miércoles, 15 de febrero de 2017

La puja en las FANB

En Venezuela están dadas todas las condiciones para un golpe militar. A la descomposición de la sociedad y sus instituciones —de la cual no escapan las FANB— se suma la debacle económica. Este último factor es el motor del descontento generalizado entre civiles y militares, por la imposibilidad material de resolver las necesidades básicas de seguridad, comida y medicinas.

Aunque el régimen mantiene un control férreo sobre los medios de comunicación tradicionales —que parece será extensivo a las redes sociales— el descontento y el rechazo al régimen crece y es inocultable. Las mismas bases chavistas lo expresan sin rodeos cuando son convocadas a las reuniones de los CLAP. Por las redes sociales públicas y privadas como WhatsApp, circulan miles de mensajes, unos anónimos y otros suscritos por presuntos militares, que no disimulan su descontento con el régimen.

Las informaciones que se filtran a través de familiares de militares de cualquier rango señalan que, efectivamente, hay una olla de presión a punto de estallar en el seno de las FANB. Pero, ¿por qué no se ha concretado el levantamiento militar contra un régimen que se ha convertido en una amenaza para la propia institución armada? No es precisamente por ideología,  lealtad o subordinación. Lo que pasa en el interior de las FANB es que las diferentes facciones chavistas no terminan de ponerse de acuerdo sobre la forma y el momento de ejecutar este levantamiento.

Después del fallido golpe militar contra Chávez en el 2002, el régimen ejecutó una cuidadosa limpieza en el seno de las fuerzas armadas. Esto se llevó a cabo pasando a retiro a cientos de oficiales sospechosos de no apoyar al régimen, y llevando a la cárcel a otros. De esta manera, cualquier levantamiento que ocurra en el seno de las FANB contra del régimen sin duda será auspiciado por militares chavistas. Una acción que dejará a la oposición democrática como mirones de palo y seguramente sin una idea cierta sobre qué hacer.

Operadores claves del chavismo, como Tareck El Aissami y el General Reverol, han aumentado la presión para sacar al General Padrino López del  Ministerio de la Defensa y del CEOFANB. Sería una forma de asegurar su influencia sin obstáculos en el control de las fuerzas armadas. Esto, sumado a la situación de descontento generalizado en el país, ha provocado rápidos reacomodos en el seno de las FANB. Nicolás Maduro está consciente  de que al pasar a Padrino López a retiro —tal como ha debido ocurrir hace dos años— se abriría una “caja de pandora” que podría provocar una crisis terminal para el régimen.

Hasta ahora, la presencia de Padrino López al frente del CEOFANB es lo que ha mantenido un equilibrio muy precario entre los grupos que pujan por el control de las FANB, y eventualmente por el control del propio gobierno. Al desaparecer este equilibrio se crearía una confrontación abierta para resolver  la correlación de fuerzas.

Dado que todas las facciones que participan en esta puja se autodefinen como chavistas, y ante la ausencia de información más precisa, es muy difícil determinar si estos militares llegarán con intenciones de radicalizar aún más el modelo socialista, o por el contrario, tendrán un enfoque más pragmático hacia lo político y lo económico.

Estos nuevos reacomodos en el seno de las FANB serán más visibles en las próximas semanas en la medida en que se agudice la crisis social y económica. Esto parece acelerarse ante el convencimiento de las distintas facciones militares de que la institución armada está siendo afectada por el desprestigio del régimen, y que el pueblo frustrado y desesperado apoyaría un golpe militar como rechazo al gobierno de Maduro y a la propia oposición política. Al menos ese es el cálculo.

Lamentablemente, las políticas del gobierno de negar cualquier salida democrática y reducir a su mínima expresión los partidos políticos opositores y aliados, solo contribuye a aumentar la presión y las posibilidades de un estallido militar. Sin intención o deliberadamente, el régimen le sirve la mesa a la puja militar.


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