Quienes lamentan la desaparición del Interinato parecen vivir aislados en una burbuja desconectada de la realidad. Las viudas del Interinato, le atribuyen a ese fallido experimento una jerarquía política que nunca tuvo y sospechosamente lloran por su defenestración como si tuviese alguna significación para los venezolanos.
El gobierno fallido de Juan Guaidó nunca logró las dimensiones de un verdadero
Estado aunque al principio fuese reconocido por varios países y sobre todo por
los Estados Unidos de Norteamérica. Por ejemplo ese “gobierno” nunca pudo
ejercer su autoridad en un metro cuadrado de territorio y menos aún organizar
una fuerza militar o policial.
Las decisiones y
actos administrativos de ese gobierno de papel se limitaron a la asignación de
contratos y el nombramiento de embajadores y funcionarios en las empresas
propiedad de la nación venezolana, todos pagados con fondos de los activos de
Venezuela en el exterior.
Inclusive en el
frenesí del Interinato y el apogeo del apoyo de la comunidad internacional
países como los Estados Unidos y Colombia seguían entendiéndose en los asuntos
fundamentales con el gobierno realmente existente en Venezuela que era el
de Nicholas Maduro y no el de Juan Guaidó.
Tampoco el gobierno
de Guaidó sirvió para articular luchas sociales y capitalizar el creciente
descontento contra el régimen chavista. Pero aun desconectado de la política
real, hundido en el pantano de la corrupción y ensimismado en rutinas
burocráticas el llamado gobierno interino seguía funcionando como tal gobierno
solo en la cabeza de sus promotores y beneficiarios.
El vigoroso saqueo
de los fondos públicos manejados por el Interinato parecía no tener límite en
el tiempo y el espacio lo cual seguramente llevó a sus principales operadores a
exclamar escuetamente que la vigencia del interinato había que mantenerla hasta
que se lograran elecciones libres en Venezuela. Con el chavismo en el poder
esto era lo mismo que invocar su permanencia para siempre.
Es público y
notorio que los enfrentamientos por el reparto de los activos entre las
franquicias partidistas de la falsa oposición provocaron la retaliación de los
factores menos beneficiados en contra de Voluntad Popular que ejercía de
principal repartidor. Pero igualmente hay que incluir en el contexto que
provoca la desaparición del Interinato las negociaciones que desde hace dos
años viene adelantando la falsa oposición con el régimen chavista.
Aunque el chavismo
no se ha comprometido esencialmente a nada en estas negociaciones la falsa oposición
ha hecho todo tipo de concesiones al régimen chavista con tal y lograr
reconocimiento y aceptación oficial. Además de participar en unas elecciones
sin garantías ni condiciones la falsa oposición se ha convertido en garante
ante los gobiernos de Los Estados Unidos e Inglaterra para que estos liberen
los fondos que en el exterior le tienen congelados al régimen chavista.
Seria de una
inexcusable ingenuidad ignorar que la cesación del gobierno interino también es
parte del paquete de concesiones que la falsa oposición le hace al chavismo.
Sorprende que haya voceros de la falsa oposición que hasta ayer celebraban a
rabiar las negociaciones con el régimen chavista y hoy lloran amargamente por
la desaparición del Interinato. ¿No se habrán enterado que una cosa levaba
irreversiblemente a la otra?
Las negociaciones
en México han creado una costosa factura que la falsa oposición está empeñada
en pagar.- @humbertotweets
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