Chavistas y falsos opositores siguen encerrados en su burbuja de negociaciones y elecciones. Desde esa burbuja la situación de Venezuela parece difícil, pero no se ve tan mal porque quienes allí cohabitan disfrutan de privilegios que les son negados al resto de los venezolanos. Fuera de ella la realidad es desgarradora y no hay discurso político u oferta electoral que la describa.
Según
Human Rights Watch en Venezuela hay más de 10 millones de venezolanos que viven
en situación de pobreza extrema, sin comida, sin agua, sin electricidad y sin
acceso a los más elementales servicios para una vida digna. El modo en que
viven estos compatriotas es el de supervivencia diaria donde mantenerse con
vida ya es victoria.
La
Venezuela chavista con Bodegones y sospechosos conciertos musicales no puede
ocultar la tragedia de un país destrozado y desmantelado. Sin instituciones y
sin poderes públicos que permitan corregir el rumbo Venezuela es una balsa que
naufraga sin rumbo en el mar caribe.
Las
severas limitaciones materiales para llevar una vida decente en Venezuela ha
forzado a más de 7 millones de venezolanos a huir de su país en busca de
garantías básicas en otros destinos. Pero también hay que decir que la decisión
drástica de abandonar el país tiene mucho que ver con la ausencia de
perspectivas y esperanzas en el futuro.
La
gente parece huir despavorida no solo de la barbarie causada por el chavismo
sino también de las desteñidas promesas cantinflericas de la falsa oposición.
En otras oportunidades hemos defendido la tesis de que quien se fue de
Venezuela ya votó. Y lo hizo en contra del chavismo y de la falsa oposición en
forma irrevocable e indubitable.
Quienes
estamos preocupados por mantener la integridad histórica, política y
territorial de Venezuela, y no por las próxima fiesta electoral, tenemos que
preguntarnos con angustia ¿Volverán?
Esos
7 millones de compatriotas representan casi el 30% de la población. Ellos
serían una fuerza política y social determinante en una coyuntura decisiva para
lograr un cambio de régimen político, si estuvieran en Venezuela. Fuera de ella
es inevitable que el tiempo y la distancia debiliten los nexos y comiencen el
irreversible proceso de adaptarse y asentarse en otras tierras.
Las
condiciones objetivas y materiales que llevaron a estos millones de venezolanos
a abandonar el país no han cambiado, por el contrario la situación es hoy peor
que hace 6 meses. Por eso cientos de miles de venezolanos siguen huyendo hacia
otros países en busca de algo que perdieron en Venezuela.
Mientras
la situación económica, social y política siga igual sólo podemos anticipar que
muchos más seguirán abandonando el país y muy pocos estarán dispuestos regresar para comenzar desde menos cero.
Una
tesis política materialista, realista y viable debe convocar a todos los
venezolanos no a la parodia de unas elecciones sino al esfuerzo titánico de
salvar la República de Venezuela de sus actuales verdugos.- @humbertotweets
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