Para nadie es un secreto que en Venezuela así como no hay un Estado nacional venezolano tampoco existe una Fuerza Armada al servicio de la nación. Lo que hay es la Fuerza Armada chavista que, como brazo militar, sostiene al régimen por la vía de la violencia y la represión.
Pero al igual
que el régimen chavista necesita recursos económicos para mantener la fidelidad
de sus clientelas, también necesita dinero para pagar por la lealtad de una
fuerza militar que sin suficientes incentivos podría comenzar a expresar su
descontento y entrar en una fase conspirativa.
Sin embargo,
en la Venezuela chavista donde el propio régimen destruyó la moneda, desmanteló
la economía y dinamitó la industria petrolera no hay forma de pagar a un
maestro o a un funcionario público más de 5 dólares al mes. Los recursos por la
venta irregular de petróleo en el mercado negro burlando las sanciones internacionales
o por la vía del narcolavado se quedan en manos de los intermediadores y
operadores del chavismo sin llegar a tocar jamás el tesoro nacional.
Entre la ruina
económica nacional y el saqueo de sus propias bandas chavistas el gobierno de Nicolás
Maduro tiene serias dificultades para aprobar un aumento de salarios que pague
por una canasta básica de más de 500 dólares o inclusive para cancelar los 70
dólares de bonos decretados hace unos días. La pregunta que más inquieta al
gobierno de Maduro no es tanto “¿dónde están los reales?” más bien es “¿de dónde
saldrán los reales?” para pagar a la burocracia civil y militar que sostiene al
régimen.
Y es que la
única diferencia entre quienes trabajan para la administración pública y los
militares es que aquellos tienen sindicatos para reclamar y estos no. Pero en
la propia voz de militares activos y retirados los militares venezolanos al
servicio del régimen chavista también están pasando hambre.
Un General al
servicio de las Fuerzas Armadas chavistas estaría ganando $40.00, un Coronel
$34.00 y un Sargento $24.00. Compárese estos valores con el sueldo promedio de
un Coronel en Colombia, Ecuador o Perú que es de más de $3,500 mensuales.
¿Cómo pueden
estar pasando hambre los militares chavistas venezolanos si este es un régimen
esencialmente militar? Y es que así como no todos los chavistas nacen iguales,
tampoco los militares lo son. Están los capos, los jefes de tribus o bandas y
sus operadores que forman parte del ecosistema chavista, pero en la base de la
pirámide están los ayudantes y peones cuyo valor transaccional es muy poco y
son los primeros sacrificados.
Pero la gran
cantidad de Mayores Generales, Generales de División, Generales de Brigada y
otros altos oficiales en los cinco
componentes militares (Ejército, Armada, Aviación, Guardia Nacional y Milicia)
que podrían sobrepasar los 5000 funcionarios son quienes tienen acceso a
oportunidades de negocios irregulares dentro del régimen, redondeándose
ingresos millonarios en dólares aunque el botín a repartir sea cada vez más
pequeño
Por supuesto,
menos aún queda por repartir en la pirámide militar desde los Coroneles,
Capitanes y Tenientes hacia abajo. Para ellos solo queda que organicen rifas, microempresas
y emprendimientos con préstamos del gobierno como públicamente lo han pedido
sus superiores o esperar a que los pongan a cuidar una alcabala.
Para los
soldados y tropa profesional, bien abajo en la base de la pirámide, un poco más
de 5 dólares será suficiente para pagar por los servicios prestados. Este grave
desajuste es la razón por la cual han aumentado en los cuarteles los robos de
comida, armas y cualquier artefacto que se pueda vender en el mercado negro.
Los que no pueden o se cansan de vivir en la mendicidad con uniforme oliva sencillamente
optan por desertar, siguiendo los pasos de más de 8 millones de venezolanos.
El régimen
chavista y el gobierno de Nicolás Maduro son conscientes de esta bomba de
tiempo dentro de sus propias Fuerzas Armadas. Por eso dejan a Vladimir Padrino López
al frente del Ministerio de la Defensa para que actúe como el gran apaciguador
del descontento. Pero eso ya no basta y ahora el régimen se ve precisado a
ejercer violencia y represión sobre su propia estructura militar para no perder
el control. Eso explica la proliferación de grupos paramilitares elites (Faes,
Sebin, DGCIM, Policía Contra la Corrupción, etc), con funcionarios muy bien
pagados, que han sustituido en muchos casos a los cuerpos militares regulares y
en otros sirven para vigilar y reprimir a los militares activos.
Hoy hay
oficiales en las diferentes jerarquías de las Fuerzas Armadas chavistas que
entienden que la razón por la cual muchos militares están pasando hambre es la
incapacidad e ineptitud de su propio Comandante en Jefe, Nicolás Maduro Moros.
Eso no es poca cosa y es muy importante. Porque lo primero, antes de actuar, es
entender.- @humbertotweets
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