Para una oposición a la cual el chavismo en estos 25 años le ha arrebatado todos los triunfos que le da la gana esto no debería ser un asunto dilemático. Pero lo es.
Todos los sectores que conforman la Oposición/MUD incluido el de María
Corina Machado están sopesando las bondades y costos de participar en las mega
elecciones que convocará el chavismo para el 2025.
No resulta fácil considerar ir a otras elecciones con el chavismo
con el último precedente electoral en el cual el régimen chavista perpetró un
asalto a mano armada a plena luz del día.
Participar en las elecciones que hará el chavismo este año significa
aceptar de antemano no sólo las
engañosas reglas de juego sino el mismo resultado electoral que
fácilmente se puede adivinar.
La pregunta debería ser porque a la luz de los fraudes electorales y
robo de elecciones ejecutados por el chavismo la oposición MUD y ahora con el
acompañamiento de María Corina Machado insiste en que la única forma de
enfrentar al chavismo es hacerle el juego a sus farsas electorales.
Esta oposición siempre ha sido solícita y diligente a la hora de
defender la vía electoral y descartar otras formas de lucha. Y no precisamente
por un ejercicio de prudencia política sino más bien de ignorancia y
complicidad.
Quienes argumentamos en contra de la fracasada vía electoral
proponemos explorar otros métodos de lucha política que nos saquen de este
laberinto electoral sin sentido y sin salida. Pero los epígonos de esa oposición siempre
descalifican cualquier opción que no sea la electoral con el falso argumento
que las alternativas serían necesariamente violentas.
Y esto en realidad no es así. Es cierto que hoy no hay condiciones
para concretar una salida de fuerza del régimen chavista como resultado de
presiones internas o externas o una combinación de ambas. Pero esta
constatación no justifica por sí misma la vía electoral como la única para
enfrentar al chavismo como neciamente
insiste la oposición/MUD.
La oposición venezolana le debe al país un debate y rendición de
cuentas sobre el fracaso de la vía electoral como fórmula para salir del
chavismo. Ese debate no debería necesariamente desembocar en opciones
voluntaristas, espontáneas y suicidas. Pero sí debería ser la base para
explorar nuevas formas de resistencia que se desmarquen de las falsas
esperanzas electorales sin caer en el aventurerismo como forma de lucha.
Una oposición con criterio político estaría debatiendo estos asuntos
hoy y no estaría perdiéndose en la inútil discusión de ir o no a las elecciones
del 2025. En realidad el problema que se debería abordar no es si participar o
no participar en la nueva farsa electoral del chavismo sino más bien cómo
articular una estrategia de resistencia de largo plazo que permita enfrentar
con éxito al chavismo y eventualmente sacarlo del poder.-@humbertotweets
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