La falsa oposición celebra la firma de los acuerdos de Barbados con el chavismo como si se tratara de una victoria épica que llevará al retorno de la democracia en Venezuela, según dicen.
Se dice que
los acuerdos firmados fueron tres. Dos que fueron difundidos por párrafos y a
cuentagotas y un tercero que por razones desconocidas, aunque sospechadas, se
mantiene en secreto.
De los dos
acuerdos firmados uno se refiere al Esequibo y el otro al tema
político-electoral. El acuerdo sobre el Esequibo básicamente compromete de
antemano a la falsa oposición en apoyar la posición del gobierno de Nicolás
Maduro frente a Guyana por razones patrióticas, cualquiera que esta sea.
El Acuerdo
político y electoral sólo contiene promesas vagas, ambiguas y difusas sobre
condiciones y garantías electorales. A pesar de ser promesas genéricas
difíciles de precisar e incluso de verificar los Estados Unidos las consideró
como suficientes para levantar las sanciones sobre el gobierno chavista.
El acuerdo
donde el gobierno chavista no se compromete a nada concreto igualmente queda
sujeto a la buena voluntad y disposición que tenga este para cumplir con esos
compromisos de por sí indeterminados.
Por supuesto,
hay quienes desde ya anticipan que el chavismo una vez más lograra zafarse de
esos acuerdos, como siempre lo ha hecho. Una cláusula de garantía que podrá
invocar el chavismo en cualquier momento es la legalidad y Constitucionalidad
de esos acuerdos.
Tal como queda
reiterado hasta la saciedad en ese texto suscrito por el chavismo y la falsa
oposición todo, absolutamente todo, queda sujeto a la Constitución de 1999 y a
las leyes en vigencia, Constitucionalidad y legalidad ejercida por órganos como
el Tribunal Supremo de Justicia y el actual Consejo Nacional Electoral.
Pero hay otra
garantía que también podrá ser invocada por el chavismo en cualquier momento
para salirse de estos acuerdos. Y es cuando reparamos que la razón por la cual
la última ronda de negociaciones en México fue suspendida unilateralmente por
el chavismo fue precisamente para exigir la liberación de Alex Saab, preso en
los Estados Unidos.
Aparentemente
Alex Saab como materia de negociación no estuvo formalmente en los Acuerdos de
Barbados. Aunque hay quienes aseguran que el mentado tercer acuerdo que se
mantiene en secreto se refiere precisamente a las gestiones que debería hacer
la falsa oposición para interceder ante el gobierno norteamericano y lograr la
liberación de Saab.
El punto es
que siendo esta una materia aún pendiente por resolver nada impide que el
gobierno de Nicolás Maduro la vuelva a invocar como una razón poderosa para no
cumplir con los acuerdos genéricos y suspender nuevamente las negociaciones.
Para ese
momento quizás ya habrán ocurrido las elecciones presidenciales y habría que
comenzar nuevamente desde el punto cero a negociar condiciones y garantías
electorales…pero para las elecciones que se celebrarán dentro de 7 años.- @humbertotweets
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