Los métodos gansteriles que usa el chavismo en Venezuela para seguir en el poder constituyen un grave problema para sus aliados en la región. Y es que gobiernos como el de Lula en Brasil y Petro en Colombia quisieran seguir usufructuando los beneficios económicos de flotar en la órbita chavista pero sin el costo de ser asociados a un régimen que se roba las elecciones para continuar en el poder.
No
es por pudor político que Lula y Petro se han distanciado públicamente de las
ostras del chavismo en Venezuela sino más bien por la presión interna que
reciben en sus propios países de sus coaliciones políticas que no aprueban los
métodos políticos del chavismo.
Brasil
ha ejercido una posición con más libertad e independencia frente al chavismo
porque en realidad no tiene lazos de dependencia con el régimen venezolano y
hasta va en camino a consolidar una alianza militar con Guyana que en el futuro
cercano podría convertirse en un verdadero dolor de cabeza para el chavismo.
El
caso de Colombia no es igual porque además de los negocios que operan entre
ambos gobiernos el régimen chavista es garante en los negocios de paz que el
gobierno colombiano lleva adelante con grupos guerrilleros y en especial con el
ELN.
Esta
posición es de particular importancia e influencia si se toma en cuenta que el
régimen chavista mantiene al mismo tiempo alianzas operativas con grupos como
el ELN a quienes trata como aliados para controlar las rutas del narcotráfico
en la frontera con Colombia.
Es
esta posición de garante en las negociaciones con el ELN la que el chavismo ha
hecho valer frente a Petro a la hora de exigirle moderación en cuanto a su
postura frente a las elecciones del pasado 28 de julio de 2024.
A
Gustavo Petro le ha tocado que hacer una serie de maromas políticas para
desmarcarse del robo de las elecciones que perpetró el chavismo el 28J,
complacer a los Estados Unidos en su postura frente a Venezuela y salvar las
negociaciones de paz con el ELN que están en manos del régimen chavista quien a
su vez trata a la guerrilla del ELN como aliados militares.
En
las semanas posteriores al 28J cuando Petro y su Canciller exigen al chavismo
mostrar las actas de las elecciones desglosadas por mesa el chavismo en la voz
de operadores como Diosdado Cabello y Jorge Rodríguez no dudaron en amenazar
abiertamente a Colombia con intervenir en su conflicto interno para influenciar
la posición de su gobierno.
Los
enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las FARC ocurridos hace unas
semanas en la zona del Catatumbo en Colombia no pueden verse como hechos
aislados del contexto explicado anteriormente. En las luchas que libran las
guerrillas del ELN y las disidencias de las FARC por el control de amplias
zonas en la frontera colombo venezolana el régimen chavista no ha dudado en
alinearse con el ELN lo cual ha sido decisivo para la derrota de la disidencia
de las FARC y su expulsión del área.
Aunque
ambos gobiernos se proclamen de izquierda, en algún momento el gobierno de
Gustavo Petro tendrá que redefinir su postura frente al gobierno de Nicolás
Maduro que parece usar su alianza con el ELN como una forma de intervenir
directamente en la política colombiana e influenciar su posición frente a
Venezuela. @humbertotweets