Cuando uno lee las reacciones de los políticos de la falsa oposición ante la liquidación técnico-legal del Referéndum Revocatorio por parte del régimen no puede suponer por un segundo que se trate de ignorancia o ingenuidad. Y hablando en serio ¿esperaban otra cosa? Los lamentos de las viudas del Revocatorio no pueden ser por desconocimiento de que efectivamente el chavismo podría suspenderlo como en efecto lo hizo. El lloriqueo de estas plañideras de la política criolla pidiéndole al chavismo que cumpla con su propia constitución no es otra cosa que la expresión del más refinado y descarado cinismo.
Por supuesto
que la falsa oposición sabía desde el principio que el Referéndum Revocatorio
jamás iba a realizarse con un Consejo Electoral íntegramente chavista. Así como
saben perfectamente que todas las elecciones que se han realizado bajo el
régimen, y las que se realizarán, han sido y serán producto del más colosal
fraude electoral. Esto incluye las migajas que el régimen le reparte a la falsa
oposición adjudicándole alcaldías y gobernaciones como recientemente hizo en
Barinas.
A pesar de la
abrumadora evidencia de que el chavismo jamás entregará el poder pacíficamente
y usa las elecciones fraudulentas para legitimar a su régimen político, muy a
pesar de todo esto la falsa oposición
insiste en la tesis electoral-institucional. Según esta tesis, de eventualmente
producirse un resultado electoral adverso el régimen se vería obligado a
cumplir su propia constitución y entregar el poder. ¿Obligado por quién? ¿Por
unas Fuerzas Armadas que son el soporte del mismo régimen? La evidencia que se
suministra para demostrar esta tesis es que efectivamente varias veces la falsa
oposición ha “derrotado” al chavismo en elecciones de alcaldes y gobernadores y
el chavismo por su parte ha reconocido y las ha entregado.
Esta postura
es la que se ha venido usando en los últimos años para desmovilizar a los
venezolanos de una oposición verdaderamente insurreccional hacia formas
mediatizadas de oponerse al chavismo sin representar un peligro para que esté
efectivamente algún día salga del poder. La trampa electoral es la ilusión más
manoseada por los políticos de la falsa oposición porque por una parte les
permite decirle a la gente que se está haciendo algo para enfrentar al
chavismo, aunque en el fondo no se haga nada. Por otra parte, cada evento
electoral, llámese elección de gobernadores o Revocatorio, implica la
movilización de clientelas partidistas que alimentan una próspera industria que
hace circular grandes masas de dinero para activistas, asesores y operadores
que literalmente viven de “hacer oposición.”
Pedirle al
régimen chavista que convoque al Revocatorio con el argumento que eso es lo que
dicta la propia constitución chavista no es un acto de ingenuidad sino de
cinismo. Esto es seguir engañando a la gente alimentando las ilusiones y las
fantasías electorales que llevan a esperar que algún día el chavismo se canse
de su empeño destructor y decida entregar el poder.
Y tan es
cierto que la falsa oposición sabía que el Revocatorio sería negado que en
cuestión de horas ya han anunciado que entonces harán unas primarias
presidenciales como antesala al gran torneo electoral del 2024. La
incontinencia electoral continúa. En manos de la falsa oposición y el chavismo
a los venezolanos se nos va el tiempo y la vida entre una elección y otra. Así
llevamos dos décadas y podrían ser dos más si no logramos reunir las fuerzas
para liquidar a ambas bandas. Hoy es el episodio del Revocatorio. Mañana será
el de la elección presidencial y así sucesivamente se siguen reciclando las
ilusiones mientras Venezuela cada día es menos país.- @humbertotweets
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