El gobierno, a través de su CNE,
anunció el cronograma electoral y fecha para las elecciones presidenciales de
2024. Todo apunta a un proceso electoral sin condiciones ni garantías para que los
ciudadanos voten libremente. Pero eso no sorprende a nadie. Menos a los
representantes de la llamada Plataforma Unitaria (PUD/MUD) quienes desde hace
varios meses redujeron sus demandas a dos básicamente: fecha de elecciones y
habilitación de su candidata María Corina Machado.
Todos los otros aspectos de un
proceso electoral libre y transparente han sido relegados ante la premura de
seguir en la vía electoral hasta el final.
De las dos el gobierno ya despejó
una. El tan esperado día de las elecciones finalmente será el 28 de Julio. Pero
los entendidos en la materia piensan que la fecha más importante no es el 28 de
julio sino el 25 de marzo, último día para postular candidatos.
Y su interés se deriva del drama que
rodea al despeje de la aparente incógnita si el gobierno permitirá o no la
inscripción de María Corina Machado. La incertidumbre es aparente porque el
gobierno ha dicho de mil maneras que no permitirá su inscripción. Y no hay
razones para pensar que cambiara de opinión antes del 25.
Sin embargo, la propia María Corina
ha respondido que sí se inscribirá y esto será el 21 de marzo elevando cada vez
más las expectativas a niveles de paroxismo. Es más, cualquier insinuación de
pensar en un candidato sustituto o interino es desautorizada y negada categóricamente
por ella y los partidos que la acompañan. Habría que agregar la cautelosa
coletilla “por ahora”.
Frente a la inamovible postura del
gobierno y la determinación de María Corina los venezolanos, que siguen estos
asuntos, no pueden esperar menos que un verdadero milagro en un partido de
fútbol que se decide por un tiro penal en los últimos 15 segundos.
¿Permitirá el gobierno que María
Corina Machado se inscriba? ¿Qué harán ella y los partidos que la acompañan si
el CNE le niega la inscripción? Hay quienes aseguran que Machado tiene una
estrategia bien delineada y sabe lo que hace. Pedirle que revele su estrategia
sería alertar al adversario. Por eso cada vez que ella habla las expectativas
se disparan hacia los cielos en la esperanza por un final propio del realismo
mágico.
Lo que sí sabemos es que en la
política no operan los milagros ni la magia, solo hay espacio para las
realidades. Eso lo saben perfectamente María Corina y la PUD/MUD quienes en sus
discursos fascinantes y evocadores cuidadosamente van dejando espacios clave e
ideas sueltas para ser convenientemente desarrolladas más tarde.
Tanto María Corina Machado como la
PUD/MUD han dicho que nada ni nadie los sacará de la ruta electoral. Hay que
creerles. Esto quiere decir que aunque les mantengan la inhabilitación a su
candidatura, entre otros muchos atropellos, ellos seguirán adelante,
inconmovibles, en la ruta electoral.
Y solo hay una forma de honrar este
reiterado ofrecimiento que públicamente le ha hecho cientos de veces María
Corina y la oposición al gobierno: Postular un candidato interino que ocupe el
lugar de María Corina Machado. Solo de esta forma Machado y la PUD/MUD podrán
decir con orgullo que ellos jamás violaron los Acuerdos de Barbados.
El intento de inscribir su candidatura
el 21 de marzo también tiene su razón. Es una forma de anticipar la decisión
negativa del gobierno y así tener 4 días hábiles para definir y presentar un candidato
sustituto o interino, probando así la teoría de su inevitabilidad si es cierto
que seguirán en la ruta electoral. Pero, tomando en cuenta la fragilidad
institucional que reina hoy en Venezuela ni siquiera ese escenario ofrece
garantías para nadie.- @humbertotweets
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