esperanza de ser convidados a ocupar las
sillas que hasta ayer eran ocupadas por los partidos del G4 en el gobierno
interino.
El
llamado gobierno interino de Juan Guaidó nunca jugó un papel relevante en la
lucha contra el régimen chavista. Da lo mismo que la Asamblea del 2015 decrete
su cesación para pasarle factura a VP y cumplir con los compromisos adquiridos
con el chavismo en las negociaciones de México, o que reforme su estructura
para que en lugar de VP ahora sean PJ, AD y UNT quienes decidan quienes se
beneficiaran del manejo de los activos de Venezuela en el exterior.
Solo
quienes se han beneficiado directamente del Interinato y quienes aspiran a
recibir algún beneficio en el futuro del mismo pueden llorar amargamente por
algo que solo ha significado engaño, desilusión y traición para millones de
venezolanos.- @humbertotweets
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